En generaciones que se han visto marcadas de manera definitoria por malos gobiernos, muchas son las opciones: que de éstas salgan personas enormemente fuertes o, por el contrario, que el trauma y el miedo terminen dominando sus vidas. Y aunque aún no se ha visto un final ni feliz ni absolutamente aterrador, parece ser que la primera opción es la elegida por todos, los que a pesar de haber tenido que abandonar el país o seguir en él, siguen luchando por hacer lo que más les gusta.
Un ejemplo del esfuerzo de estas generaciones es la banda de rock caraqueña Viniloversus, que entre muchas dificultades -no del grado que las actuales- pudo alimentar una movida musical alternativa y hacerse de una fanaticada muy grande, cuando el género no es para nada propio de un país caribeño como el nuestro.
Plazas y parques, grandes y pequeños locales, de día y de noche, con noventa presentaciones al año, Viniloversus se ubicó como una de las bandas nacionales más representativas, hasta que en un momento las puertas comenzaron a cerrarse y en un año solo llegó a hacer una presentación. Fue entonces cuando Rodrigo Gonsalves (voz), Juan Víctor Belisario (bajo y teclas), Orlando Martínez (batería) y Alberto Duhau (guitarra) decidieron emigrar, sin la certeza de seguir con la banda.
Varios años han pasados desde que la agrupación ganadora del Festival Nuevas Bandas 2006; con una nominación al Grammy entre sus logros, y un disco en inglés entre sus producciones, reaparece con su quinta placa discográfica, "VVV", que se lanzará mundialmente el 3 de mayo, además de iniciar en Ciudad de México una gira por Latinoamérica, que ya tiene conciertos confirmados en Santiago de Chile (9 de mayo); Buenos Aires (12 de mayo), y Bogotá (30 de mayo).
La realización del disco, integrado por once canciones, no fue sencilla, pues los integrantes de la banda se encuentran dispersos entre Estados Unidos y México.
"Ha sido uno de los discos que más trabajo nos ha costado, porque no estamos todo el tiempo en las mismas ciudades. Sin embargo es un proceso muy lindo", dice el baterista de Viniloversus, Orlando Martínez.
Las reuniones para la creación de las canciones ocurrieron en tres oportunidades, en las que fueron grabando de la mano del productor Carlos "El Topo" Maseda.
Viniloversus dedica este disco a la mujer, inspirándose en ella para armonizar lo rudo y fuerte de su música con lo sutil y sensible de la feminidad.
"Ese choque entre los dos mundos nos parecía algo muy interesante. Queríamos integrar la presencia de las mujeres con canciones muy armoniosas, más sutiles. Nos concentramos en amalgamar esos dos mundos", dice Rodrigo Gonsalves, vocalista.
Entre las colaboraciones femeninas con las que cuenta "VVV" están las voces de las mexicanas Tessa Ia y Fer Casillas, y las venezolanas Maye y Panda Elliot.
A pesar de haber asumido esta temática como el eje central de su disco, los miembros de Viniloversus no dejan Venezuela a un lado; la conexión con el país es permanente y aunque la inspiración viene de lo cotidiano, del día a día de cada músico, la situación venezolana sigue siendo su punto de partida para crear.
"Nuestra cabeza, nuestro corazón y nuestra alma siguen estando en Venezuela", sentencia Martínez.
La banda caraqueña ha vivido en una década una gran transformación, que se la ha dado tanto el tiempo como el estudio de nuevas culturas. Así lo afirma su vocalista: "La búsqueda sigue siendo la misma, seguir creando música y seguir expresándose de una manera auténtica, que se sienta original y fresca. Hay mucha madurez de por medio, pero es una continuación de nuestros valores musicales".
Los Viniloversus se vieron obligados a abandonar el país para poder seguir con su trabajo artístico, aunque fuera por separado. "Para nosotros fue como que si tuviéramos que huir del país porque como artistas ya no teníamos opción de seguir creciendo en él", cuenta el baterista.
Viniloversus siempre se ha plantado frente al régimen. "En el momento en que decidimos irnos, todas las puertas ya se nos estaban cerrando, pasamos de tener 90 fechas en el país a no poder hacer ni una sola. Muchas veces no nos dejaron presentarnos por razones políticas", asegura Martínez.
-¿Por qué México como punto de encuentro?
Rodrigo Gonsalves (RG): -Porque México es una plaza para muchos músicos de todas partes del mundo, una oportunidad para crear otra audiencia y tiene una gran cultura de ver música en vivo.
Orlando Martínez (OM): -Dentro de América Latina, México es el país con la industria musical más desarrollada. Ciudad de México posee muchos usuarios streamming, un montón de gente que habla el idioma en el que cantamos y que le encanta el rock.
-¿Cómo ven la movida alternativa actual en el país?
OM: -Todo se ha visto afectado por la situación, nosotros no la tuvimos fácil en nuestro momento, pero sí he escuchado varias propuestas interesantes. Mi consejo para los nuevos proyectos es no abandonar, nosotros en nuestro momento creamos una movida, y ellos lo pueden volver hacer.
Entre los planes de la banda está tocar en Venezuela; no obstante, aún buscan las mejores condiciones para hacerlo. "Es muy complicado montar un concierto en Venezuela. A veces nos preguntamos si es algo que debería hacerse, pero estamos comprometidos con tocar en el país porque es necesario que los venezolanos despejen sus mentes por un momento", agrega Martínez.
-¿Fue difícil emigrar?
-RG: Al salir del país tuvimos la oportunidad de conocer a muchos músicos nuevos, de colaborar con personas que admirábamos. Fue como empezar de cero, y es algo que le recomendamos a todas las bandas porque eso nos convirtió en soldados de la carretera.
@carolynmanrique
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