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Nermary Yibirin: “En Venezuela no se vive el matriarcado, sino el matricentrismo”

La abogada feminista venezolana publicó su obra literaria debut “Poderosas”, en donde explica cómo el sistema de creencias heredado no permite que las mujeres se empoderen, dándoles las herramientas a través de este libro para que cambien su realidad

  • LUCÍA ROJAS OLIVIER

25/10/2020 01:00 am

Nermary Yibirin es una abogada venezolana que siente auténtica pasión por las ciencias sociales y el rol de la mujer en la sociedad. Su curiosidad por la conducta humana la llevó a especializarse con maestrías en Hermenéutica Bíblica, Sexología, Coaching de vida y Negociaciones Económicas Internacionales.

También, posee un diplomado en Empoderamiento y Liderazgo Femenino, y otro más en Derecho y Relaciones Internacionales.

Yibirín destaca como activista feminista, apoyando el ODS (Objetivo de Desarrollo Sostenible) número 5 de la agenda 2030 de las Naciones Unidas, y es fundadora y directora de la ONG El Reflejo de mi Interior, donde por medio de la educación promueve el empoderamiento femenino y la equidad de género.

En ese sentido, la venezolana ahora publicó su primer libro sobre feminismo en nuestro país.

Poderosas fue lanzado el 11 de septiembre bajo la casa editorial Pan House y el apadrinamiento de la presentadora Mariángel Ruiz, quien aparece como prologuista de la publicación. Está disponible en la plataforma de E-Books, Amazon Kindle y fue impreso también para aquellos que quieran adquirir una copia en físico.

Para su autora, Poderosas ha tenido un recibimiento muy positivo desde que se anunció su publicación, ya que es el primer libro de este tipo sobre el feminismo en nuestro país escrito por una venezolana. En él, las mujeres podrán encontrar herramientas que promueven la reflexión sobre las creencias del rol de éstas en la sociedad y cómo esas creencias, en ocasiones, limitan el potencial que muchas realmente quisieran alcanzar, por lo que dentro de los seis capítulos que lo componen se incluyen algunos consejos prácticos de coaching y ejercicios de programación neurolingüística y científica que ayudan a reprogramar el cerebro para encontrar la grandeza y sentirse como el título lo indica: poderosas.

El capítulo 6, comenta la creadora, está dirigido a diseñar una “nueva realidad”, otorgándole a sus lectoras la sensación de empoderamiento real, que hace que lo aprendido en las anteriores secciones se mantenga y se haga parte de la vida de las mujeres.

Así lo explica: “Esta publicación no es más que un recuento por la historia para entender los roles de la mujer a lo largo de los años que se han fundamentado en la noción de género, siendo esto algo no biológico, sino un constructo social. En el libro, quiero explicar cómo estos constructos se han ido pasando de generación en generación y se han convertido en creencias irrefutables para las mujeres en la actualidad”.




-Entonces, ¿cómo se compone el libro y qué pueden esperar las personas que lo lean? ¿Es un libro de autoayuda, científico o de historias?
-Es un libro de autoayuda, pero para que las personas entiendan cómo ayudarse deben saber de historia para comprender de dónde vienen las creencias, así como la explicación científica de cómo esas herramientas que les va a dar Poderosas las pueden ayudar. Me gusta muchísimo la ciencia, comprender cómo está constituida una creencia, cómo en nuestro cerebro puede existir la capacidad de la neuroplasticidad y cómo podemos transmitir de generación en generación a través de la epigenética algunas creencias, traumas y frustraciones. Entonces, hay que entender con ciencia e historia para que el libro realmente pueda ayudar. Pero en síntesis, es un libro de autoayuda con herramientas prácticas.

La publicación se compone de seis capítulos. El primero de ellos habla de las creencias en general; el segundo, de las creencias sobre las mujeres; un tercer capítulo aborda el empoderamiento sexual; el cuarto, el empoderamiento económico; el quinto capítulo versa sobre cómo perseguimos las mujeres el amor, la soledad y la sororidad, y finalmente, el sexto capítulo que se llama Creando tu realidad, que contiene el resto de ejercicios y herramientas para crear esa nueva mujer segura de sí misma, capaz de lograr y hacer cualquier cosa que se proponga.

-¿Cómo es la relación de Mariángel Ruiz con la obra?
-Mariángel tuvo la bondad de darme el apoyo con el libro; a diferencia de mí, ella es una figura pública reconocida y le agradezco muchísimo que mi primera publicación esté apadrinada por ella, porque de alguna manera le da un impulso. Sobre cómo nos conocimos, previamente nos habíamos visto en algunos eventos en Caracas y una vez me entrevistó en su programa de radio. Ambas nos seguimos en las redes sociales porque compartimos similitud en nuestros contenidos y en mi caso particular, le pregunté si quería ser la prologuista, sin saber qué me iba a responder, por lo que cuando me dijo que sí, fue una alegría muy grande para todo el equipo. Y la elegí a ella porque siento que es una mujer que no se quedó enganchada en temas de belleza y ha sabido utilizar la plataforma que hoy tiene, el reconocimiento y la influencia, para hacer cosas positivas como es la educación con su iniciativa Ingeniando el plan,  también su podcast de libros, etc. Definitivamente, aplaudo a aquellas mujeres que buscan un liderazgo distinto y son poderosas desde allí. 

-¿Y sobre usted, cómo terminó involucrándose con el empoderamiento femenino? Desde su trabajo, ¿qué quiere aportar a la causa?
-Realmente terminé involucrándome en esto luego de terminar mi diplomado sobre el liderazgo y empoderamiento femenino con Voces Vitales Venezuela, que es una ONG filial de Voces Vitales fundada por Hillary Clinton cuando fue primera dama de Estados Unidos. Actualmente, esa filial nacional no está vinculada con las demás internacionales por temas políticos, sin embargo, sigue teniendo la misma visión y misión que su fundadora. Entre esas misiones está enseñar sobre liderazgo y empoderamiento en teorías feministas. Entonces, a raíz de ese diplomado fue que comprendí todas esas cosas que venía pensando y sintiendo, esa gran diferencia de cómo vivimos las mujeres la sexualidad y la parte económica en relación a los hombres. Tenía muchas dudas y preguntas en mi cabeza, pero no sabía que había una rama de las ciencias sociales dedicada a estudiar todo eso que son los estudios de género. Además, soy abogada de profesión y siempre me han llamado la atención las ciencias sociales, la conducta humana, por eso mis maestrías no tienen que ver con el derecho como tal, sino con la conducta humana, donde sin duda alguna, la sexualidad es un tema que nos atraviesa a todos. En el tema del empoderamiento, es sumamente interesante entender que no hay empoderamiento como tal si no ocurre uno primero sexual y económico; la sexualidad femenina es aún un tema tabú del que poco se habla, las estadísticas así lo demuestran basándose en la relación que tienen las mujeres con el placer a diferencia de los hombres.

"Lo que quiero aportar a la causa es despertar a través de la educación. Mi causa va ligada muchísimo al tema educativo, dicto un diplomado de coaching online, también tengo un programa de empoderamiento de un mes. Pienso en toda la educación que no tuve, a pesar de que fui a la universidad estudiando en Maturín​, absolutamente nadie me habló de roles de género ni de teorías feministas, creo que esa ignorancia me hizo cometer muchos errores. Por lo que pienso que Poderosas es esa herramienta que puede servir para educar en temas de género de una forma simple sin ir a la subjetividad, sino yendo a la fuente de la información de la forma más objetiva posible", agrega. 

“Siento que en el país hemos avanzado con el feminismo” (MARTHA BENCOMO)

-En Venezuela, si bien la cultura existente es machista, al igual que la mayor parte de Latinoamérica, aparentemente son las mujeres las que llevan las riendas en la familia, llegando incluso a ser éstas más machistas que los hombres. ¿Qué opina de esa percepción?
-En el país se da un fenómeno que muchas personas confunden con matriarcado, que se llama matricentrismo, que es el hecho de que casas y hogares viven o se desenvuelven alrededor de la madre y de las mujeres. Entonces, nos encontramos con muchos hogares donde no hay papás, solamente abuelas, mamás o hijas, en fin, sólo mujeres que son las que llevan las riendas dentro de las casas. Hay muchos que confunden esto con matriarcado alegando que Venezuela no es machista, y nada está mas lejos de la realidad. Lo que la equidad de género quiere es que las mujeres mandemos dentro de los puestos de poder y decisión, no que mandemos dentro de la casa, eso no es matriarcado.

"Con respecto a las mujeres que llegan a ser mas machistas que los hombres -prosigue-, efectivamente el machismo está en cada uno de nosotros los humanos, porque es el sistema en el que hemos vivido y nos hemos regido. Yo a veces me puedo sorprender o descubrir teniendo respuestas o pensamientos machistas, porque es la forma en la que está dibujada y diseñada la sociedad y sí, en efecto, hay mujeres que son machistas, yo lo era. Ahora digo que soy una “machista en rehabilitación”. Lo que tenemos qua hacer para erradicar eso es educarnos, porque estoy segura que muchas mujeres ejercen el micro machismo y el machismo porque no saben hacer las cosas de otra manera, así seguramente lo hacían sus mamás y abuelas, y porque no saben que hay otras formas de hacerlo. A veces pensamos que nuestras creencias son las únicas validas y las damos por ciertas sin siquiera ponerlas en duda. 

-Desde su experiencia en el tema y a propósito de su nueva obra, ¿cómo ve el paronama del movimiento feminista en el país?
-El feminismo en Venezuela ha evolucionado últimamente y ha avanzando bastante, tenemos muchas organizaciones dedicadas a la defensa de los derechos de la mujer y a la igualdad de género, no solamente a través de la educación, sino a través de otras vertientes. En el caso de mi ONG, esta se dedica a la educación y desde allí soy muy pro empoderamiento sexual y económico, pero encontramos organizaciones que están empoderando a chicas o niñas a través de la tecnología, otras que están empoderando a mujeres empresarias para que puedan alcanzar puestos importantes dentro de sus compañías, otras que se dirigen a niñas educándolas en sus derechos sexuales y reproductivos, y así… Entonces, sí hay un auge positivo en el movimiento, hasta observamos cómo hemos avanzado en el tema de la etiqueta hacia la comunidad feminista. Cuando yo me inicié en el feminismo, había muchas mujeres de la tercera edad y muy pocas jóvenes. Hoy en día se han sumado muchas jóvenes porque han desmitificado la palabra feminismo, pues ésta tiene todavía un estigma, hay mucha gente que se quiere desligar diciendo que no son ni feministas ni machistas, pensando que quienes estamos dentro de ese movimiento buscamos invertir los papeles y estar por encima del hombre, confundiendo el feminismo con el hembrismo… El feminismo, sencillamente, es un movimiento social que busca la equidad, y que más mujeres puedan acceder a puestos de decisión que cultural e históricamente han estado reservados a los hombres, eso ya muchas jóvenes lo están entendiendo, por eso se han identificado con el movimiento, así que, en el país vamos por buen camino con ese tema, a nuestro ritmo claro, porque cada país es diferente y cada uno tiene luchas diferentes, no podemos compararnos. Pero sí siento que ha habido un despertar en Venezuela respecto al feminismo.

-Ya que tiene estudios vinculados a la religión, ¿cree que las religiones son machistas?

-Es una realidad, nada más con estudiar por encima nos podemos dar cuenta que las tres grandes religiones del mundo que son el Islam, el Judaísmo y el Cristianismo, son machistas. Algunas llegan a serlo abiertamente, pues el eslabón es “la mujer debe sujetarse del hombre y éste de Dios”, por lo que el hombre siempre está por encima de la mujer. El Vaticano, por ejemplo, es el único país en el mundo donde las mujeres no tenemos derecho al voto, como tampoco a presidir el mismo. Si siendo un país soberano se le niega un derecho tan fundamental a la mujer como es el del voto, eso habla por sí sólo. Y en general, con respecto a las demás religiones que parecieran ser más inclusivas, como es el caso del Budismo, también tienen rasgos machistas. De hecho, en ninguna religión, o al menos en la mayoría, el maestro o el dios es una mujer, siempre son hombres. También vemos como ciertas cosas se repiten; como Buda, que fue concebido por un sueño, ya que estos maestros o dioses nunca son concebidos por el sexo, pues éste “mancha” o le quita divinidad a la mujer. Jesús tuvo que venir al mundo a través de una virgen, una que estuvo muy limitada en su hacer, según lo muestran las escrituras. Entonces, tenemos una religión, en el caso del Catolicismo, que rige en la mayor parte de Latinoamérica, donde los grandes personajes son hombres, y si se nombra a una mujer en la Biblia es por ser una virgen (María), abnegada y por su cumplimiento con el status quo, o el ejemplo contrario con María Magdalena, una prostituta que Jesús salvó.

Para conocer más de la autora puede visitar su página web www.nermaryyibirin.com o seguirla a través de sus redes sociales @nermaryyibirin. Poderosas ya se encuentra disponible en digital en Amazon Kindle o puede ser adquirido en la página de Amazon en la versión paperback.

@LuRoj

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