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Mariana Ortiz: "Nunca pensé que iba a cantar ópera"

Este sábado, la cantante lírica venezolana interpretará a la frágil Mimí de "La Bohème", en lo que ha sido su debut en el Teatro Colón de Buenos Aires

  • JUAN ANTONIO GONZÁLEZ

20/10/2018 01:00 am

El montaje de La Bohème en el Teatro Colón de Buenos Aires, incluido entre las cinco mejores salas de ópera del mundo, ha sido el acontecimiento cultural de esta semana en la capital argentina. 

Las secciones de Cultura de los principales periódicos, emisoras de radio y canales de televisión argentinos no solo le han dedicado segmentos privilegiados a los ensayos previos al estreno de esta coproducción entre el Colón y la Ópera de Tenerife, el pasado 12 de este mes, sino que han sido generosos en reseñar el espectáculo que cuenta con dirección musical de Joseph Colaneri, al frente de la Orquesta Estable del Teatro Colón, y la dirección escénica de Stefano Trespidi. 

Una soprano venezolana ha sido parte de este evento: la cantante lírica Mariana Ortiz, valenciana que inició su formación en el Conservatorio de Música del estado Aragua con la maestra Lola Linares; hizo una maestría en Canto en el Conservatorio Real de Bruselas, en Bélgica, y estudió dos años con la famosa soprano Mirella Freni, en la Escuela de Bel Canto de Módena, Italia, entre otras academias en las que ha forjado una voz que desde la distancia suena cristalina y cálida. 

Se trata de su debut en el prestigioso Teatro Colón. En la más famosa de las óperas de Giacomo Puccini, La Bohème, Ortiz interpreta a Mimí, la frágil, sentimental y enfermiza costurera que se enamora en el París de 1840 -el de la bohemia artística- del poeta Rodolfo. A esta chica ingenua y al apasionado bardo, se unen el pintor, el estudiante de filosofía y el vehemente músico, quienes aportan, a través de la música de Puccini, una mirada al amor, a la amistad, al arte, a la pasión y al duelo que sobreviene a la muerte. 

Desde Buenos Aires, y a punto de ofrecer este sábado su última presentación en esta temporada de La Bohème, Mariana Ortiz comenta como llegó a este montaje: "Fue por una audición que hice en 2014, luego de haber interpretado en el Teatro del Sodre, en Montevideo, el personaje de la esclava Liu de la ópera Turandot, adonde fui invitada por un agente artístico. Tuve una audición bellísima. A raíz de eso, pasaron todos estos años y en 2017 recibí la invitación de parte de la directiva del Teatro Colón para participar en La Bohème, que es de mis óperas consentidas", dice.



-¿Cuál es su apreciación de la ópera de Puccini? 
-Puccini es perfecto, llega al corazón del público con un lenguaje sencillo, a través de su música. Siempre digo que él es como el precursor del musical (risas), lleno de tantos colores, de bellas armonías... 

-¿Tiene algo de especial esta Mimí que interpreta en el Teatro Colón? 
-Yo respeto lo que está escrito por Puccini, quien hace una maravillosa obra donde no solo escribe perfectamente la parte musical, sino que también coloca la puesta en escena de sus personajes, así que no hay que darle muchas vueltas a éstos. Cada vez que Marina interpreta a Mimí pone a su disposición el recurso vocal, el instrumento, los matices, los colores que se van ganando cada vez que la hago, con la madurez vocal que voy adquiriendo con el tiempo y con el estudio, por supuesto. No es una nueva Mimí, solo se le van agregando detalles, sutilezas. 

-¿Qué tan difícil ha sido para usted internacionalizar su carrera de soprano? 
-Yo no diría que se me han presentado dificultades. Afortunadamente, la oportunidad de ser cantante de ópera me llegó cuando menos lo esperaba, y ahí se me abrió un universo, no solo en mi país, sino también, y poco a poco, en Latinoamérica y el mundo. He atravesado por el mismo proceso que todos los colegas del mundo. Ya no se trata solo de ser disciplinado o dedicado en el estudio de los roles o en el estudio escenográfico, sino que toca llegar a un país extranjero, tocar puertas, presentar tu trabajo, buscar un agente… Toda esta logística es necesaria para poder llegar a los teatros, para mostrar lo que haces, para que tu trabajo guste y te contraten. Así de sencillo. 

-¿Le afecta el hecho de no haber podido desarrollar su carrera en el país? 
-Comencé mi carrera operística en Venezuela. Viví en Bélgica y desde mucho antes había comenzado en la música barroca, a lado de la maestra Isabel Palacios, con la Camerata Renacentista de Caracas, y la verdad es que nunca pensé que iba a cantar ópera, pero se presentó la oportunidad de regresar a Venezuela en 2006 y a partir de ese momento, luego de unas clases con Mirella Freni, se me abrieron las puertas del mundo de la ópera, pero fue en Venezuela donde pasé muchos años desarrollando mi carrera. Si algo tengo que agradecerle a mí país y a sus instituciones es que me brindaron grandes oportunidades para desarrollarme no solo en el campo de la ópera, sino en el campo sinfónico, en el recital… 

-En Venezuela desde hace tiempo no se producen óperas. 
-Porque estamos atravesando una gran crisis, como también pasa en Argentina y en muchos otros países de América Latina. Cuando hay grandes crisis, lo primero que se recorta es el presupuesto para la cultura, pero el artista se fortalece en los momentos duros y siempre está dispuesto a mostrar su trabajo, lamentablemente al precio que sea porque a nosotros lo único que nos alimenta es el escenario, el poder llegar al público, tocar los corazones y brindar bellos espectáculos. 

Residenciada desde hace poco más de un año en España, Mariana Ortiz está concretando la que será su agenda de presentaciones para 2019. 

"En España e Italia se están cocinando buenos proyectos. Tengo muchas ganas de volver a Venezuela, cómo me gustaría recibir una invitación y poder pisar nuevamente mi país, porque es mi casa, es mi público y a ustedes me debo", concluye la soprano. 

@juanchi62
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