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Chantal Baudaux: "¡Mi próximo personaje lo escribo yo!"

Después de dedicarse en los últimos años a su vida familiar, la actriz regresa a la pantalla chica interpretando a la leyenda mexicana La Planchada en la nueva serie de RCTV, "Almas en pena"

  • YOLIMER OBELMEJÍAS

16/06/2019 01:00 am

Después de dedicarse en los últimos años a su vida familiar, Chantal Baudaux (Caracas, 1980), recordada por La mujer de Judas, Mis tres hermanas y Calle luna, calle sol, entre otras producciones dramáticas a lo largo de 21 años de carrera, regresa a la pantalla chica interpretando a La Planchada en la nueva serie de RCTV, Almas en pena. La actriz da vida a un fantasma popular del folclore mexicano. Cuentan los relatos populares que una decepción amorosa hizo que una enfermera de extraordinaria belleza se quitara la vida en el hospital donde trabajaba y que todavía se le ve vagando en la tierra, especialmente, en centros y clínicas, lugares en los que se manifiesta ayudando a mejorar la salud y los cuadros de pacientes en condición crítica. 

-¿De qué va Almas en pena
-Almas en pena es una serie de misterio y terror escrita por Martin Hahn que se pasea por esas leyendas con las que hemos crecido: La Sayona, El Sombrerón y La Planchada, entre otras. Todo bajo el hilo conductor de una historia. 

-¿Qué significa para usted haber interpretado a La Planchada en esta producción? 
-La Planchada es un alma en pena buena, la única de la historia; para mí significa un silente regreso a la casa que me vio nacer, RCTV, un reencuentro con mi pasión y mi memoria, un dulce amargo. 

-¿Cómo describe a su personaje? 
-La Planchada nace de una desilusión, un amor engañado. Es, sin embargo, un salvavidas en medio de la desgracia, ayuda a enfermos y agonizantes. Ella es en México lo que para nosotros representa el doctor José Gregorio Hernández. 

-¿Se considera una persona religiosa? 
-Yo no estoy bautizada. Mis padres, ambos católicos, tomaron esa dirección cuando nacimos. Decidieron dejarnos crecer para escoger en qué creer. A lo largo de mi vida, he encontrado muchos caminos para expresar mi necesidad de fe. Creo en San Marcos de León, quien me protege; en la energía; en la palabra de Jesús; los métodos del budismo y las fases de la luna. Soy una extraña y anormal mezcla de todo. 

-¿Qué compañeros están con usted en el elenco de Almas en pena
-Como protagonista está Raquel Yáñez, con quien compartí mi primera vez en las tablas, nos reencontramos aquí. En este episodio participa también Randy Piñango, a quien conocí en La mujer de Judas interpretando a Calixto y se convirtió inmediatamente en un muy querido amigo del alma; y comparto escenas con Juan Carlos Martínez, una joven nueva promesa actoral, que me ayudó a superar momentos difíciles durante la grabación. Estoy muy feliz y contenta con mis compañeros de equipo, frente y detrás de las cámaras. 

-¿Cómo ve la reinvención de RCTV, 12 años después de su cierre? 
-La evolución de RCTV, para mí, es la que naturalmente debería tomar la televisión latinoamericana, el seriado. Creo que gracias a Netflix, YouTube y otras plataformas streaming, el consumo de series con principio y fin en pocos episodios se ha vuelto más familiar para los venezolanos. Hace años, en RCTV hicimos Dr. G y las mujeres, de la pluma de Luis Fernández. Si bien tuvo una súper buena aceptación, fue un ejercicio para tratar de acercar el formato a nuestras pantallas latinas. Hoy, creo que ese trabajo está listo y el público también. La evolución está clara, menos con más, menos capítulos, pero más contenido y calidad. 



-¿Tiene algún personaje en el tintero? 
-¡Creo que mi próximo personaje lo escribo yo! 

-¿Cómo evalúa la salud de la industria de las telenovelas en Venezuela? 
-Está en proceso de cambio y evoluciona favorablemente (risas). Solo debemos tener paciencia y fe en que lo mejor está por venir y que el futuro trae consigo soluciones a problemas. La crisis nos hace exigentes, nos ayuda a reconocer y valorar lo que tenemos. No todo es negativo, de los peores momentos se ha beneficiado la cultura. En eso andamos. Curando y depurando una industria que, quizás, estaba destinada a morir. 

-En los últimos años ha estado dedicada a su vida familiar y específicamente a sus hijos, ¿De qué manera la cambió como intérprete ser mamá? 
-De todas las maneras. Me creo más honesta y sincera, con menos complejos y penas. Ser madre destapa tantas capas de miedos, te hace entregarte con más pasión a lo que amas, sea eso tus hijos, tu familia o tu profesión. Te enseña a amar sin peros ni preguntas, eso te vuelve una actriz más entregada y más sincera. 

-¿Cuáles son sus próximos planes? ¿Seguirá trabajando en producciones como estas? ¿Tiene pensado hacer teatro? 
-Quiero hacer una mezcla de stand up con curso de autoayuda (risas). Me gustaría darle un espacio a mi club de anormales (como nos llamamos), que no son más que todos los venezolanos que seguimos creyendo y luchando por el país, una oportunidad para el encuentro y la posibilidad de comunicarnos y conectar, hablar de nuestros problemas y sueños porque sí, habrá obstáculos pero como dicen "quien tiene amigos no tiene problemas", así que mientras más juntos, mejor. @yolimer
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