Entre cancelación de conciertos y todo tipo de actividades masivas en todo el mundo, como consecuencia del Covid-19, Simon Grossmann publicó su primer EP. Convirtiéndose en una buena opción para invertir el tiempo libre de la cuarentena.
Triste pero fresh llega luego de la publicación de dos discos, Ciclo (2017) y Mujer eléctrica (2018), del cantante residenciado en México.Estos proyectos posicionaron a Grossmann en la movida alternativa e independiente. Ambos fueron producidos por José Luis Pardo (exintegrante de Los Amigos Invisibles) con los que fue evolucionando del sonido acústico a los sonidos eléctricos, dando más vida al proyecto.
"Considero que sacar un EP es una buena transición entre los dos discos anteriores y lo que estoy haciendo ahora. Son canciones de despecho interpretadas de una forma fresca", cuenta Grossmann.
El EP lo conforman tres temas. Parte de mí y Cienporciento, grabados desde el hogar y producidos por el mismo Grossmann con la ayuda de José Adames (bajista) y Rodrigo Gamboa (guitarrista), respectivamente. El tercer tema, Bolerito sad, fue grabado en un estudio de la Ciudad de México con la producción de Pardo.
El EP lo conforman tres temas. Parte de mí y Cienporciento, grabados desde el hogar y producidos por el mismo Grossmann con la ayuda de José Adames (bajista) y Rodrigo Gamboa (guitarrista), respectivamente. El tercer tema, Bolerito sad, fue grabado en un estudio de la Ciudad de México con la producción de Pardo.
"Estoy en esta nueva onda de producir desde casa y usar bits digitales. Me estoy desentendido un poco de la canción de cantautor y me enfoco más en lo sonidos y en lo que me parece suena bien", dice.
El título del EP, la imagen y el dembow (bits característicos del género urbano) usado en una de las canciones podrían relacionar al cantante con el reguetón.
"Quise explorar ese ritmo porque es con el que yo he crecido. Me pareció interesante la idea de cómo un cantautor puede hacer un tema con esos sonidos.
El urbano es el nuevo pop pero muchos músicos estamos empezando a interpretar el pop de una forma más orgánica. Las disqueras y la industria lo convirtió en una máquina de hacer música plástica, y creo que los músicos independientes y alternativos estamos tratando de tomar esos ritmos que son parte de nuestra vida -y debo decir que a mí me gusta el reguetón- y hacerlos de forma más honesta", comenta.
Con el lanzamiento de Triste pero fresh se tenía pautada un gira por Latinoamérica, específicamente Colombia, Ecuador y Venezuela, la que se tuvo que cancelar por la pandemia que afrontan todos los países del mundo.
Grossmann está fuera del país desde hace 10 años. Primero estuvo residenciado en Miami, desde donde publicó sus primeros discos, y ahora se encuentra en México.
Su participación en la quinta edición del Sunset Roll Festival, que se realizaría en Puerto La Cruz el 10 y 11 de abril, sería su primera presentación en Venezuela.
"Nunca he ido a Venezuela a tocar. La emoción de mi gira era llegar allí", afirma.
Ahora se debe esperar que la pandemia pase y las actividades culturales a nivel mundial puedan ser reactivadas. Entre ellas las presentaciones del cantante, pero, por ahora y desde casa, se puede escuchar en todas las plataformas digitales estos nuevas temas, al igual que sus álbumes anteriores.
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