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A CONTROL REMOTO

“Rebeca”, una historia con sabor a plagio

Hace 80 años se estrenó el filme con el que Hitchcock debutó en Hollywood, basado una novela de la británica Dafne du Maurier, a quien se acusa de copiarla de un relato de la brasilera Carolina Nabuco

  • AQUILINO JOSÉ MATA

27/03/2020 01:00 am

En 1934 se publica en Brasil una novela titulada La Sucesora, en la cual su autora, Carolina Nabuco, narra la historia de Marina, joven descendiente de una familia de hacendados que se casa con Roberto, un adinerado ingeniero quince años mayor que ella que acaba de perder a su primera esposa, Alicia, que sigue ejerciendo sobre él un obsesionante influjo. Cuando Marina, recién desposada, llega a la mansión de Roberto, lo primero que acapara su atención es un llamativo lienzo con el retrato de Alicia, que preside el vestíbulo. En su nueva residencia tendrá que ganarse la confianza de sus criados, y en especial de su ama de llaves, quienes por mortificarla no dejan de compararla con la difunta. La novela plantea un contraste entre las tradiciones rurales en las que ha sido educada Marina y la modernidad un tanto frívola de una nueva burguesía, encarnada por su marido y su círculo de amistades.

Cuatro años más tarde, en 1938, la británica Dafne du Maurier publica una novela de trama sospechosamente similar, Rebeca, que se convierte en un best seller internacional. Álvaro Lins, un respetado crítico brasileño, no tarda en lanzar una resonante acusación de plagio, en la que detalla las similitudes de las novelas de Du Maurier y Nabuco. A Lins le resultaba muy sospechoso que Du Maurier, quien con anterioridad sólo había publicado novelas de “enredos superficiales, crímenes y melodramas”, brindara de repente una obra con “una rigurosa identidad de tema, trama, personajes, situaciones, pormenores, diálogos, pequeños acontecimientos y detalles accidentales” con la novela de la brasilera Nabuco. Aunque hubo quienes calificaron de exagerada la lista de paralelismos de Lins, lo cierto es que la lectura de Rebeca estaba impregnada con el notorio perfume de La Sucesora.

Más leña al fuego
La propia Carolina Nabuco se refirió al episodio en sus memorias, de título Ocho décadas. Dice allí que, poco después de publicarla, había traducido su novela al inglés, con la esperanza de que fuese editada en Estados Unidos. Para ello, la mandó a un agente literario de Nueva York, quien a su vez la envió a su socio británico. Ninguno de los dos logró encontrar editorial para La Sucesora, que sin embargo fue leída por Víctor Gollancz, el editor de Daphne du Maurier, autora que por aquellas mismas fechas atravesaba una crisis creativa que le impedía avanzar en la escritura de Rebeca. Pero de pronto, voilá!, tras un largo período de estancamiento, pudo completar su obra maestra en apenas cuatro meses.

¿Se podría pensar que Gollancz envió a Du Maurier el manuscrito de aquella desconocida escritora brasileña para que su trama la “inspirase”? Tanto fue así, que en 1939 el New York Times publicaba un cáustico artículo que destacaba las similitudes entre las dos novelas, obligando a Daphne du Maurier a responder con una carta, en la cual desmentía airadamente las insinuaciones de plagio, que se afianzaron cuando la película de Alfred Hitchcock, basada en la novela de Du Maurier, se iba a estrenar en Brasil y los abogados de la United Artists se pusieron en contacto con Carolina Nabuco, ofreciéndole una apreciable cantidad de dinero a cambio de firmar un documento en el que reconocía que las similitudes de su novela con Rebeca eran meras casualidades, documento que Nabuco se negó a firmar, aunque tampoco quiso litigar contra la novelista inglesa.


Suzana Vieira Y Rubens de Falco en "La Sucesora" (CORTESÍA)

Éxito vía TV Globo
No fue sino hasta 1978 cuando La Sucesora, producida por TV Globo en formato de telenovela, alcanzaría estelaridad internacional como una de las más logradas de su esmerado y vasto catálogo de producciones dramáticas de primer nivel. La adaptación estuvo a cargo de Manoel Carlos, bajo la dirección de Herval Rossano, Gracindo Junior y Sergio Mattar. Constaba de 125 capítulos y fue protagonizada por Suzana Vieira, Rubens de Falco y Natalia Timberg. Fue transmitida en más de 50 países, entre ellos Venezuela, donde se estrenó en el Canal 8 de VTV, por iniciativa de su entonces vicepresidente de producción, Ricardo Tirado -genio descubridor de las telenovelas brasileras para nuestro país-, que ya había estrenado en esa televisora dos títulos que obtuvieron gran sintonía: La esclava Isaura (1976) y Dancin’ Days (1978).

“Rebeca” octogenaria
De la versión cinematográfica de Rebeca (1940), lo primero que hay que decir es que fue la película que catapultó la carrera estadounidense de su director, Alfred Hitchcock, al ser su debut como realizador en Hollywood, luego de una dilatada actividad en su Inglaterra natal. También cimentó el estrellato de Joan Fontaine, su actriz principal y consolidó la carrera cinematográfica de Laurence Olivier, su protagonista masculino. Se estrenó hace 80 años, el 21 de marzo de 1940, cuando el libro ya llevaba vendidos más de 20.000 ejemplares, solamente en Estados Unidos Su éxito no se hizo esperar. Estuvo nominada a 11 premios Óscar, de los cuales obtuvo dos, los correspondientes a Mejor Película y el de Fotografía. También significó el último gran trabajo de su productor, el mítico David O. Selznick, quien compaginó este drama con la realización de Lo que el viento se llevó (1939), ganadora el año anterior del Óscar al Mejor Filme y de siete estatuillas más, de las 10 a las que aspiraba.

Du Maurier tuvo en Hitchcock su adaptador habitual: su cuarta novela, publicada en 1936, se convirtió en Posada Jamaica, la película de Hitchcock precedente a Rebeca. A la escritora no le gustó nada esta cinta, pero ya había vendido los derechos de Rebeca a Selznick para ser dirigida por el mago del suspenso. Décadas más tarde, otro relato de la autora fue la base de Los pájaros.

@aquilinojmata
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