La tercera adaptación en pantalla de la historia basada en la historia de Theodor Seuss Geisel, conocido mundialmente como el Dr. Seuss, ¡Cómo el Grinch se robó la Navidad! (1957), The grinch, enamora inmediatamente.
Incluso en los primeros minutos en los que el espectador se encuentra con el áspero personaje verde y larguirucho es imposible no reír de las cosas que hace y las expresiones que dice.
Pero el personaje y su fiel acompañante canino Max no lo hacen todo.
Universal Pictures y Illumination Entertainment encargaron al escritor Michael LeSieur y al director Yarrow Cheney y Scott Mosier, una historia en la que brillantes animadores y técnicos contribuyeron para que el cinéfilo se olvide durante una hora y 45 minutos de todos los problemas y atribulaciones que pueda tener.
Quienes la elijan como una de sus opciones durante la temporada navideña no se arrepentirán, bien sea que escojan verla en versión RealD 3D o IMAX 3D.
Eso sí, la trama se mantiene intacta. Harto de tanta amabilidad que le parece empalagosa y queriendo vengar heridas del pasado, El grinch (Benedict Cumberbatch) busca aliados para robar en Nochebuena la Navidad, decoraciones y hasta los regalos de los más pequeños habitantes de Villa Quien.
No siempre con mucha suerte.
El problema es que no contará con que la pequeña Cindy Lou (Cameron Seeley), preocupada por todas las ocupaciones de su mamá, toque su encogido corazón. Finalmente, para la delicia de grandes y chicos, el iracundo personaje descubrirá el verdadero significado de estas fechas especiales. @yolimer
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