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Rosario Prieto: “La actuación es el amor de mi vida”

En medio de la pandemia por el Covid-19, la actriz conmemora más de seis décadas de trayectoria en la televisión y las tablas con el anhelo de reencontrarse con su pasión más grande: la interpretación

  • YOLIMER OBELMEJÍAS

27/09/2020 01:00 am

Rosario Prieto (República Dominicana, 1942) habla con pasión sobre su carrera y las anécdotas que ha acumulado a lo largo de más de seis décadas de trayectoria artística. 

“Empecé mis estudios de ballet a los cinco años; y mi carrera en televisión a los 17, cuando Renny (Ottolina) quiso tener una bailarina clásica para su equipo. Su programa era en blanco y negro y se transmitía en vivo”, cuenta evocando su primera experiencia en la pantalla chica nacional. 

La experimentada intérprete tiene más de 100 telenovelas en su haber. Leonela, Topacio, Mi amada Beatriz, Rubí rebelde, El desprecio, De oro puro, Alejandra, Pura sangre, Viva la Pepa y A calzón quita'o son tan solo algunos de los títulos más exitosos en los que participó. 

Prieto también integró el elenco de varios montajes teatrales, de la mano del animador y productor Guillermo “Fantástico” González. En su momento, formó parte del panel del programa ¿Cuánto vale el show? 

Durante casi tres décadas, la artista compartió sus labores en la televisión y en las tablas con la formación de nuevas generaciones de actores en la Academia Nacional de las Ciencias y Artes del Cine y la Televisión de RCTV, que dejó de funcionar hace algunos años cuando la planta televisiva fue cerrada por el gobierno nacional. 
 
- ¿Qué balance hace del tiempo que tiene dedicada al mundo de la actuación?
- Para mí esta profesión ha sido mi marido, el único amor de mi vida, el que me ha dado todo, muy pocas lágrimas y risas, el que me dio para mantener a mis hijos, para levantar a una familia dentro de un cuadro excepcional, que son todos profesionales y que le echan pichón a la vida aunque ahora me siento como que no puedo actuar porque el tipo me dejó. 

- ¿Lo dice por lo que estamos viviendo del Covid 19 y el confinamiento?
- Lo digo por todo lo que estamos arrastrando desde que cerró Radio Caracas Televisión en 2007. En ese momento, daba clases en la Academia Nacional de las Ciencias y Artes del Cine y la Televisión de RCTV. Tuve 25 años dando clases y el último grupo de jóvenes que salió de allí fue de mis manos (…) RCTV fue un gran canal, con todos los problemas que pudo haber tenido a nivel político, pero nosotros como personal nos entregamos a él hasta la muerte. Las primeras novelas que salieron al exterior fueron las venezolanas, las que tuvieron mayor éxito. Yo cobré royalties no por Radio Caracas sino porque me lo mandaban de Europa y recibí dinero en euros. Nosotros no ganábamos royalties sino un pago mínimo y eso que vendían las novelas a todas partes del mundo. Tengo escenas mías en ruso, en francés y portugués. 
 
- A estas alturas de su trayectoria profesional, ¿A qué personajes le interesa dar vida? ¿Hay alguno que se le haya quedado en el tintero?
- No, yo realicé todos los personajes que quería y los que no pude, los escribí y los hice (risas). 
 
- No esperó por nadie...
- No y lo que más quiero volver a hacer es un monólogo que saqué hace 25 años que se llama Mujer, mujer. La comedia, que es espectacular, es un texto extraordinario con el que recorrí Venezuela y parte del exterior. Siempre me fue muy bien con él y con todo lo que he hecho teatralmente. Por lo menos, una o dos veces al año lo hago para graduaciones de liceos, no en los teatros porque en muchos no se puede. 


- Ha interpretado a mujeres extraordinarias en su carrera y, probablemente, también ha conocido muchas de ellas, ¿Qué cualidades tienen para usted las mujeres extraordinarias y qué cualidades hacen que una mujer sea extraordinaria? 
- Una mujer es extraordinaria cuando tiene la verdad en frente, cuando sabe aceptar la verdad, cuando sabe aceptar su realidad, cuando sabe aceptar su edad y cuando sabe aceptar su condición física, humana e intelectual. 

- A partir de los 37 años, empecé a ser mamás de protagonistas. Fui mamá de Javier Vidal, Franklin Virgüez y Alfonzo Medina, etc. Puedes ver algunas escenas con diferencia de años y darte cuenta que no se parecen en nada. Yo hice una mamá que tenía un hijo en la cárcel por narcotraficante y después, hice otra que su hijo también era narcotraficante, pero tenía otra historia y nivel social. Me ha tocado ser mamá mandona, castrante, sacrificada y violentada domésticamente, muchos personajes. Tengo 108 telenovelas, imagínate. 

- ¿Qué le permite mantener el ánimo en su carrera frente a cada personaje que le toca interpretar?
- Si tú eres una enamorada de lo que haces te das cuenta que eso te mantiene optimista. Como le dije a mi fisioterapeuta en estos días: “Menos mal que no me tocó ser empleada doméstica porque sino tendría que haberme retirado porque me duele todo”. Yo me he subido al escenario sin prácticamente poder caminar. He hecho obras, he bailado, he brincado, he cantado y nadie se ha dado cuenta de lo que me pasa, solo cuando me voy. 


 
- De los muchos personajes que ha dado vida, ¿alguno es entrañable para usted?
- Sí, cómo no. Morgana, el personaje de una gitana que hice en Amanda Savater. Salvador Garmendia dijo que si no lo hacía yo el personaje no iba. 

- ¿Considera que la falta de espacios, la posibilidad de que los actores se presenten en los lugares más concurridos, más visitados del público es una de las principales dificultades que afrontan en estos momentos en Venezuela?
- Sí bueno, ni siquiera en estos momentos porque estamos en una cuarentena, aunque ya han pasado un poco de días (risas). Ahora estamos inventando teatro. Carmen Julia (Álvarez) y yo presentamos en octubre del año pasado la obra que ella escribió y dirigió Daniela (Alvarado) que se llama Sin fecha de vencimiento y actuamos en clubes, restaurantes y hoteles, pero en teatros, no. 

- ¿Cómo valora los esfuerzos que hacen los actores en Venezuela en época de pandemia (hacer teatro por Zoom y otras aplicaciones o redes sociales)?
- Estoy totalmente de acuerdo. Por eso fue que empecé a publicar #TBT en Instagram para recordarle a algunas personas que eso no es nuevo, que eso ya se hacía en televisión hace muchos años atrás. Cuando tú eres actor de verdad no te hace falta el feedback. Si lo tienes, perfecto, pero si no, lo haces lo mejor que puedas. Además, hay adultos mayores que no pueden salir de su casa. La otra vez, con mi vecina del piso 13, que tiene 93 años, vi A 2,50 la Cuba libre y la felicidad de verla en su silla de ruedas viendo en la computadora la obra fue indescriptible. Hay colegas que dicen que solamente trabajarán para la gente que pueda ir a los teatros. No comparto su punto de vista. ¿Cuántas personas enfermas hay en un hospital, en una clínica, gente que no se puede mover o que está incapacitada? No seamos egoístas. 
 
- Si tuviera que identificarse de alguna manera en relación con el oficio del actor en Venezuela, ¿Se consideraría apocalíptica u optimista?
- Optimista porque si pienso en el apocalipsis me tengo que morir (risas). 


Rosario Prieto nació en República Dominicana, pero sus padres (que venían de sufrir los estragos de La guerra civil española) la trajeron a Venezuela cuando tenía dos años de edad. Según su relato, vivía en la pobreza más grande que alguien se puede imaginar. “A los 14 años, fui privada de mi libertad por repartir panfletos en el Liceo ‘Andrés Bello’ contra Marcos Pérez Jiménez. Me llevaron a una correccional, ubicada de Cochera a Puente, donde no me pegaron ni me violaron. De hecho, un día dije que quería estudiar piano y buscaron a una monja para que me enseñara. Cuando cumplí 15 años me escapé. Me salí de allí, pero me atraparon y a quien se fugaba le rapaban el coco, así que ese día me raparon”, recuerda. 
 
- ¿Le gustaría materializar un proyecto sobre sus memorias?
- Sí, estoy escribiéndolas. Cada vez que puedo escribo porque luego voy a entregar el material para que alguien que sepa escribir haga un libro porque yo sé escribir un libreto, pero un libro no. No sé cuál sería el desarrollo. 

- Si volviera a nacer, ¿sería actriz?
- Claro. Particularmente soy una convencida de que una artista tiene que ser integral, por eso estudié baile y canto. Ser comediante no se aprende, eres por naturaleza y el drama me lo está enseñando la vida. @yolimer 


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