Las amígdalas y las adenoides cumplen funciones inmunitarias que ayudan a prevenir enfermedades. Su extracción puede incrementar riesgos de infecciones o alergias respiratorias. Sin embargo, es recomendable su extracción cuando dejan de cumplir sus funciones.

"Las adenoides y las amígdalas forman parte de esa barrera inmunológica protectora del tracto respiratorio superior y contiene células linfocíticas muy activas en la formación de anticuerpos contra bacterias y alérgenos provenientes del medio ambiente, bien sea por nariz o boca. Cuando se sobresatura esa función el tejido se hace disfuncionante y no cumple sus funciones. Comienza a hipertrofiarse o a infectarse en forma recurrente sin obedecer a los tratamientos tradicionales para ello e incluso puede dar complicaciones", explica Teolinda Mendoza de Morales, otorrinolaringóloga del Instituto de Otorrinolaringología en San Bernardino.

Explica que las las infecciones de adenoides y amígdalas se denominan adenotonsilitis y se presentan en forma recurrentes en los niños en la edad escolar. "La inflamación de las amígdalas se denomina amigdalitis o anginas y son causadas en gran porcentaje por virus y en menor proporción por bacterias y dentro de ellas el Estreptococo B hemolítico del grupo B. Ocasionan congestión e inflamación, fiebre, adenopatías y odinosfagia, pero las bacterianas cursaran con fiebre muy alta y mayor malestar general".

Los agentes responsables de la patología penetran por la vía aérea al respirar o por los alimentos ingeridos.

La galena señala que cuando se sobresatura esa función el tejido deja de trabajar y no cumple sus funciones, al tiempo que comienza a hipertrofiarse o a infectarse en forma recurrente sin obedecer a los tratamientos tradicionales para ello e incluso puede dar complicaciones.

¿Cuando operar?

La cirugía de adenoides y amígdalas es de los procedimientos más frecuentemente realizados dentro de la especialidad, y de las operaciones más comunes en niños. Actualmente, la indicación más común es la hiperplasia asociada a trastornos del sueño, desplazando a las infecciones recurrentes como primera causa de cirugía.

"En general las principales indicaciones serán por infección y obstrucción de la vía aérea, así como cuando se sospecha una patología maligna como cáncer en adultos y linfomas en los niños. Las indicaciones relativas pueden esperar y discutirse ya que no son de emergencia. Las contraindicaciones son por trastornos de coagulación, proceso infeccioso activo, asma, infección no controlada y riesgo a insuficiencia velofaríngea que pueda traer complicaciones fonatorias y deglutorias", indica la doctora.

Aunque es un procedimiento sencillo no está exento de riesgos. La especialista resalta que de haber una complicación la más temida es la hemorragia por lesiones vasculares, en especial de la carotida que es mortal en un 99% de los casos.

"Dentro de las complicaciones luego de la cirugía de forma inmediata sigue siendo la hemorragia la más importante por lesiones vasculares menores, broncoaspiración de sangre, heridas de úvula y paladar, infecciones y parálisis nerviosas del lingual, glosofaríngeo e hipogloso. Las complicaciones tardías serán luego de los ocho días en el postoperatorio, cuando se vean la insuficiencia velo faríngea, estenosis naso y orofaríngeas, así como las recidiva por que no se extirpó completamente el tejido amigdalar", detalla.

La mayoría de las complicaciones pueden evitarse y por ello se indica adecuada evaluación preoperatoria de parte del anestesiólogo, cirujano y cardiólogo, así como realización de exámenes y estudios de imágenes actualizados e indicación de medicación preoperatoria adecuada según el caso.
El tratamiento post operatorio es de suma importancia que sea cumplidola cabalidad con dieta líquida helada y el reposo correspondiente.

"Es una operación muy sencilla pero debe tomarse todas las previsiones para no errar y tener complicaciones prevenibles".