La pandemia ha significado un revés para los músicos que viven de sus presentaciones en vivo, pero al mismo tiempo el uso de las redes les ha abierto otros caminos bajo la modalidad de conciertos y encuentros virtuales, que les permiten trabajar sin fronteras.
“Es una de las mejores herramientas que los músicos podemos tener actualmente. Gracias a eso pudimos realizar recientemente el video homenaje a Porfi Jiménez, que reunió a músicos en China, Venezuela, Italia y Estados Unidos”, afirma Josep Sequera, autor intelectual de ese concierto virtual en el que compartió voces con Wolfang Perdomo, Álvaro Gamboa y Juan Carlos Newman.
“Yo me di a conocer en Chile por las redes -agrega-, y en Colombia, aunque viví allá, gracias a las redes la orquesta Malecón me ofreció trabajar con ellos. Al mismo tiempo, las redes nos permiten no sólo comunicarnos, sino seguir adelante en un momento en que las disqueras prestan más atención al físico de un artista que al talento. También podemos promocionarnos y vender nuestro trabajo de manera independiente”.
Percusionista y timbalero además, Sequera está entregado al canto. No en balde, este guaro que hace 19 años decidió enrumbar su destino hacia España, nació en Barquisimeto, definitivamente la capital musical de Venezuela. Por su voz, ha acompañado como corista a intérpretes famosos como el colombiano Carlos Vives, el puertorriqueño Tito Nieves, el dominicano Yiyo Sarante Maelo y la española Rosa López.
Pero su turno como solista le llegó hace rato, con cuatro grabaciones en su haber que lo han llevado a darle la vuelta al mundo, con presentaciones en los más distantes puntos del planeta, de Rusia a Marruecos, de Italia a Holanda, pasando por el continente asiático y Brasil, Colombia, Aruba y Curazao, en Latinoamérica.
“Grabé un single con Nelson Alizo, titulado Dedico, y luego Mi logro, para explorar la música pop flamenco en Europa y en Italia grabé Salsa y bachata, con Caribe Flow.
Actualmente trabaja en un proyecto que nació en la pandemia, confiesa. “Conocí a Mario Galván, un acreditado productor argentino, responsable de un grupo muy famoso a nivel mundial, Ráfaga, que se ha presentado hasta en China, y me hizo cuatro temas”.
Como resultado surgió un disco de cumbias, con el que aspira a conquistar el mercado colombiano. “En él cuento con la colaboración de Ely Méndez, Renzo Lárez, Rubén Levi y mi entrañable amigo Carlos Quinto Hermoso, que están haciendo posible este proyecto”, subraya.
Su trayectoria, relata, comenzó en Barquisimeto con Nino y su Orquesta. Luego conoce a Juan Carlos Newman, quien lo recomienda con las agrupaciones de dos maestros ya fellecidos, Willilam Puchi y Porfi Jiménez. “También estuve en RumBand, y luego intenté tener mi propia orquesta en Barquisimeto, llamada La Noche. En Caracas pasé por varios centros nocturnos, Picoteo, Remember, Pop han Grill, y otros en Valencia, Maracay, Puerto Ordaz”.
Fue cantando en una Fiesta Brava en esta última ciudad, cómo empezó, dice, su aventura en Valladolid, España, cuando es invitado a formar parte de la orquesta Flash Band de esa capital, y decide probar fortuna en el Viejo Continente.
“España me ha abierto las puertas para conocer otros países, y llevar el canto latino a todos los rincones del mundo. Aquí mi aventura empezó con la orquesta Flash Band, donde estuve un año, y he tenido la dicha de grabar con distintas agrupaciones de Galicia, como Ardelubo Bin Band, Los Trovadores y Orquesta Israel, entre otras.
La pandemia ha reducido ese panorama, obligándolo a desempeñarse en una empresa de transporte, Tipsa, para seguir ganándose la vida, pero “sin dejar de soñar con la música y el canto”.
Y en ese sueño entra la preparación de su disco Josep y su sonora, que será grabado en Colombia, Venezuela, y los estudios de Tony Louzao en España. La producción, dice, cuenta también con arreglos de los venezolanos Rubén Levi y Carlos Quinto Hermoso, “y el gran trompetista colombiano Nelson Gómez, que formó parte de Guayacán y el Grupo Niche”, acota.
-¿Qué representa la música en su vida?
-Todo, ya que me ha dado todo lo que ahora tengo, todo lo que hasta ahora conozco. Los diferentes países que he recorrido, tanta gente que me ha permitido conocer. Todo lo que tuve que aprender para llegar donde estoy, sobre todo en los distintos géneros en los que he incursionado.
En cuanto a la música electrónica, opina que ha sido una manera “de poner en otro punto a la música latina, pero no olvidemos nunca que a nuestra música le podrán salir mil géneros como competencia, pero nunca será tan fugaz como esos géneros. En otras palabras, la música latina no pasa de moda y nunca se dejará de escuchar”.
-¿Cómo ve el panorama de esa música en Europa?
-El músico latino está muy bien parado en Europa. Aunque debo acotar que hay de todo. Músicos muy buenos, muy bien preparados, y otros que se dedican a mentir y a inventar trayectorias para poder llegar. No se dan cuenta de que sólo hay que prepararse. El latino aquí es grande porque es muy versátil, se adapta a cualquier género musical, y eso nos ha dado un sitial en este continente.
“Es una de las mejores herramientas que los músicos podemos tener actualmente. Gracias a eso pudimos realizar recientemente el video homenaje a Porfi Jiménez, que reunió a músicos en China, Venezuela, Italia y Estados Unidos”, afirma Josep Sequera, autor intelectual de ese concierto virtual en el que compartió voces con Wolfang Perdomo, Álvaro Gamboa y Juan Carlos Newman.
“Yo me di a conocer en Chile por las redes -agrega-, y en Colombia, aunque viví allá, gracias a las redes la orquesta Malecón me ofreció trabajar con ellos. Al mismo tiempo, las redes nos permiten no sólo comunicarnos, sino seguir adelante en un momento en que las disqueras prestan más atención al físico de un artista que al talento. También podemos promocionarnos y vender nuestro trabajo de manera independiente”.
Percusionista y timbalero además, Sequera está entregado al canto. No en balde, este guaro que hace 19 años decidió enrumbar su destino hacia España, nació en Barquisimeto, definitivamente la capital musical de Venezuela. Por su voz, ha acompañado como corista a intérpretes famosos como el colombiano Carlos Vives, el puertorriqueño Tito Nieves, el dominicano Yiyo Sarante Maelo y la española Rosa López.
Pero su turno como solista le llegó hace rato, con cuatro grabaciones en su haber que lo han llevado a darle la vuelta al mundo, con presentaciones en los más distantes puntos del planeta, de Rusia a Marruecos, de Italia a Holanda, pasando por el continente asiático y Brasil, Colombia, Aruba y Curazao, en Latinoamérica.
“Grabé un single con Nelson Alizo, titulado Dedico, y luego Mi logro, para explorar la música pop flamenco en Europa y en Italia grabé Salsa y bachata, con Caribe Flow.
Actualmente trabaja en un proyecto que nació en la pandemia, confiesa. “Conocí a Mario Galván, un acreditado productor argentino, responsable de un grupo muy famoso a nivel mundial, Ráfaga, que se ha presentado hasta en China, y me hizo cuatro temas”.
Como resultado surgió un disco de cumbias, con el que aspira a conquistar el mercado colombiano. “En él cuento con la colaboración de Ely Méndez, Renzo Lárez, Rubén Levi y mi entrañable amigo Carlos Quinto Hermoso, que están haciendo posible este proyecto”, subraya.
Su trayectoria, relata, comenzó en Barquisimeto con Nino y su Orquesta. Luego conoce a Juan Carlos Newman, quien lo recomienda con las agrupaciones de dos maestros ya fellecidos, Willilam Puchi y Porfi Jiménez. “También estuve en RumBand, y luego intenté tener mi propia orquesta en Barquisimeto, llamada La Noche. En Caracas pasé por varios centros nocturnos, Picoteo, Remember, Pop han Grill, y otros en Valencia, Maracay, Puerto Ordaz”.
Fue cantando en una Fiesta Brava en esta última ciudad, cómo empezó, dice, su aventura en Valladolid, España, cuando es invitado a formar parte de la orquesta Flash Band de esa capital, y decide probar fortuna en el Viejo Continente.
“España me ha abierto las puertas para conocer otros países, y llevar el canto latino a todos los rincones del mundo. Aquí mi aventura empezó con la orquesta Flash Band, donde estuve un año, y he tenido la dicha de grabar con distintas agrupaciones de Galicia, como Ardelubo Bin Band, Los Trovadores y Orquesta Israel, entre otras.
La pandemia ha reducido ese panorama, obligándolo a desempeñarse en una empresa de transporte, Tipsa, para seguir ganándose la vida, pero “sin dejar de soñar con la música y el canto”.
Y en ese sueño entra la preparación de su disco Josep y su sonora, que será grabado en Colombia, Venezuela, y los estudios de Tony Louzao en España. La producción, dice, cuenta también con arreglos de los venezolanos Rubén Levi y Carlos Quinto Hermoso, “y el gran trompetista colombiano Nelson Gómez, que formó parte de Guayacán y el Grupo Niche”, acota.
-¿Qué representa la música en su vida?
-Todo, ya que me ha dado todo lo que ahora tengo, todo lo que hasta ahora conozco. Los diferentes países que he recorrido, tanta gente que me ha permitido conocer. Todo lo que tuve que aprender para llegar donde estoy, sobre todo en los distintos géneros en los que he incursionado.
En cuanto a la música electrónica, opina que ha sido una manera “de poner en otro punto a la música latina, pero no olvidemos nunca que a nuestra música le podrán salir mil géneros como competencia, pero nunca será tan fugaz como esos géneros. En otras palabras, la música latina no pasa de moda y nunca se dejará de escuchar”.
-¿Cómo ve el panorama de esa música en Europa?
-El músico latino está muy bien parado en Europa. Aunque debo acotar que hay de todo. Músicos muy buenos, muy bien preparados, y otros que se dedican a mentir y a inventar trayectorias para poder llegar. No se dan cuenta de que sólo hay que prepararse. El latino aquí es grande porque es muy versátil, se adapta a cualquier género musical, y eso nos ha dado un sitial en este continente.
@weykapu
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