El pueblo de Ortiz que conoció el periodista y escritor Miguel Otero Silva y del que partió a escribir su novela más importante, Casas muertas (1955), ya no es un pueblo, una aldea perdida en el llano. Es un país. Ni siquiera es el país que los personajes de Asia y el Lejano Oriente, obra también emblemática de Isaac Chocrón, ponían en venta. Es una tierra devastada por el olvido, por la desidia, por la avaricia de tenerlo todo sin importar los demás.
Así que quienes se acerquen desde mañana al Teatro del Centro Cultural Chacao a ver una de las siete funciones de la versión dramatúrgica que de la novela de Otero Silva ha escrito Jan Vidal, no verán solamente a Ortiz, sino a Venezuela.
El montaje cuenta con la dirección de Javier Vidal y las actuaciones de Claudia Rojas, en el papel de Carmen Rosa, la mujer a la que se ve al principio en un funeral y al final dejando su pueblo para ser parte de un país petrolero cuyas promesas de bienestar se desvanecieron; Caridad Canelón, Wilfredo Cisneros, Vito Lonardo, Theylor Plaza, Jan Vidal, Marielena González, Jessica Arminio, Sergio Malpica y Javier Vidal.
La nueva versión de Casas muertas propone una reflexión sobre el presente a partir de la historia de un pueblo que vive de las nostalgias de un ayer dorado. Una vigente metáfora del país que se cae a pedazos como las casas (muertas) que van quedando vacías, bien sea por la hematuria, la bota militar o el inevitable viaje con un destino incierto hacia la ambigua llamada de los nuevos pueblos del petróleo. Una huida más que una emigración: un éxodo.
Casas muertas se estrenará hoy, a las 6:00 pm, en el Teatro del Centro Cultural Chacao, y su temporada se extenderá los días 24, 25, 26, 30 y 31 de enero y 1° y 2 de febrero; jueves y viernes, a las 6:00 pm, y sábados y domingos, a las 4:00 pm. Las entradas, disponibles en ticketmundo.com, tienen un costo que va de BsS. 232.000 hasta BsS 255.200.
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