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Odalys Sánchez: "El arte es el único bien que no escasea"

La propietaria de la galería y casa de subastas "Odalys" prepara una puja en vivo para el mes de noviembre

  • JUAN ANTONIO GONZÁLEZ

23/09/2018 01:00 am

Es física nuclear, pero desde hace 27 años le lleva el pulso al mercado del arte en Venezuela. En ese tiempo ha organizado 263 subastas desde su galería en el Centro Comercial Concresa, donde prepara otra puja en vivo para el mes de noviembre. Y es que ante la complicada situación del país -con una economía en recesión y un éxodo masivo de venezolanos hacia el exterior-, la galerista y marchand de arte Odalys Sánchez insiste y persiste. 

Al hacer balance del mercado de arte local en este momento, Sánchez no duda en afirmar que éste vive "una caída total". "Hay una desmotivación de los coleccionistas, quienes dejan de comprar arte no porque no tengan el dinero ni el interés, sino porque tienen otras prioridades que van amarradas a la supervivencia, a vivir en un sitio mejor, a la supervivencia de sus familias. El coleccionismo se ha dispersado", asegura. 

Una situación que para ella no es novedosa, pues explica que ésta es la tercera ocasión en la que presencia un declive en el sector. "Por diversas razones a lo largo de tiempo, que he estipulado en cada 15 años, hay un hecho económico, social o político que incide directamente en los mercados, no solo el del arte. En estos momentos no es que el mercado del arte esté desmotivado, sino que está desmotivado todo tipo de inversión", agrega al tiempo que recalca que en toda crisis hay oportunidades. 

-Además del actual, ¿cuáles fueron los otros dos momentos críticos para el mercado de arte en el país? 
-La primera baja en el mercado fue cuando intervinieron todos los bancos en 1984. Para ese entonces, los compradores fundamentales eran las instituciones financieras, que pagaban un nivel de precios mucho más alto que el de cualquier coleccionista. De la noche a la mañana, los bancos comenzaron a caer en cascada y nos encontramos con un mercado vacío. Fui justo ahí cuando yo llegué y como sabía que tenía que construir un mercado, lo que hice fue comenzar a trabajar con un nivel de precios bajo. El segundo momento difícil se produjo a raíz del paro petrolero, porque fue una situación de conmoción social, política y económica que afectó a todos, pero el mercado no cayó tanto. 

"Yo estimo que en dos años se recuperará el mercado, porque inevitablemente las decisiones económicas que se han tomado y que regirán este país en los próximos años, independientemente de quien gobierne o de cual sea la fórmula, tienden a la dolarización", agrega la propietaria de la única casa de subastas en el país. 

-Si el mercado del arte está en caída libre, ¿qué es lo que usted como marchand puede hacer? 
-Hay que crear un nuevo mercado del arte, con un nuevo coleccionismo, con gente que esté dispuesta a comprar. En cada uno de esos momentos de baja en el mercado del arte, lo que tuvimos que hacer fue reconstruirlo, prácticamente empezar de cero, un cero que no es absoluto porque ya hay una base de experiencia, hay un conjunto de personas que continúan comprando y hay un superávit de obras de arte, lo cual beneficia al comprador.  

-¿Por dónde hay que empezar? 
-Hay que construir de nuevo un nivel de precios, que no necesariamente se va a separar de lo que antes existía; es decir, un Soto siempre va a valer más que un Narváez y un Narváez va a valer más que un Orozco, por la historia del artista, su trayectoria, su presencia internacional en grandes exposiciones. Ahora bien, si antes se vendía un López Méndez en 5.000 dólares, hoy en día va a salir en 2.500; si antes se vendía un Narváez en 25.000 dólares, ahora saldrá en 8.000 o 10.000 dólares. Esta es la única forma de crear un nuevo mercado. 

-Entonces, ¿se puede comprar arte en Venezuela? 
-Claro que se puede. Se puede comprar arte desde 60 dólares en adelante; con 60 dólares hoy en día pagas un almuerzo. Lo establecí como mínimo en la subasta en línea de obra gráfica realizada en julio pasado. Se ofrecieron 155 piezas y se vendieron 120. Sí hay gente que está dispuesta a pujar y a comprar. 

-¿Quiénes están comprando hoy obras de arte? 
-Los viejos clientes que antes compraban menos, pero que ahora tienen la posibilidad de acceder a mejores piezas con el mismo dinero con el que antes compraban; es decir, siguen destinando a la compra de arte el mismo dinero, pero cada día adquieren obras más importantes. Luego hay un grupo joven, hijos de los coleccionistas que me compraban a mí, que curiosamente está comprando el arte clásico venezolano. Y sorprendentemente, y esto ha pasado en las 263 subastas que he hecho, en cada puja recibo diez o doce clientes nuevos, por eso me siento con mucho optimismo, pues esos diez o doce clientes nuevos representan media subasta. 

-¿Qué perfil tienen esos nuevos compradores? 
-Son venezolanos que no están en el país, pero que aprovechan sus divisas, tanto nacionales como internacionales, para comprar arte venezolano. Tengo seis años con la galería en Madrid, y los clientes venezolanos que llegan a España prefieren las obras de creadores de nuestro país porque aunque estén viviendo lejos siguen sintiéndose de acá. 

-¿Cómo motivarlos a comprar en un entorno tan complicado? 
-La motivación viene con la reconstrucción del mercado. Si nos vamos a la historia del mundo, hemos visto que ha habido muchos momentos de baja y de alta. En los años recientes, la caída de la Bolsa de Nueva York tumbó todos los mercados del arte, y en tres o cuatro años éstos volvieron a fortalecerse. La caída de los mercados asiáticos desmotivó a los compradores de arte, lo cual afectó a los mercados de Europa y Estados Unidos. Eso es normal que pase. Siempre hay un bajón y siempre hay una subida. Entonces, ¿qué es lo que tiene que saber el coleccionista venezolano? Que estamos en los momentos más bajos y que todo lo que viene es subida, sencillamente porque el arte es el único bien que no escasea en este país, el único bien que puedes transportar libremente, cumpliendo un protocolo que no te impide sacar tus obras de arte, salvo los tres artistas que son patrimonio nacional: Rengifo, Bracho y Reverón. Es decir, cualquier persona puede movilizar su dinero a través de la obra de arte. 

Y prosigue: "Que el mercado se va a reconstruir lentamente, sí claro, pero es una inversión segura, de bajo riesgo. Yo compro arte y hay una máxima que le digo a mis compradores: 'Si quieres saber qué comprar, compra lo que compra tu vendedor'. Y yo lo que compro son maestros venezolanos. Hace unos quince años vendí una obra de Soto de dos metros por dos metros en 26 mil dólares, hoy esa misma obra vale un millón de dólares. Y lo más curioso de aquella subasta en la que vendí durante dos años cuarenta obras de Soto, es que tuvieron que pasar veinte años para que esas obras regresaran nuevamente a mis manos para ser vendidas".

 -Con el éxodo de venezolanos, ¿ha mermado la oferta de obras de arte? 
-Ha habido una sequía en el mercado en cuanto a propuestas, porque muchas personas se han llevado obras de Venezuela y las obras que están fuera del país no tienen espacios para ser absorbidas en otras naciones. La mayoría de los artistas venezolanos, diría 95%, pertenece a un mercado local, como pasa en todas partes del mundo con los artistas de cada país, pero el restante 5% sí puede ser absorbido. Tú puedes ir con un Soto, un Cruz-Diez, un Otero o un Gego a Nueva York, París o Hong Kong, y colocarlas en esos mercados, pero las obras que están afuera que no han sido vendidas tienen que regresar al país para poder ser ofertadas, y esa es la situación con la que me estoy encontrando: se me están consignando muchas obras en Miami y Madrid que solamente es posible vender a través de una clientela venezolana. 

-¿Vale la pena invertir en arte? 
-Yo empecé mi colección con unas 30 piezas, hoy en día son más de 6.000. Sigo comprando arte todos los días del mundo. No tengo que convencer a nadie, pero el que ha comprado arte sabe que es la mejor inversión. 

@juanchi62
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