Un total de 80 banderas se despliegan actualmente por la Plaza Rubén Darío de Buenos Aires. Fueron diseñadas por artistas, científicos, filósofos y amigos de la Fundación Cartier, que en octubre de 2018 organizó en París la exposición Geometrías del Sur: Desde México hasta la Patagonia, propuesta curatorial que reunió alrededor de 250 obras de más de 70 artistas y cuyo objetivo era estudiar las relaciones visuales entre diversas culturas y regiones del continente.
Para aquella exposición el artista venezolano Flix realizó un mural de 30 metros de largo por 4 de alto en la pared exterior de la Escuela de Arquitectura, ubicada frente a la Fundación Cartier; también intervino diversos elementos del mobiliario urbano para generar un hilo conductor entre el exterior y el interior del edificio.
De allí surgió otra invitación para Flix: la del proyecto Dibújame una bandera, nacido de una idea del artista Christian Boltanski y que se expone en la segunda edición de la Bienal Internacional de Arte Contemporáneo de América del Sur, Bienalsur 2019, en Buenos Aires. Pero no son banderas que representan a diversos países, sino más bien que simbolizan identidades visuales que imaginan un mundo sin fronteras.
Un mundo con banderas, pero sin fronteras (CORTESÍA)
“La bandera que propongo fue concebida reinterpretando la bandera de mi país natal, Venezuela. En ella intento reflejar una abstracción geométrica, simbolizada con la paleta de colores primarios: amarillo, azul y rojo, los cuales se han convertido en mi código primordial, reconocible para la mayoría de mis obras”, explica Flix desde Lisboa. Su propuesta cuestiona y elude el significado de las estrellas para proyectar una nueva visión de país.
“Quiero simbolizar la conquista de la libertad a través de la unidad, cada venezolano de forma individual se empodera, busca limpiar viejos esquemas y así lograr el reencuentro y el renacimiento desde las bases de todos los poderes, infraestructuras e ideologías. Mi bandera posee una única estrella purificadora, llena de esperanza, que nació vibrante y lo ilumina todo, borrando la oscuridad que cubre a nuestro país y a su gente”, agrega el artista enmascarado.
Vista de la Plaza Rubén Darío de Buenos Aires (CORTESÍA)
A su manera, Flix rinde homenaje a quienes se han dedicado a la búsqueda del bien y de la libertad. “Cada uno es líder de su vida, cada quien aporta algo para alcanzar esta meta. La gama tricolor es la fuerza protectora de defensa, de acción coherente, de prosperidad en armonía de una nueva Venezuela libre y próspera para todos” sentencia.
Y aunque se encuentra lejos de Argentina, Flix le dice a la diáspora venezolana anclada en Buenos Aires: “Quiero transmitirles un mensaje lleno de alegría, fuerza, esperanza y reconocimiento; también a los venezolanos que desde distintas partes del mundo y en medio de muchas adversidades, ayudan, apoyan e impulsan este movimiento para avanzar y alcanzar el cambio posible y positivo”, concluye.
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