Alejandra González: “La música es mi misión de vida”
Después de 10 años de practicar en el escenario, mejorar su técnica vocal y conectar con la música "desde el corazón", la cantante venezolana lanza desde Lima, su primer disco "Joyas de mi país"
Lo que se hereda, no se hurta. Desde pequeña, Alejandra González (Caracas, 1979) vibra con la música. Su familia paterna es dueña de un estudio de grabación histórico, Fidelis, en el que se trabajaron producciones musicales de artistas de la talla de Alfredo Sadel, Lila Morillo, Oscar D’ León, Salserín y una lista infinita de estrellas del firmamento nacional, así que creció rodeada de ingenieros de sonido, consolas e instrumentos.
Escuchar a la cantante hablar de sus influencias artísticas, convence a cualquier interlocutor de que su primer disco no podía haber sido distinto a Joyas de mi país, que promociona actualmente desde Lima, Perú, ciudad en la que vive desde hace algunos años.
“Aldemaro Romero, Simón Díaz y mi maestro Josué Hernández son mis influencias en la música venezolana. Me encanta el estilo asincopado de la Onda Nueva, con canciones como De repente de Aldemaro; la magia de lo nuestro como Mi querencia, de nuestro amado Tío Simón; y la belleza en la composición y el evocar rincones de Venezuela como Vivir lo nuestro, de mi querido Josué”, precisa.
González habla con emoción del repertorio nacional, pero aclara que le gusta casi todo tipo de música. “La técnica impecable de Luis Miguel o la emoción de Laura Pausini pueden ser dos ejemplos que me han inspirado siempre a seguir aprendiendo”. Y tiene razón, desde su nuevo centro de operaciones, no solo ha ganado cancha y experiencia en el escenario; la capital peruana la animó a escribir su primera composición: Mi luz y mi amor.
- ¿Cómo fue el proceso de selección de los temas de Joyas de mi país?
- Mi equipo de trabajo y yo seleccionamos casi 60 canciones venezolanas de diversos compositores y, finalmente, elegimos los 12 temas que componen esta producción. Nos divertimos mucho. Conocer la música venezolana puede ser tan enriquecedora y variada, tiene merengues, bambucos, tonadas, pasajes, vals, golpes, onda nueva, joropos y hasta fusión. Investigamos para poder tener una buena base de canciones que luego nos permitiera elegir estas joyas con compositores como: Simón Díaz, Luis Laguna, Otilio Galindez, Ignacio Izcaray, Aldemaro Romero, Frank Quintero, Carlos Moreán, Henry Martínez, Raquel Castaños y “El Pollo” Sifontes, además de Josué Hernández.
- ¿Cómo se preparó para grabar esta producción?
- Comencé a recibir clases de canto a los 25 años. He aprendido y crecido mucho. Después de 10 años conociendo y practicando en escenario, mejorando mi técnica y conectando con la música desde el corazón, decidí grabar un disco. Siento que todo llega en su momento perfecto. Hoy, a mis 41 años, puedo decir que la música es mi principal misión de vida y que pretendo seguir armonizando a otros, a través de la frecuencia vibratoria que generamos con el sonido y la energía.
- ¿Cómo ha sido abrirse paso en la música estando en otro país?
- Perú es un país espectacular, una tierra bendecida y repleta de oportunidades. He podido presentarme acá, en Lima, con mi amigo, el cantautor Álvaro Cooper, a quien admiro mucho, y, en otras ocasiones, de manera independiente. Inclusive, mi primera composición de una canción la hice aquí. Se llama Mi luz y mi amor.
- Mi idea es seguir creciendo y traspasar fronteras. Con Joyas de mi país quisiera regalar a cada venezolano ese pedacito de tierra, de amor y de alegría que somos con cada canción. Así que mi sueño es que todo venezolano en el mundo pueda disfrutar y recordar de la manera más positiva y bonita a nuestro amado país, Venezuela.
- Además de la música venezolana, ¿qué otros géneros le llaman la atención?
- Amo la salsa, por ejemplo, me encantaría lograr incursionar alguna vez con este género musical.
- ¿Cuáles son sus ambiciones en el mundo de la música?
- Confío en el poder de la música y el sonido para armonizar energías e incluso sanar. Estoy segura que es parte de mi misión de vida en la tierra. Además de ser cantante, soy terapeuta sonora y he comprendido en estos años que la música es el primer arte que nos acompaña desde que nos formamos en la barriga de nuestras madres. Los latidos del corazón, que encienden nuestra vida, representan el primer sonido que experimentamos. Con la música, el sonido y la energía podemos elevar las frecuencias vibratorias de otros seres. Por eso, en estos días me concentro en cantar música venezolana y latinoamericana que me inspire alegría y amor y, por otra parte, en ayudar a otros seres a elevar sus frecuencias, a través de la energía de instrumentos más ancestrales y místicos como los cuencos, palos de lluvia y kalimbas, con la terapia de sonido.
Escuchar a la cantante hablar de sus influencias artísticas, convence a cualquier interlocutor de que su primer disco no podía haber sido distinto a Joyas de mi país, que promociona actualmente desde Lima, Perú, ciudad en la que vive desde hace algunos años.
“Aldemaro Romero, Simón Díaz y mi maestro Josué Hernández son mis influencias en la música venezolana. Me encanta el estilo asincopado de la Onda Nueva, con canciones como De repente de Aldemaro; la magia de lo nuestro como Mi querencia, de nuestro amado Tío Simón; y la belleza en la composición y el evocar rincones de Venezuela como Vivir lo nuestro, de mi querido Josué”, precisa.
González habla con emoción del repertorio nacional, pero aclara que le gusta casi todo tipo de música. “La técnica impecable de Luis Miguel o la emoción de Laura Pausini pueden ser dos ejemplos que me han inspirado siempre a seguir aprendiendo”. Y tiene razón, desde su nuevo centro de operaciones, no solo ha ganado cancha y experiencia en el escenario; la capital peruana la animó a escribir su primera composición: Mi luz y mi amor.
Y aunque no cabe de la emoción por el lanzamiento de su primer álbum, la también comunicadora social trabaja en su próximo trabajo que ya tiene título: Joyas de Latinoamérica.
- ¿Cómo fue el proceso de selección de los temas de Joyas de mi país?
- Mi equipo de trabajo y yo seleccionamos casi 60 canciones venezolanas de diversos compositores y, finalmente, elegimos los 12 temas que componen esta producción. Nos divertimos mucho. Conocer la música venezolana puede ser tan enriquecedora y variada, tiene merengues, bambucos, tonadas, pasajes, vals, golpes, onda nueva, joropos y hasta fusión. Investigamos para poder tener una buena base de canciones que luego nos permitiera elegir estas joyas con compositores como: Simón Díaz, Luis Laguna, Otilio Galindez, Ignacio Izcaray, Aldemaro Romero, Frank Quintero, Carlos Moreán, Henry Martínez, Raquel Castaños y “El Pollo” Sifontes, además de Josué Hernández.
- ¿Cómo se preparó para grabar esta producción?
- Comencé a recibir clases de canto a los 25 años. He aprendido y crecido mucho. Después de 10 años conociendo y practicando en escenario, mejorando mi técnica y conectando con la música desde el corazón, decidí grabar un disco. Siento que todo llega en su momento perfecto. Hoy, a mis 41 años, puedo decir que la música es mi principal misión de vida y que pretendo seguir armonizando a otros, a través de la frecuencia vibratoria que generamos con el sonido y la energía.
- ¿Con quién le gustaría grabar una colaboración?
- (Risas) Es una pregunta muy difícil porque me encantaría grabar con muchas personas que admiro. Me gustan muchos los dúos. Se crea una complicidad en cada canción que es única. Si Dios me permitiera, hiciera muchas colaboraciones.
- (Risas) Es una pregunta muy difícil porque me encantaría grabar con muchas personas que admiro. Me gustan muchos los dúos. Se crea una complicidad en cada canción que es única. Si Dios me permitiera, hiciera muchas colaboraciones.
- ¿Cómo ha sido abrirse paso en la música estando en otro país?
- Perú es un país espectacular, una tierra bendecida y repleta de oportunidades. He podido presentarme acá, en Lima, con mi amigo, el cantautor Álvaro Cooper, a quien admiro mucho, y, en otras ocasiones, de manera independiente. Inclusive, mi primera composición de una canción la hice aquí. Se llama Mi luz y mi amor.
- Mi idea es seguir creciendo y traspasar fronteras. Con Joyas de mi país quisiera regalar a cada venezolano ese pedacito de tierra, de amor y de alegría que somos con cada canción. Así que mi sueño es que todo venezolano en el mundo pueda disfrutar y recordar de la manera más positiva y bonita a nuestro amado país, Venezuela.
- Además de la música venezolana, ¿qué otros géneros le llaman la atención?
- Amo la salsa, por ejemplo, me encantaría lograr incursionar alguna vez con este género musical.
- Muchos cantantes han aprovechado el confinamiento para hacer conciertos en vivo, a través de sus redes sociales. ¿Se ha unido a esa ola?
- No me he presentado en formato concierto, pero sí me he unido a varios live de amigos y de mi maestro Josué para interpretar temas de música venezolana. También, como terapeuta sonoro, estoy ofreciendo los sábados por la tarde, unas sesiones para compartir desde mi perfil de Facebook. Allí hablo de diversos temas relacionados con la música, la meditación y la energía, además de interpretar canciones de música medicina o que inspiren a otros a vivir en alegría.
- No me he presentado en formato concierto, pero sí me he unido a varios live de amigos y de mi maestro Josué para interpretar temas de música venezolana. También, como terapeuta sonoro, estoy ofreciendo los sábados por la tarde, unas sesiones para compartir desde mi perfil de Facebook. Allí hablo de diversos temas relacionados con la música, la meditación y la energía, además de interpretar canciones de música medicina o que inspiren a otros a vivir en alegría.
- ¿Cuáles son sus ambiciones en el mundo de la música?
- Confío en el poder de la música y el sonido para armonizar energías e incluso sanar. Estoy segura que es parte de mi misión de vida en la tierra. Además de ser cantante, soy terapeuta sonora y he comprendido en estos años que la música es el primer arte que nos acompaña desde que nos formamos en la barriga de nuestras madres. Los latidos del corazón, que encienden nuestra vida, representan el primer sonido que experimentamos. Con la música, el sonido y la energía podemos elevar las frecuencias vibratorias de otros seres. Por eso, en estos días me concentro en cantar música venezolana y latinoamericana que me inspire alegría y amor y, por otra parte, en ayudar a otros seres a elevar sus frecuencias, a través de la energía de instrumentos más ancestrales y místicos como los cuencos, palos de lluvia y kalimbas, con la terapia de sonido.
- ¿Después de Joyas de mi país qué viene?
- Joyas de Latinoamérica. Se trata de una producción musical que estoy ideando con Josué Hernández para retomar canciones peruanas, colombianas, argentinas, de varios países de nuestra comunidad y otras venezolanas. Espero poderles dar muy pronto noticias al respecto de este plan y que el público continúe disfrutando de este disco que con tanto amor y energía hemos producido. Quiero que el mundo conozca la belleza de la música venezolana.
Joyas de mi país está disponible en las plataformas digitales: Spotify, Apple Music, ITunes, TikTok/Resso, Instagram/Facebook, Pandora, Amazon, I Heart Radio, Tidal, Deezer, Napster, ClaroMúsica, Saavn, Anghami, Kkbox, NEtease, Media Net y Shazam, entre otras. @yolimer
- Joyas de Latinoamérica. Se trata de una producción musical que estoy ideando con Josué Hernández para retomar canciones peruanas, colombianas, argentinas, de varios países de nuestra comunidad y otras venezolanas. Espero poderles dar muy pronto noticias al respecto de este plan y que el público continúe disfrutando de este disco que con tanto amor y energía hemos producido. Quiero que el mundo conozca la belleza de la música venezolana.
Joyas de mi país está disponible en las plataformas digitales: Spotify, Apple Music, ITunes, TikTok/Resso, Instagram/Facebook, Pandora, Amazon, I Heart Radio, Tidal, Deezer, Napster, ClaroMúsica, Saavn, Anghami, Kkbox, NEtease, Media Net y Shazam, entre otras. @yolimer
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