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Rebecca Solnit: “Lo malo es el patriarcado, no los hombres”

La escritora estadounidense y pensadora feminista publica su autobiografía “Recuerdos de mi inexistencia”

  • DULCE MARÍA RAMOS

07/03/2021 01:00 am

“Me convertí en una experta en evaporarme, deslizarme y escabullirme, en retroceder y zafarme de situaciones difíciles, en esquivar abrazos, besos y manos indeseados, en ocupar cada vez menos espacio en el autobús cuando un hombre se despatarraba e invadía mi asiento, en desligarme poco a poco o en desaparecer de golpe: en el arte de la inexistencia, ya que la existencia era muy peligrosa”
Fragmento de Recuerdos de mi inexistencia

Durante más de dos décadas, Rebecca Solnit ha escrito una veintena de libros e innumerables artículos de opinión que la han convertido no solo en una autora rigurosa y comprometida, sino en una de las voces más afiladas y contundentes del feminismo actual. Autora del famoso libro Los hombres me explican cosas, que dio origen al concepto de “mansplaining”, Solnit publicará a partir de ahora su obra con el sello Lumen: su primer título con el grupo editorial es Recuerdos de mi inexistencia; en junio saldrá Cenicienta liberada, una versión del clásico infantil que escribió para su sobrina, y el próximo año De quién es esta historia.

Semanas atrás, en una conferencia de prensa internacional realizada a través de Zoom, Solnit presentó Recuerdos de mi inexistencia, su autobiografía que empieza en 1981 cuando se mudaba a su primer apartamento en un barrio marginal de San Francisco, Estados Unidos. En él pasaría los siguientes veinticinco años, un periodo donde relata las batallas más feroces para lograr la difícil tarea de construir su identidad y hallar una voz en una sociedad que agrede y silencia a las mujeres.

“Todas las mujeres vivimos en un océano de violencia masculina y esto tiene un impacto en nuestra autoestima, en nuestras decisiones y la realidad de nuestra propia existencia. Escribí el libro pensando en la mujer de una forma universal porque la violencia radica en cuanto socavan tu derecho a tener tu propia voz, representarnos a nosotras mismas y participar en la sociedad, en el poder de decir sí o no”, dice la autora, nacida en Bridgeport, Connecticut, en 1961.

"Todas las mujeres vivimos en un océano de violencia masculina", afirma la escritora estadounidense (CORTESÍA)

Para Solnit la lucha entre ciertos grupos feministas radicales que excluyen a las mujeres transexuales o la comunidad queer es absurda porque precisamente lo que buscan todos estos movimientos es la igualdad de derechos y liberarse de los roles que les ha impuesto el patriarcado. La escritora recuerda que creció rodeada de hombres homosexuales y esa convivencia le demostró que los hombres pueden ser cálidos, íntimos y compresivos.

“Lo malo es el patriarcado, no los hombres. De ahí que los hombres heterosexuales también deben liberarse. Y precisamente esos hombres homosexuales que se apartaron del discurso del patriarcado fueron mis amigos y me enseñaron que tu posición en el mundo es un acto de insurrección”, destaca, haciendo énfasis en que hay muchas formas de vivir y no únicamente desde el matrimonio tradicional heterosexual.

En relación a lo que han vivido las mujeres con la pandemia, la escritora resalta que en este tipo de tragedias se revelan los que son más fuertes y también los más débiles en una sociedad, pero eso ocurre en el ámbito privado porque en el hogar, en el ámbito íntimo, se ha revelado que la igualdad no existe y que son las mujeres quienes han tenido más trabajo. “Debemos pensar, después de la pandemia, en cómo fomentar la igualdad en el hogar”, sentencia.

Por otra parte, sobre la verdadera esencia de ser feminista, dice: “Lo que significa ser feminista es que las mujeres puedan tener autodeterminación y control sobre su propio cuerpo; es decir, acceso a los derechos de reproducción, acceso médico y educativo para controlar la fertilidad”. También resalta que para entender la necesidad del derecho al aborto se deben cambiar no solo las leyes, sino las realidades culturales, especialmente en aquellas zonas donde la pobreza está determinada por el número de hijos.

Critica fuertemente la posición los progresistas de izquierda frente al feminismo. “Todo lo que hace un hombre con sus hijos siempre se alaba; en cambio para la mujer es algo que se da por hecho, pero hay un fenómeno que existe en los círculos de la izquierda progresista en Estados Unidos que utilizan el feminismo como una forma para manipular a las mujeres e ignorarlas, en particular cuando éstas acusan a un hombre de abuso con la actitud de que ‘no creemos que lo haya hecho’. De ahí, que los hombres no pueden tomar las decisiones dentro el movimiento feminista y mucho menos guiarlo”, comenta.

Rebecca Solnit insiste en que la única forma de combatir el discurso machista es a través de la educación tanto de los padres en casa como de los profesores en las escuelas.

La escritora no critica ni juzga a las mujeres que se dedican lamentablemente al trabajo de la prostitución, ya que si realmente existiera la igualdad económica entre el hombre y la mujer, y por ende los mismos derechos, una mujer no expondría su vida y su cuerpo para ganar dinero.
@DulceMRamosR



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