Tras sus exitosas películas Whiplash y La La Land , Damien Chazelle se aventura en la realización de una miniserie para el gigante de streaming Netflix, en este nuevo panorama post-Hollywood. De la mano de Jack Thorne, el ganador del Emmy Alan Poul y André Holland, quien debuta en la actuación en francés, llega The Eddy, producción de ocho capítulos que sumerge al espectador en un mundo musical vinculado a los suburbios de un París contemporáneo.

La serie comienza con la historia de Elliot Udo, un músico neoyorquino, autoexiliado en París, que luego de haber estado años inactivo, vuelve al ruedo para encargarse como mánager de una banda que ameniza las noches del viejo club de jazz que da nombre a la serie. Junto a su amigo Farid, Udo enfrenta las complicaciones que el tipo de negocios de clubes nocturnos conlleva. Todo se complica cuándo Farid es asesinado y el músico debe llevar el lugar solo y, a la vez, encargarse de su hija adolescente, que llega luego de dejar a su madre y su vida en Estados Unidos.

La trama desarrolla los conflictos familiares, románticos y laborales de los personajes que tienen paso en ella, en cada capítulo, esta criaturas cuentan individualmente la riqueza de sus historias, conectadas por la música.

Damien Chazelle logra plasmar los múltiples sentimientos de sus protagonistas en un mundo que a simple vista no traspasa la cotidianidad, al mismo tiempo, logra acercar al usuario de la plataforma al maravilloso universo del jazz gracias a la cuidada musicalidad que exhibe la serie continuamente.

Varias de las críticas que ha recibido The Eddy apuntan a la manera compleja en la que es presentada la existencia de los personajes, lo que al principio de la serie se refleja en diálogos dispersos que hacen que el espectador tenga que esforzarse para entender qué quiere transmitir la historia, resaltando por otro lado, la excelente banda sonora, las presentaciones en vivo y los virtuosos músicos que le dan vida.

¿Pero qué producción francesa se exime de mostrar el mundo emocional de los personajes? Quizás, al ser una propuesta del creador de La La Land, el público espera una especie de versión de ésta. Lo cierto es que aunque existan matices en The Eddy, donde los anhelos y sueños personales toman de vez en cuando el protagonismo, la trama está impregnada de un estilo más realista de la vida, podría decirse, con tonos menos rosas y dirigida a mostrar esa parte menos idealizada de París y su multiculturalidad, cosa que trae a escena el elenco conformado por actores de diferentes nacionalidades y los diferentes idiomas que se escuchan en la serie, así como la realidad de la comunidad afrodescendiente en la capital francesa. No es La la land, pero es mejor...

Siendo un tributo al jazz, The Eddy ha hecho que muchos no seguidores del género se maravillen con éste.