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A control remoto

Drama contado con humor

Llega a Latinoamérica la miniserie de la BBC “A Very English Scandal”, con Hugh Grant, sobre un escándalo homosexual que estremeció a Inglaterra

  • AQUILINO JOSÉ MATA

15/03/2019 01:00 am

Jeremy Thorpe tenía un futuro brillante. Su defensa de los derechos humanos y su oposición al apartheid en Suráfrica hicieron resurgir al casi extinto Partido Liberal británico en los años 70. Sin embargo, un escándalo sexual truncó su carrera. Casado dos veces, mantuvo una relación homosexual (algo que en aquella época estaba prohibido en Inglaterra) con el ex modelo Norman Scott. Cuando el político puso fin a la relación, su amante no se tomó bien la decisión y lo acusó de conspiración e incitación al asesinato. Aunque finalmente fue absuelto de los cargos, Thorpe nunca recuperó el prestigio perdido.

Esta es la trama de "A Very English Scandal" ("Un auténtico escándalo inglés"), miniserie de la BBC que protagoniza Hugh Grant y dirige Stephen Frears, que a partir de esta semana comienza a transmitir todos los domingos el canal por suscripción AMC. Basada en la novela homónima de John Preston, inspirada en hechos reales, la trama propone un intrigante drama con una fuerte cantidad de humor inglés, donde se tratan temas como la prohibición y el rechazo de la homosexualidad y cómo tenían que vivir y aparentar aquellos que lo eran, de una manera satírica, grotesca e ingeniosa. En este sentido, el guión resulta muy afilado y a veces demasiado increíble para ser real, aunque atrapa desde el comienzo.  

Al estar compuesta solamente por tres capítulos, la serie ostenta un ritmo muy dinámico. En ellos vemos el ascenso y descenso de un político con mucho arraigo. También se pone en evidencia el valor de la opinión pública y qué sucede cuando un caso tan popular sale a la luz, todo ello a través de una historia de desamor y sufrimiento. 

Hay que destacar que "A Very English Scandal" no sería lo mismo sin sus protagonistas. Hugh Grant brinda una gran interpretación de este hombre, con una identidad marcada pero que no puede mostrarse al mundo tal como es por el miedo al qué dirán y que debe vivir una vida llena de frustraciones y apariencias. Está muy bien acompañado por Ben Whishaw, quien encarna a un hombre muy liberal que se anima a ser fiel a sí mismo pero que vive la injusticia a su alrededor. El resto del elenco también se luce. Es un producto muy interesante, no solo por las temáticas que toca, basadas en hechos reales, sino por la forma en que lo hace, ya que no es fácil plantear asuntos serios desde la perspectiva del humor y la sátira. Otra de sus fortalezas reside en los dos grandes histriones que encabezan el reparto. 

Convertir el escándalo en una historia de personajes es todo un acierto, tanto por el posible conocimiento público del hecho en sí como por lo enriquecedor que resulta en lo narrativo el desarrollo de los eventos. Es desde la construcción de personajes donde se remarcan sus no pocas dimensiones, tratando a los implicados con respeto y desde una óptica sensible y rica en matices. Stephen Frears consigue compactar la historia y todas sus implicaciones en poco más de tres horas, lo cual es algo encomiable si tenemos en cuenta la cantidad de información que hay en esta producción de la BBC de una calidad indiscutible. 
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