Milton Becerra: “El peligro para el planeta ahora es real”
La obra "Meteorito", del artista venezolano radicado en París, fue adquirida por el Museo de Arte de Nevada, en Estados Unidos
Mientras la NASA anuncia la proximidad de cinco asteroides a nuestro planeta, entre ellos el peligroso “Dios del caos”, del tamaño de la torre Eiffel, el Meteorito del venezolano Milton Becerra (Táchira, 1951) llega a la colección del Museo de Arte de Nevada, Reno, donde formará parte de una exposición sobre el movimiento del Land art en el mundo.
Se trata de la obra con la que el artista, considerado el pionero de esa tendencia en Venezuela, nos representó en la XVIII Bienal de Arte de Sao Paulo en 1985, donde llevó a cabo la instalación con materiales del entorno natural brasileño.
Una obra de carácter efímero, de la que hoy testimonian fotografías, libros y documentos en los que se centró la investigación que condujo a su realización, los cuales entrarán a la colección de más de dos mil obras sobre esta tendencia en los siglos XIX y XX que posee el museo estadounidense fundado en 1931.

Documentos que acompañan la obra del artista venezolano (CORTESÍA)
“Su centro de Arte EICA+E, creado en 2009, es el único en el mundo dedicado al estudio del arte y su medio ambiente”, informa Becerra, radicado hace ya casi cuatro décadas en la capital francesa.
“Su centro de Arte EICA+E, creado en 2009, es el único en el mundo dedicado al estudio del arte y su medio ambiente”, informa Becerra, radicado hace ya casi cuatro décadas en la capital francesa.
“Funciona –continúa- como un departamento de investigación, con más de 500 artistas que trabajan en los siete continentes sobre el arte de la Tierra, (Earthworks, Land Arts), como Walter De Maria o Michael Heizer, entre muchos otros”.
Este año, dice, incluyeron en su colección su obra Meteorito, que será presentada en la exposición Land art en el pasado y el presente, con la curaduría de Ann Wolfe, la persona que contactó a la galería Beatriz Gil para formalizar la adquisición de su trabajo para la colección del Museo de Nevada.
Del Universo al origen
-Meteorito –explica su autor- está basada en el desarrollo e investigación de las teorías científicas de la época, basadas entre la ficción y la realidad. Fue a partir de la llegada del hombre a la Luna cuando por primera vez se pudo tener una visión diferente de la Tierra en el sistema solar, aunque en los años 70 y 80 se especulaba mucho sobre el Universo.
Hoy, esas teorías han cambiado, pero Milton Becerra, artista que ha escogido las piedras como centro sus propuestas estéticas y conceptuales, ve en ellos claves para la comprensión de nuestro entorno terrenal y espiritual.
Formado en la Escuela de Artes Plásticas Cristóbal Rojas, en los talleres de Soto y Cruz Diez se entrenó, entre 1973 y 1980, en el estudio y manejo de problemas del color y la forma, partiendo del cubo blanco de Malevich y los postulados de Wittgenstein.
Arte concreto, neoplasticismo, arte cinético, op art, y otras corrientes contemporáneas, definen sus investigaciones iniciales. Su primera individual, Volumen vibro-hexagonales, en 1973 en el Ateneo de Caracas, incluye la ambientación sonora con la que recibe en los 80 el premio del III Salón Nacional de Jóvenes Artistas con el que parte a Francia.
Sus instalaciones sub urbanas en distintas áreas, revelan en esos años una preocupación por la Naturaleza que lo inscribe en la línea de las artes de la tierra.
Al mismo tiempo, sus piedras aparecen como símbolos del legado de nuestros pueblos indígenas, una preocupación que lo ubica en el Eco Art con un sello personal y único que ha sido objeto de una docena de reconocimientos nacionales e internacionales, amén de exposiciones en los más renombrados espacios internacionales.
Becerra, como advierte el fallecido crítico Alfredo Boulton, “fusiona la tradición de esas culturas con la modernidad de las tendencias artísticas de la época, abstracción geométrica y cinetismo”.

Meteorito, de 1985 (CORTESÍA)
Ciencia y estética
“Esas piedras son fragmentos de estrellas que caen sobre la Tierra. Son receptores del saber e indicadores de nuestro pasado, presente y futuro”, sostiene el artista.
-¿Qué representan para usted?
-El hombre ha grabado sobre las rocas la historia de la Humanidad, dejando allí presencia de su relación espiritual con el universo.
-Las culturas indígenas ocupan un lugar central y diferenciador en su trabajo conceptual. ¿Cómo empezó su relación con esas culturas y cómo las vincula con las piedras?
-El estudio e investigación de las culturas indígenas me ha enseñado el respeto que debemos tener por la Naturaleza. Convivimos con ella, protegerla es nuestro deber. Somos parte de un todo que hace posible la vida sobre la Tierra y su entendimiento nos eleva a otro estado de conciencia espiritual.
Sobre las piedras –continúa-, traza figuras circulares, espirales, signos que evocan los símbolos antiguos que representan la Naturaleza. “Estos trabajos ejecutados a lo largo de mi trayectoria artística son inspirados en los petroglifos prehistóricos, cuyos significados no han sido totalmente descifrados. Recuperar ese medio expresivo –agrega- es establecer un puente de comprensión a través de claves estéticas, para una reconciliación con la historia, la memoria y la Naturaleza”.
-Usted pasa de un trabajo con el volumen al arte concepto y las instalaciones, ¿cómo fue ese proceso?
-Mi trabajo artístico es concepto y volumen. Ambos forman parte del desarrollo de mi obra para crear mis instalaciones.
-¿Cómo influyó en su formación la experiencia del trabajo en los talleres de los artistas Jesús Soto y Carlos Cruz-Diez?
-Ambos me enseñaron el reconocimiento de otra dimensión en el espacio tiempo de la obra.
Ciencia y estética
“Esas piedras son fragmentos de estrellas que caen sobre la Tierra. Son receptores del saber e indicadores de nuestro pasado, presente y futuro”, sostiene el artista.
-¿Qué representan para usted?
-El hombre ha grabado sobre las rocas la historia de la Humanidad, dejando allí presencia de su relación espiritual con el universo.
-Las culturas indígenas ocupan un lugar central y diferenciador en su trabajo conceptual. ¿Cómo empezó su relación con esas culturas y cómo las vincula con las piedras?
-El estudio e investigación de las culturas indígenas me ha enseñado el respeto que debemos tener por la Naturaleza. Convivimos con ella, protegerla es nuestro deber. Somos parte de un todo que hace posible la vida sobre la Tierra y su entendimiento nos eleva a otro estado de conciencia espiritual.
Sobre las piedras –continúa-, traza figuras circulares, espirales, signos que evocan los símbolos antiguos que representan la Naturaleza. “Estos trabajos ejecutados a lo largo de mi trayectoria artística son inspirados en los petroglifos prehistóricos, cuyos significados no han sido totalmente descifrados. Recuperar ese medio expresivo –agrega- es establecer un puente de comprensión a través de claves estéticas, para una reconciliación con la historia, la memoria y la Naturaleza”.
-Usted pasa de un trabajo con el volumen al arte concepto y las instalaciones, ¿cómo fue ese proceso?
-Mi trabajo artístico es concepto y volumen. Ambos forman parte del desarrollo de mi obra para crear mis instalaciones.
-¿Cómo influyó en su formación la experiencia del trabajo en los talleres de los artistas Jesús Soto y Carlos Cruz-Diez?
-Ambos me enseñaron el reconocimiento de otra dimensión en el espacio tiempo de la obra.
El Land art hoy
En la actualidad, las investigaciones científicas sobre estos cuerpos celestes han cambiado, afirma el artista. “El hombre hoy ve con más interés los recursos mineros que contienen estas piedras estelares”.
“Al mismo tiempo, el Land art ha perdido su romanticismo”, declara al ser consultado sobre el estado actual de esta tendencia artística que hace de la naturaleza y sus materiales instrumentos para hacernos tomar conciencia, por la vía estética, de las amenazas al ambiente y al planeta.
“Ya no se trabaja en esa cosa tan romántica de antes, porque el peligro ahora es real. Hay un riesgo que está presente y lo vemos constantemente en la desaparición de los glaciares y especies animales, de islas enteras y catástrofes por todos lados”, añade.
-Actualmente –continúa- estamos peleando para bajar 1.5 grados la temperatura de la Tierra y no sabemos cómo hacer para que la gente tome conciencia. Al mismo tiempo, hay gente indagando en el origen, en la esencia, cómo llegamos aquí, como se formó la vida.
En cuanto a su propio trabajo, dice que su investigación “sigue orientándose al desarrollo de conceptos que he venido trabajando desde el inicio de mi obra, con códigos como Estados de relación, Análisis de un proceso en el tiempo, y Dentro lo posible lo imaginario, en la conformación de una enciclopedia que se dibuja a partir del paisaje, con los elementos que lo componen y la consecuencia de la intervención del hombre en el medio ambiente”.
-Pero también –asevera- el reconocimiento de los argumentos que el hombre ha desarrollado física y espiritualmente es una insistencia que se acentúa en mi trabajo con más seguridad con el paso del tiempo.
@weykapu
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