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Ricardo Báez-Duarte: “Vendrá un período de reajustes severos”

Como “pintor-fotógrafo” se define este artista, matemático, músico y filósofo, cuya obra se adentra en el arte y la tecnología tras el “des-encubrimiento” del Ser

  • MARITZA JIMÉNEZ

02/06/2020 01:00 am

“Todo será como ahora, solo que un poco diferente”. El artista venezolano Ricardo Báez-Duarte echa mano de la cita de Walter Benjamin, al ser consultado acerca del futuro de la Humanidad después del coronavirus, una discusión de la que hoy nadie escapa, y menos el artista que concibe su trabajo como algo más que mera reproducción con fines mercantiles.
 
Pintor-fotógrafo, como prefiere presentarse, matemático, músico y filósofo, el trabajo de Ricardo Báez-Duarte (1950), más se acerca al ideal renacentista, que no establecía límites entre áreas del saber. Hoy, sus reflexiones sobre el sentido del arte, su relación con la tecnología, y la realidad que vivimos, nos acompañan.

-¿Dónde vive actualmente?
-De momento vivimos cerca de Roma. No es que nos “fuimos” del país. A finales de 2018 vinimos a visitar a nuestros hijos en Europa por un período corto y luego, cuando la situación del país se complicó, decidimos postergar un tanto nuestro regreso. Y ahora estamos aquí, bloqueados como cualquiera, pues no podemos viajar.
 
-¿Qué hace allá?
-Me dedico a mis actividades más queridas, estudio formal de filosofía contemporánea, creación plástica, docencia a distancia por Internet en Fotografía y Creación artística por medios digitales.

Desde esa capital, declara que realizó estudios de matemática en la Universidad Simón Bolívar, y un postgrado en la de California (EEUU), área en la que desempeñó la docencia en la USB y la Universidad Metropolitana.
 
“Sin embargo, desde niño -dice- he tenido predilección por las artes plásticas y la música. Estudié piano clásico durante varios años con Cristina Vidal de Pereira y Armonía en Jazz con Leonardo Pizzolante. En 1980 comencé estudios formales de pintura en el Taller de Artes Plásticas de la Universidad Simón Bolívar a cargo en ese entonces de Aglays Oliveros y posteriormente recibí una decisiva y valiosa asesoría artística de la profesora Carmen de Villani”.
 
Por esos años, década de oro para el arte en Venezuela, empezó su actividad expositiva en reconocidas galerías de entonces Bass, Sotavento, Siete-Siete, Centro Consolidado, Galería de Arte Nacional, entre otras, y colectivas nacionales e internacionales. Su obra no sólo está incluida en prestigiosas publicaciones mundiales, sino que ha sido objeto de diversas muestras por el medio digital.


De la serie "Pintura en la era digital" (CORTESÍA)

Es que su trabajo no se queda en el plano pictórico. La incorporación de la tecnología se produce entre 1985 y 1990, cuando, siendo director de la Escuela de Matemática de la Universidad Metropolitana, se involucra en el Proyecto Metrópolis, plan pionero en Venezuela para insertar la computadora en el proceso educativo.

“Desde entonces, tuve la oportunidad de familiarizarme con el uso de la computadora en la creación de la obra artística. Conozco y manejo Photoshop desde su primera versión hasta el presente”, dice.
 
Entrando los 90, incursiona en la fotografía “a través de un intercambio muy interesante con la fotógrafa Lydia Fisher. Durante varios años trabajé muy de cerca con ella, asesorándola en la aplicación de Photoshop para su obra creativa y durante este período recibí de ella una influencia definitiva en mi obra fotográfica”.

En el presente siglo, su obra se internacionaliza en los medios digitales, con trabajos como La Musique, La Mort et Le Neant (2003), expuesto en la galería Trasnocho en homenaje a su primo, el reconocido pianista Carlos Duarte, fallecido tempranamente.

Hacer filosofía mientras se crea
Cuando habla de su trabajo, hace énfasis en incorporar el guion: Pintura-Fotografía. “Estas disciplinas –afirma- están íntimamente imbricadas en mi quehacer artístico. En realidad, prefiero ser considerado actualmente como pintor, pues en el acto creativo utilizo muy formalmente la contingencia que es más propia del pintor que del fotógrafo".

Como escribe en su página web: “¿Cuál es el significado de pintar para mí? ¿Podría un fotógrafo ser pintor también? La clave es el proceso, el asombro y el miedo del lienzo en blanco al iniciar una creación, frente al clic frío e instantáneo de la cámara. En otras palabras, la 'contingencia' del acto creativo artístico. Principalmente la cantidad de riesgos que tienes que asumir frente a la mentalidad algo estática involucrada en la toma fotográfica convencional. El reto es simple y difícil, ir más allá de lo anecdótico y la reproducción técnica de la apariencia física, es decir, eludir la reproducibilidad pura de un evento puro (Roland Barthes)".

-¿Y la matemática cómo influye?
-A nivel consciente no creo que haya alguna relación específica. Me refiero a que no pinto ni fotografío “matemáticamente”, ni utilizo ningún tema matemático para inspirarme en la creación plástica. Pero no puedo negar que el actuar matemático implica una disciplina en el pensamiento que es valiosa para emprender cualquier investigación y en particular en el mundo de la creación e investigación artística.

“Diría más bien –continúa- que los estudios humanísticos en la USB, durante la época de Ernesto Mayz Vallenilla, motivaron mi posterior dedicación formal a las lecturas de filosofía contemporánea y ahí sí creo que hay cierta relación 'inspiracional' en mi trabajo artístico. Me gusta pensar que uno puede hacer filosofía mientras crea plásticamente”.

"Diferencia y repetición" (CORTESÍA)

-¿Se podría hablar de su obra dentro del ideal renacentista?
-Francamente no tengo una respuesta sencilla a esta interrogante, muy válida por cierto, que la consideraría como parte de un ensayo profundo; sin embargo, me atreveré a hacer algunas consideraciones:

-Hay que deslindar cruda y valientemente la cisura entre el verdadero mundo del arte y no el que proponen en museos y galerías, donde mayormente impera lo comercial y, aún peor, “lo que debe ser”. En esto me identifico con la visión de Heidegger, aquella que se refleja en cierta manera en la antigüedad griega clásica, la cual no pierde aún hoy día su vigencia, y que guarda una relación estrecha con la tecnología entendida como 'Techné', saber, conocimiento.
 
-El arte –explica- no era considerado como expresión de la cultura, su propósito no era crear seres culturizados, cultivados, refinados y más humanos. Hoy, sin embargo, el arte ciertamente se considera conectado a la cultura. Los programas de arte son instituidos en las escuelas con la finalidad del “enriquecimiento cultural", los museos de arte se justifican a sí mismos como “bastiones de la cultura”, y la vida sin arte se desprecia como un síntoma de brutalidad y rusticidad.

-En esto, cito a Heidegger: “Entiendo como la esencia del arte, ciertamente no en general y vagamente, y para estar seguro no como expresión de la cultura o como testimonio del potencial creativo del hombre. Mi enfoque es cómo la obra de arte deja que el Ser aparezca y que se produzca la Verdad, entendida como Aletheia, el des-encubrimiento del Ser.

-Por último, como filósofo, como artista, ¿cómo cree que nos está afectando el coronavirus como Humanidad? ¿Cree que cambiará el futuro o todo seguirá igual?
-Como es obvio, el coronavirus nos afecta desde el punto de vista biológico, pero nos muestra la vulnerabilidad de nuestro esquema social y económico: ahí están intactos los aviones, las fábricas, los trenes, los automóviles, etc. Sólo fallece uno por ciento de la población, así que, ¿dónde están los seres humanos que operan estos medios de producción? Estamos atados a nuestros rígidos esquemas organizativos que nos alienan y no nos permiten tener una flexibilidad operativa para dar una respuesta ágil a la crisis.

“Pero, para responder la pregunta, esencialmente no veo cambios de profundidad en el futuro. Habrá un período de reajuste severo, con grandes implicaciones en lo económico y social. Y me temo que algunos Estados podrán caer en la tentación de acentuar la aplicación de lo que Giorgio Agamben ha denominado la política continua del Estado de Excepción: 'Si los procedimientos excepcionales son fruto de los períodos de crisis política y, como tales, han de ser comprendidos no en el terreno jurídico sino en el político-constitucional, acaban por encontrarse en la situación paradójica de procedimientos jurídicos que no pueden comprenderse en el ámbito del Derecho, mientras que el Estado de Excepción se presenta como la forma legal de lo que no puede tener forma legal".

@weykapu
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