En Venezuela el parto respetado no es una novedad, pero en los últimos meses esta técnica se ha incrementado debido al menor costo y metodología que acarrea.
Para definir la modalidad es necesario recalcar que el parto humanizado y el parto respetado son diferentes.
De acuerdo a las explicaciones emitidas por el ginecobstetra, Carlos Hernández Castillo, el primero hace referencia al apego o contacto precoz del bebé al cuerpo de la madre, una vez que este llega al mundo ya sea desde el parto natural o cesárea, para incentivar la lactancia materna. El segundo, además de apegarse a las normas del humanizado, cuenta con la participación del médico tratante, de la dula (conocida como comadrona), del neonatólogo (para prevenir alguna emergencia), del padre, la familia y anestesiólogo (si el paciente lo desea) con el fin de recibir al bebé de forma natural, evitando así algún tipo de intervención quirúrgica.
"En los centros privados del país, este tipo de parto es una novedad. De hecho, el Centro Médico Santa Paula está capacitado con cinco habitaciones adecuadas para atender este plan", indicó Hernández.
Protocolo
Para considerar este tipo de nacimiento, tanto el centro de salud como el paciente o los padres deben cumplir una serie de normas en pro del resguardo del bebé y de la madre.
La dula debe ser psicóloga, tener conocimientos en lactancia materna y yoga. Aunado a ello, debe capacitarse a través de un curso especializado para tal fin.
La madre, también, tiene que recibir un curso para informarse y prepararse ante las técnicas y prácticas que debe aplicar el día del parto.
Dicho curso, tiene una duración de cuatro sábados y el mismo es dictado por el Centro Médico Santa Paula, en Caracas.
La habitación está diseñada especialmente para tal fin. Esto quiere decir, que la misma debe estar ubicada a pocos metros de un quirófano, con capacidad para controlar la cantidad de luz y sonido que requiere y una cama particular.
Riesgos
El especialista Hernández, quien apoya esta iniciativa, aseguró que la probabilidad de riesgo es baja siempre y cuando se cumpla el protocolo.
"A las pacientes con altos riesgos, como aquellas con placenta baja, placenta previa sangrante, hipertensión o embarazo de morochos y que alguno esté sentado, no les recomiendo aplicar esta modalidad", dijo.
Por su parte, la Organización Mundial de la Salud (OMS) publicó, en febrero de 2018, una guía con 56 recomendaciones basadas en el cuidado correcto durante el trabajo de parto y posparto.
"Si el trabajo de parto progresa normalmente y la mujer y su bebé están en buenas condiciones, no es necesario que reciban intervenciones adicionales para acelerar el parto", declaró Nothemba Simelela, subdirectora general de la OMS para la familia.
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