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Comprender el país a través del arte

El artista expone sus "Sedimentaciones" hasta el 17 en SpacioZero

  • Diario El Universal

10/11/2019 01:00 am

MARITZA JIMÉNEZ
 EL UNIVERSAL 

Manuel Eduardo González tenía 10 años cuando ocurrió el deslave de La Guaira, y aún conserva la memoria del proceso de transformación que terminó por hacer de la zona un nuevo paisaje, como una metáfora de lo que está ocurriendo en Venezuela, donde los cambios geográficos, arquitectónicos, políticos, sociales y económicos, nos alejan del país que fuimos. 

La representación de este proceso la emprende el artista en collages construidos con páginas de libros de reconocidos críticos e historiadores que hoy son referencia de ese pasado. 

"Desde hace mucho tiempo trabajo con el paisaje de la Venezuela en la que crecí. En 2015 fue con imágenes de las transformaciones del hotel Miramar de Macuto, y luego, con las imágenes de las ilustraciones de Bellerman del siglo XIX, realicé los primeros collages". 

Es a partir de ese momento cuando le da el nombre de "Sedimentaciones" a estos trabajos en los que las páginas de los libros son el material para construir sus singulares collages a la inversa, de final "abierto", que desde su forma invitan al espectador a reflexionar sobre el tema de cada uno.

La muestra que lleva ese título permanece hasta el 17 de este mes en la galería Spazio Zero, donde dos murales, construidos con fotografías del álbum familiar sobre la tragedia de Vargas son el punto de partida para la presentación de sus singulares collages.

"En principio quiero que vean una masa de color, y se vayan acercando a cada obra lentamente para hacer el reconocimiento. Pero a la vez, es como un símbolo de lo que siento que es la Venezuela actual, donde las referencias se pierden porque los espacios ya no son los mismos. Y nosotros tampoco somos los mismos. Parece que todo estuviera de cabeza, porque es un absurdo todos los días", afirma. 

Las páginas de los libros de Juan Calzadilla sobre Reverón, Monasterios o Bárbaro Rivas; el estudio de Juan Félix Sánchez del Grupo 5, "Templos coloniales de Venezuela", de Graziano Gasparini, "La negritud en Venezuela", de Angelina Pollak Eltz; "Memorias de Misia Kathy", de Katleen de Phelps, entre otros, constituyen sus collages. 


También destaca el título de Arturo Uslar Pietri, "Tierra venezolana, de 1953", sobre el que hay un video, por su intento de abarcar la historia completa de Venezuela, "una historia que solemos creer que arranca con la Independencia, olvidando todo lo que existió antes", dice.

"Mi preocupación -añade- no se enfoca en recordar un espacio específico o sus memorias, sino en crear una imagen que denuncia la anulación de nuestra identidad al perder el vínculo con nuestro pasado". 

Para él no se trata de un acto de mutilación de estos libros, sino de una forma de contribuir a divulgar la obra de esos autores que muchos hoy desconocen o han olvidado". 

Consultado sobre el propósito latente tras la muestra, afirma que se trata de "comprender el país a través del arte". Por otra parte, el trabajo le sirve para hablar de cómo los espacios mostrados por los fotógrafos en esos libros hoy se han transformado, derrumbado o desaparecido. 

"Todos tenemos un espíritu que nos hace creer que nuestro trabajo puede provocar algo en las personas que lo ven y en mi caso es una necesidad de conocer cada vez más los lugares donde vivo, su historia, sus transformaciones y de provocar algo en las personas que ven el trabajo". 

"A la vez -añade- es una manera de promover esos autores que registraron un país que yo no pude conocer, pero que puedo reconocer a través de libros que son resultado de la Venezuela de los 70, 80 o 90, cuando la producción editorial era tan importante". 

Nacido en La Guaira en 1988, Manuel Eduardo González es egresado del Instituto Armando Reverón y realizó su primera individual en 2013. Desde entonces, el trópico, la memoria y, sobre todo el mar, han guiado sus muestras. 

Por eso en sus collages permanecen el cielo y el mar. El cielo siempre arriba, y el mar mantiene su ubicación. "Para alguien que creció en La Guaira, la referencia del mar como norte es muy importante. El paisaje puede cambiar, nosotros podemos cambiar. Pero el mar siempre va a estar como ese lugar al que podemos mirar, soñar, y, hoy, salir. Pero hace muchos años era lugar de llegada". 
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