Hace exactamente un año, la actriz Nattalie Cortez no estaba en Venezuela, como muchos -y no de forma definitiva- había viajado a Barcelona, España, donde residen hoy en día sus dos hijos, para escarpar del caos y ahogo en el que sumerge a cualquier persona la crisis venezolana. Durante los ocho meses que estuvo en ese país se planteó el dejar la actuación, pero el solo hecho de imaginárselo la desbastaba.
El actor, dramaturgo y director Luigi Sciamanna le escribió entonces a Cortez, proponiendo un personaje de su más reciente obra de teatro "La Mamma", alegando que desde el proceso de escritura pensó en ella para el papel. Fue así como en enero decidió regresar al país, siguiendo lo que ella califica como "misión de vida".
La actuación para Cortez es una pasión, y aunque afirma que nunca ha hecho ningún personaje en la búsqueda de lograr un reconocimiento, la Fundación Fernando Gómez decidió hacerlo, premiando sus trayectoria de 34 años que se inició en Valencia, estado Carabobo.
Cortez se dedicó a estudiar teatro, dejando a un lado la carrera de Educación Espacial en la Universidad Nacional Abierta de su ciudad natal, pasando entonces a la Escuela Ramón Zapata, donde cursó teatro durante dos años; posteriormente fue elegida entre 500 aspirantes por la Compañia Nacional de Teatro (CNT), dirigida en ese momento por el dramaturgo Isaac Chocrón.
"En principio, me formé durante seis años, lo que sostiene mi tesis de que la actuación es una profesión, y se estudia", afirma la actriz.
Al llegar a Caracas con la CNT, comenzó de cero a pesar de haberse presentado en los teatros de mayor prestigio en Valencia. Allí, Cortez se encargó de la tramoya, de procurar que la magia teatral se diera, pero desde los requerimientos técnicos; tiempo después volvió a actuar y desde ese entonces no ha parado...
"En mi tiempo existía el tabú de que los buenos actores no hacían telenovelas", cuenta. A pesar de eso, y sin buscarlo, la valenciana logró llegar a la pantalla chica al ser llamada por productores de Radio Caracas Televisión (RCTV), quienes le propusieron un papel en la novela "Mi gorda bella", protagonizada por Norkys Batista.
Con esta producción, Cortez se abrió paso en la carrera televisiva, pero nunca se convirtió en su prioridad; eso sí, le permitió "dejar de ser invisible" y ser reconocida en las calles.
"Yo viví una época en la que la telenovelas venezolanas eran productos de exportación, y aunque es verdad que actualmente la televisión ha mutado a nivel mundial, para nosotros la poca producción de novelas es un drama nacional, es una industria que se perdió por la política y mala administración", comenta.
La casa de esta actriz ha sido siempre el teatro. Hace un par de semanas culminó el proceso de "La Mamma" con una última función en la Sala Virginia Aponte de la Universidad Católica Andrés Bello. En paralelo, realizó la obra de microteatro "Yo soy María Félix" y "Sexitosa, sexysola", esta última actualmente está en la cartelera del Microteatro VIP que se realiza en el Hotel Ambassador Suites.
Sobre el microteatro, Cortez dice: "Fui una de las fundadoras del microteatro; es una propuesta que nació en Madrid como apoyo para actores desempleados, que se convirtió en una ventana y en una fuente de trabajo. En Venezuela todavía existen buenas propuestas. Yo defiendo el teatro porque es mi casa, pero no voy a negar que lamentable mente, como todo lo que tiene éxito, se puede engolosinar y perder el control de la calidad solo por querer tener una buena taquilla".
Con "Yo soy María Félix", escrito y dirigido por José Jesús González, pasará lo mismo que con otros muchos textos exitosos del Microteatro, será llevado a su versión larga, de más de 15 minutos.
Esta versión será presentada este 16 de noviembre en el Teatro Municipal de Valencia.
El Premio Fernando Gómez les será entregado a Cortez, Gabriel Agüero y Federico Pacanins el 13 de marzo de 2020.
@CarolynManrique
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