Sí, el pasado 9 de noviembre Mariem Velazco (San Tomé, 1998) se convirtió en la octava venezolana en conquistar el título de Miss Internacional, pero en su primer encuentro con la prensa demostró que no es una reina convencional. No anhela ni ser actriz ni animadora y las luces del mundo del espectáculo no la encandilan.
La anzoatiguense expresó que desea seguirse preparando académicamente. "Dios me puso la corona como una manera para hacer click con la gente, pero siento que puedo hacer mucho más. Estoy estudiando Ingeniería Geofísica en la Universidad Simón Bolívar, pero me di cuenta de que la Ingeniería no era para mí".
Velazco señaló que el pasado 15 de abril hizo la prueba de admisión en la Universidad Metropolitana, porque desea cursar Estudios Liberales. "Para mí, la educación y la lectura es lo mejor que podemos promover y a eso me quiero dedicar".
La reina de belleza subrayó que ser cuentacuentos es un oficio que le atrae desde que tenía cuatro años. "No todo el mundo conoce el arte de contar cuentos, la magia que hay detrás de esto. Ser cuentacuentos es cultivar tu ser y es abrirte puertas a un mundo distinto. Quiero seguir trabajando como cuentacuentos". Palabras que llaman la atención en el mundo de los concursos de belleza, donde generalmente los anhelos de las ganadoras están relacionados con el showbiz.
Triunfo cibérnetico
Aunado a sus deseos profesionales, y como es lógico para alguien con sólo 20 de años de edad, Mariem confiesa que 18 días después de haber sido coronada en el Tokyo Dome City Hall de Japón, aun no procesa que se haya coronado en la contienda asiática.
"Al día siguiente no creía lo que estaba sucediendo. y todavía no me creo que me googlean y que esté en Wikipedia, pero estoy muy feliz, y poco a poco lo internalizaré".
Y es que aunque han pasado casi tres semanas desde que se realizó el evento, Velazco dice que tantos han sido sus compromisos, uno tras otro, que no ha tenido chance de asimilar lo ocurrido ni mucho menos decidir cuáles serán sus próximos planes o proyectos.
"Me tocará sentarme con más calma y pensar un rato qué va a hacer Mariem, porque no es tan fácil decidir qué es lo que haré ahora que tengo esta responsabilidad", expresa.
Asimismo, la beldad fue consultada sobre si ha conversado con Osmel Sousa, quien se desempeñaba como presidente del Miss Venezuela en la pasada edición.
"No, no he tenido la oportunidad de hablar con él, pero le doy las gracias por todo el tiempo que ha estado de la mano de las misses venezolanas y por dejar en alto el nombre de nuestro país porque él ha sido y seguirá siendo una leyenda para el Miss Venezuela", destacó.
Velazco explicó las razones por las que no trajo con ella la reproducción de la corona que acostumbran a darle a las vencedoras en el certamen en el que participó.
"No tenía idea de que había una réplica. Todos los años se presenta el mismo problema con las ganadoras. De todas formas, la corona está aquí y en algún momento haré todo lo posible para que alguien de la organización pueda traérmela y ponérmela aquí en Venezuela", aseguró.
Reina oriental
La nueva Miss Internacional compartió con los representantes de los medios de comunicación social que aunque se preparó para traerse a Venezuela el título de belleza asiático, en todo momento se encomendó a Dios y a la Virgen del Valle "que es la patrona del Oriente del país. Nací en San Tomé y crecí en El Tigre".
También fue interrogada por el desempeño de Veruska Ljubisavljevic en el Miss Mundo 2018. "Creo en Veruska y en lo que está haciendo. Ella, Sthefany (Gutiérrez) y yo somos muy amigas, hemos compartido momentos inolvidables, nos hemos compenetrado muchísimo y creemos en nosotras".
Confirmó su participación en el espectáculo del Miss Venezuela, el próximo 13 de diciembre. Lo que sí no sabe es si será ella la encargada de coronar a la nueva soberana de la belleza nacional en vista de la ausencia en el país de Sthefany Gutiérrez y Veruska Ljubisavljevic, y adelantó que en febrero de 2019 dirá presente en el Festival de la Nieve de Japón. @yolimer
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