La semilla del Sistema Nacional de Orquestas Juveniles e Infantiles de Venezuela no solo ha sembrado grandes músicos en el país, sino que también ha exportado a otras tierras su modelo, convirtiendo a cada uno de sus miembros en embajadores de su causa artística.
En Italia, Karen Velázquez forma parte de ese legado que recrea el modelo de El Sistema en Roma a través de la asociación Musica Bene Comune, en la cual enseña a más de 500 niños de todas las edades a iniciarse en el mundo de música en cuatro escuelas.
Oriunda de El Cambur, un pueblo cercano a Puerto Cabello, la directora ha pasado la mayor parte de su vida a la música, con la cual descubrió su vocación por la enseñanza. En 2011 viajó por primera vez a Italia, invitada por la profesora Susan Siman para dar clases en Sicilia. Sin embargo, no fue sino hasta 2014 cuando se instaló definitivamente, mismo año en que falleció el maestro Claudio Abbado, pionero de "El Sistema italiano". A raíz de ello, nació hace dos años la Musica Bene Comune, para retomar esa iniciativa, la cual, acota, todavía se encuentra en construcción.
Concierto de la Musica Bene Comune en el Conservatorio de Santa Cecilia (Cortesía)
"La forma de enseñar a los niños era completamente distinto, utilizaban otros métodos. Ahora, como se enseñaba en Venezuela fielmente, tampoco funcionaba. Lo que hice fue una adaptación, con una mezcla entre lo que ellos hacían y lo que yo hacía, y ahí empezamos a ver resultados", explica.
Confiesa que en un principio, la propuesta atravesó por muchísimas dificultades, especialmente por sectores conservadores a los que no acaba de convencer el modelo importado de Venezuela, anclados en el tradicional método de academicista, además de las dificultades técnicas como el tener que hacer los conciertos por partes por no tener suficientes instrumentos para todos los niños, los cuales son reutilizados salvo en el caso de los que conforman la orquesta principal.
"Nosotros a través de los juegos con los niños también buscamos la perfección académica, es un mezclar todo, para ganar todo", agrega.
La labor de Velázquez la ha llevado a convertirse en un referente de la música en Italia, por ser la primera y única venezolana en dirigir una orquesta infantil, dando talleres y capacitaciones docentes por todo el país, y conciertos como el realizado el 8 de junio en el Conservatorio Santa Cecilia de Roma, en el que primera vez niños tan pequeños, hasta de tres años, tocaban en su icónica sala académica.
"La experiencia fue única, llevar el nombre de Venezuela en alto era la cosa que más me emocionaba aparte que los niños tuvieran esa experiencia de tocar en la sala académica porque no todo el mundo se puede presentar allí. Que niños de tres años pudieran tocar sus piezas de cuerditas al aire en la sala fue emoción grandísima y ver todo el apoyo de mi gente", expresa.
Por el mundo
Yefren Carrero y Ron Davis durante el campamento en Gotemburgo (Cortesía)
En otras naciones europeas también acogen el legado de José Antonio Abreu con los brazos abiertos. Tal es el caso de los directores Yefren Carrero y Ron Davis, quienes del 14 al 19 de junio unieron fuerzas para formar una orquesta juvenil internacional con jóvenes de Francia y Suecia, durante un campamento de verano en Gotemburgo.
Carrero, natural de San Cristóbal, trabaja como coordinador del Passeurs D'Arts desde 2017, donde lidera la orquesta Tutti-Passeurs D'Arts, con sedes en París y el Mediterráneo, al sur de Francia.
Por su parte, Davis lidera en Suecia su propia réplica de El Sistema a través de la Dream Orchestra, en la que ha recibido a refugiados que llegan a ese país escapando de diferentes crisis, haciéndolos libres con la música.
"Tengo expectativas muy altas con respecto a los resultados este encuentro y quiero ver el efecto que está causando, porque además una oportunidad para afianzar lazos entre los diferentes programas y hablar de proyectos futuros”, indicó Carrero en una nota de prensa.
Velázquez menciona que Italia forma parte de la red conocida como El Sistema Europa, con la que han establecido vínculos con organizaciones de otros países, y que aunque sus estudiantes todavía no están musicalmente preparados para proyectos como el de la orquesta juvenil internacional, estaría encantada de trabajar con Carrero y Davis en el futuro, abriendo las puertas a próximas colaboraciones.
Con extensiones en los cinco continentes, El Sistema se ha reproducido por el mundo, desde el proyecto iniciado por el afamado Gustavo Dudamel en Los Ángeles hasta núcleos en lugares remotos como Japón o Corea del Sur. A cada país visitado por la diáspora venezolana se forman agrupaciones, bien sea de carácter institucional o propuestas como la orquesta Latin Box Machine, conformada por músicos venezolanos y extranjeros en la ciudad de Buenos Aires.
Como explica Velázquez, a cualquier parte a donde vaya, ella será El Sistema. Y aplica también para cualquier músico que lleve su instrumento fuera de nuestras fronteras.
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