A pesar del revés que ha representado para los músicos que viven del espectáculo, la cuarentena ha permitido a otros dedicar más tiempo al trabajo creador y, ayudados de los medios digitales, darle difusión a su obra.
Uno de ellos es Juan Ernesto Mogollón, un arquitecto, compositor, cantante y productor musical, autor de más de 300 temas para reconocidos intérpretes y agrupaciones del país, entre ellos Dame tan sólo una noche, que acompañó a la telenovela Piel salvaje, de Julio César Mármol, distribuida por RCTV Internacional en 2016.
“La arquitectura es una pasión. La música, una necesidad”, se presenta en sus redes sociales quien entre 2002 y 2010 ejerció su profesión como arquitecto en la empresa Recorland. Eso le ha permitido libertad en sus creaciones:
“He tenido la fortuna de no vivir de la música, lo que me ha dado libertad para hacer los proyectos que realmente me emocionan, como cantante y como productor, siempre sintiendo un profundo respeto por quien me escucha”.
Mogollón acaba de colgar en YouTube su más reciente video, una reproducción extendida (EP), de Cada vez, composición suya incluida en su primer CD“ Detrás de las sombras, de 2001.
“En ella fusiono salsa, flamenco y pop, con arreglos de Carlos Maita y remasterización de Miguel Chacón, acompañado por grandes músicos venezolanos y con la participación de Marnay Tesorero en la secuencia de baile. Para esta versión, se quitaron sonidos y se incluyeron secuencias más modernas, se montó de nuevo la voz y se agregaron más metales”, indica el cantante.
Sus planes para 2020, a pesar de las circunstancias, son productivos. “Tengo para este año el estreno de tres EP arreglados por Pablo Hernández, guitarrista de Aditus, y estoy trabajando en varios proyectos, entre ellos mi tercer CD, un CD concepto que se llama Venezuela en Bossa Nova y otro que será a piano y voz, con el maestro Alberto Lazo.
-¿Cómo ve la situación de los músicos en medio de las restricciones de la pandemia?
-Es muy delicada en todo el mundo, sobre todo para los músicos que viven de tocar en fiestas, restaurantes, bares y centros nocturnos. En Venezuela es todavía peor, pues estamos sitiados por todos lados y es muy difícil trabajar, sin contar que no hay ninguna organización que ampare a los músicos.
“Siempre he dicho si la gente supiera lo difícil que es hacer música o arte en Venezuela apoyaría más a sus artistas, pues realmente trabajamos con las uñas, sin contar que en Venezuela hace rato que no hay industria musical, pues todos los sellos nacionales, a excepción de CD DV, cerraron y los internacionales que tenían oficinas en el país, se fueron. No hay fábrica de CD. Optilaser cerró y la que puso el gobierno fue muy mal manejada y tampoco fabrica nada hace rato”, agrega.
“La bendición –prosigue- son las redes sociales, pero aquí en Venezuela Internet es de muy baja calidad, lo cual complica los streamings (transmisiones en directo) y cualquier cosa que quieras emprender”.
-¿Qué persigue como músico?
-Mi pretensión con la música es hacerla llegar a donde se pueda y que la gente decida si se engancha en lo que hago. A estas alturas hago música para compartir la necesidad que tengo de expresarme. Ojalá y llegue lejos. Soy compositor y obviamente me gustaría que mis canciones fuesen interpretadas por otra gente. De hecho, ya ha sucedido en Venezuela. Pero hablo de gente conocida a nivel mundial.
Uno de ellos es Juan Ernesto Mogollón, un arquitecto, compositor, cantante y productor musical, autor de más de 300 temas para reconocidos intérpretes y agrupaciones del país, entre ellos Dame tan sólo una noche, que acompañó a la telenovela Piel salvaje, de Julio César Mármol, distribuida por RCTV Internacional en 2016.
“La arquitectura es una pasión. La música, una necesidad”, se presenta en sus redes sociales quien entre 2002 y 2010 ejerció su profesión como arquitecto en la empresa Recorland. Eso le ha permitido libertad en sus creaciones:
“He tenido la fortuna de no vivir de la música, lo que me ha dado libertad para hacer los proyectos que realmente me emocionan, como cantante y como productor, siempre sintiendo un profundo respeto por quien me escucha”.
Mogollón acaba de colgar en YouTube su más reciente video, una reproducción extendida (EP), de Cada vez, composición suya incluida en su primer CD“ Detrás de las sombras, de 2001.
“En ella fusiono salsa, flamenco y pop, con arreglos de Carlos Maita y remasterización de Miguel Chacón, acompañado por grandes músicos venezolanos y con la participación de Marnay Tesorero en la secuencia de baile. Para esta versión, se quitaron sonidos y se incluyeron secuencias más modernas, se montó de nuevo la voz y se agregaron más metales”, indica el cantante.
-¿Por qué transcurrieron 14 años entre su primer CD y el más reciente, 360º?
-Tengo más de 35 años en esto, y dos discos como solista y ocho EP. Durante esos 14 años, me dediqué a trabajar en la producción de diez discos para otros artistas y varios temas para telenovelas de RCTV. Pero grandes secuaces, como Josué Hernández, Miguel Chacón, Carlos Nené Quintero, Pedro Vásquez y el maestro Benjamín Brea, me impulsaron a volver grabar como solista, y así surgió 360º.
-Tengo más de 35 años en esto, y dos discos como solista y ocho EP. Durante esos 14 años, me dediqué a trabajar en la producción de diez discos para otros artistas y varios temas para telenovelas de RCTV. Pero grandes secuaces, como Josué Hernández, Miguel Chacón, Carlos Nené Quintero, Pedro Vásquez y el maestro Benjamín Brea, me impulsaron a volver grabar como solista, y así surgió 360º.
Sus planes para 2020, a pesar de las circunstancias, son productivos. “Tengo para este año el estreno de tres EP arreglados por Pablo Hernández, guitarrista de Aditus, y estoy trabajando en varios proyectos, entre ellos mi tercer CD, un CD concepto que se llama Venezuela en Bossa Nova y otro que será a piano y voz, con el maestro Alberto Lazo.
-¿Cómo ve la situación de los músicos en medio de las restricciones de la pandemia?
-Es muy delicada en todo el mundo, sobre todo para los músicos que viven de tocar en fiestas, restaurantes, bares y centros nocturnos. En Venezuela es todavía peor, pues estamos sitiados por todos lados y es muy difícil trabajar, sin contar que no hay ninguna organización que ampare a los músicos.
“Siempre he dicho si la gente supiera lo difícil que es hacer música o arte en Venezuela apoyaría más a sus artistas, pues realmente trabajamos con las uñas, sin contar que en Venezuela hace rato que no hay industria musical, pues todos los sellos nacionales, a excepción de CD DV, cerraron y los internacionales que tenían oficinas en el país, se fueron. No hay fábrica de CD. Optilaser cerró y la que puso el gobierno fue muy mal manejada y tampoco fabrica nada hace rato”, agrega.
“La bendición –prosigue- son las redes sociales, pero aquí en Venezuela Internet es de muy baja calidad, lo cual complica los streamings (transmisiones en directo) y cualquier cosa que quieras emprender”.
-¿Qué persigue como músico?
-Mi pretensión con la música es hacerla llegar a donde se pueda y que la gente decida si se engancha en lo que hago. A estas alturas hago música para compartir la necesidad que tengo de expresarme. Ojalá y llegue lejos. Soy compositor y obviamente me gustaría que mis canciones fuesen interpretadas por otra gente. De hecho, ya ha sucedido en Venezuela. Pero hablo de gente conocida a nivel mundial.
@weykapu
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