A pesar de haber ganado varios concursos de belleza a lo largo de sus 25 años de vida, entre los que destaca el Sambil Model 2015, Isabella Rodríguez, Miss Venezuela 2018, no es una reina convencional.
La estudiante de Seguridad Industrial de la Antonio José de Sucre de La Urbina, oriunda de Petare, dice que por triunfos anteriores ya había recibido comentarios negativos que señalan que no tiene los tradicionales rasgos físicos que se imponen en esos eventos, generalmente de tez blanca y cabello rubio, pero eso no la amilana.
"Hago caso omiso a los haters. Tenemos que rescatar el respeto, los valores que nos dan en casa, creo que en lugar de atacar, hay que aportar. Deberían tomarse el tiempo de conocerme", expresó la soberana de la belleza nacional en su primer encuentro con la prensa.
"Venezuela es esto que ven aquí (dijo señalando a Alondra Echeverría y Oricia Domínguez, primera y segunda finalista); es una diversidad de razas; Venezuela es Yaracuy; Venezuela es Táchira", destacó.
Rodríguez prefiere aferrarse a su fe cristiana cuando se refiere a la reacción de algunos usuarios en las redes sociales. "Uno habla desde lo que tiene en su alma y en su corazón (...) Yo no voy a tomar en cuenta esos comentarios porque me esforcé mucho para estar aquí", agregó.
La frase de la nueva Miss Venezuela: "de Petare para el mundo" caló hondo en el corazón y los oídos de todos quienes la escucharon el jueves en la noche en el estudio 5 de Venevisión, donde se llevó a cabo el evento, así como también en los televidentes y usuarios de Instagram, Facebook y Twitter, y la belleza morena lo sabe.
"No importa la zona de dónde vengas ni el rango social que tengas", aseguró Rodríguez al tiempo que habló emocionada sobre la fiesta que se prendió en la zona 7 del barrio José Félix Ribas después de que fue coronada, tanto que no pudo evitar contener las lágrimas. "Celebraron en mi comunidad y sacaron una bandera de Venezuela grandísima, del tamaño del mundo".
La sucesora de Sthefany Gutiérrez contó cómo, a pesar de su origen humilde, pudo costear su participación en el concurso. "Le agradezco al Miss Venezuela porque todas desde el día uno teníamos los mismos zarcillos, vestidos y zapatos y eso es una gran oportunidad para muchas niñas que desean estar acá". También se las arregló para pedir vestidos prestados a diseñadores.
Fue consultada sobre sus planes como ganadora. "Mi aporte sería espiritual. En el barrio hago células de crecimiento en las que hablamos de la palabra de Dios", precisó. "Tengo un proyecto que se llama Arepas con amor, hechas con el corazón con el que sé puedo marcar un antes y un después".
Alondra Echeverría, de 24 años, nació en Macuto, estado Vargas y es enfermera graduada con honores de la Universidad Central de Venezuela; y Oricia Domínguez es oriunda de Los Teques y estudia Informática. Ambas expresan su alegría por la posición destacada que lograron en el evento y consideran que pueden ser motivos de inspiración para otras chicas que tengan ese sueño.
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