CAROLYN MANRIQUE
De una forma cruda y directa se refleja lo más absurdo de una población en decadencia, abatida por una peste sin nombre ni cura. Pim Pam Pum, el juego de la peste no da espacio para calmas o esperanza, desde el inicio se avisa, la muerte será el hilo conductor de esta historia del teatro absurdo, escrita por el padre del género, Eugène Ionesco.
Más de 80 personajes hilarán la historia, representado lo más cruel del ser humano, poniendo cada uno sus intereses por encima de los otros, demostrando también lo superficial que puede llegar a ser el hombre.
La crudeza y la vigencia del texto de Ionesco fue lo que hizo a Jesús Navas, director, llevar a cabo el montaje.
"Me enamoró lo que plantea el autor con el texto, a pesar de lo oscuro y crudo que llega a ser. Cuando uno lee un texto lo aterriza a su realidad y este fue un reflejo de lo que estamos viviendo los venezolanos dentro de una sociedad corrompida, cada vez más dura y menos humana", cuenta Navas, el cual forma parte desde hace 10 años del grupo de teatro de la Universidad Católica Andrés Bello.
Los distintos personajes son interpretados por más de 20 actores, en su mayoría estudiantes universitarios y otros recién egresados.
La peste o enfermedad que impacta en esta ciudad sin nombre puede ser reemplaza por cualquier otro daño que lleva como consecuencia la separación y acciones negativas entre sus habitantes.
Pim Pam Pum, el juego de la peste estrena hoy, a las 3:00 pm, en la Sala Virginia Aponte, ubicada en el Módulo 4 de la Universidad Católica Andrés Bello. La obra se mantendrá por siete días seguidos en diferentes horarios: martes, 1:00 pm; miércoles, 4:00 pm; jueves, 10:00 am; viernes, 11:00 am; sábado, 11:00 am y domingo, 2:30 pm.
Navas, quien participó en el III Festival Jóvenes Directores Trasnocho con el montaje Cría de canguros de Karin Valecillos y dirigió para Microteatro Venezuela, habla también de la importancia del teatro universitario y del porqué sigue en él a pesar de haber incursionado en el profesional.
"El teatro profesional no es concebido por todos de la misma manera, no todos se paran frente a él y le dan la importancia que ese arte requiere, el respeto y la meticulosidad que se necesita para hacer un teatro de calidad, reflexión y entretenimiento. Por eso me refugio en el espacio del teatro universitario, porque al ser también docente, lo asumo como un espacio de formación y exploración en el que se puede generar un criterio a través del arte", dice.
Además plantea que Teatro UCAB funciona como una ventana en la que los estudiantes pueden tener "un espacio para decir y hacer evidente lo que piensa" ante lo complicado e inestable que es el país.
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