Carla Müller: “La actuación es un acto de fe"
La intérprete venezolana participa en la bioserie "Sin querer queriendo", sobre “Chespirito”, en el rol de Luzma, la esposa del personaje de Godínez
Sin querer queriendo se ha convertido en uno de los estrenos más exitosos del año, envuelto en la polémica y que, a su vez, ha generado gran popularidad a la plataforma de HBO Max. La serie biográfica, basada en el libro de memorias de Roberto Gómez Bolaños, “Chespirito” (1929-2014), publicadas 2006, está protagonizada por Pablo Cruz Guerrero. El proyecto fue supervisado por Roberto y Paulina Gómez Fernández, hijos de “Chespirito”, y además contó con la dirección de Rodrigo Santos, Julián de Tavira y David Ruíz. Cabe destacar que entre el grupo de guionistas se encuentra el escritor venezolano Alberto Barrera Tyszka. La serie consta de ocho capítulos, que se han estrenado semanalmente y cuyo episodio final será transmitido el próximo 24 de julio.
Desde México, El Universal conversó con la actriz venezolana Carla Müller, quien a pesar de venir de una familia dedicada a la academia siempre tuvo interés por el arte: comenzó su carrera en el ballet clásico y luego se apasionó tanto por el tango que participó en el Festival Mundial de Tango en Buenos Aires, hasta que un taller le reveló que su camino era la actuación. Hace algunos años, con sus amigas Diana Díaz, María Alesia Machado y Maga Díaz, creó la productora 4x4, que le permitió realizar obras de teatro en espacios no convencionales; también integró el cast de varias películas venezolanas.
Müller habla aquí sobre su aparición en la serie Sin querer queriendo, su decisión de migrar, su carrera en el país azteca y su maternidad: “Ha sido un proceso de adaptación complejo al inicio, pero luego he disfrutado mi barriga con mucha tranquilidad. Ser madre era un proyecto que tenía pendiente. Me tomaré una pausa, pero mi hija es un motor para seguir adelante y replantearme como actriz”, afirma, quien además se desempeña como gestora cultural en el Festival Venezcine, una muestra de cine venezolano en México.
-¿En qué momento decidió migrar?
-Llevo siete años en México. Siempre sentí la necesidad de hacer carrera fuera de Venezuela. Estoy muy agradecida con México y las oportunidades que me ha dado, es un país donde funciona una industria gigante, al igual que la competencia con colegas de varias partes del mundo, pero es una experiencia muy rica. También hay muchos venezolanos en el área de la actuación, la dirección y la producción. La actuación es un acto de fe, suerte, preparación y resiliencia.
Desde México, El Universal conversó con la actriz venezolana Carla Müller, quien a pesar de venir de una familia dedicada a la academia siempre tuvo interés por el arte: comenzó su carrera en el ballet clásico y luego se apasionó tanto por el tango que participó en el Festival Mundial de Tango en Buenos Aires, hasta que un taller le reveló que su camino era la actuación. Hace algunos años, con sus amigas Diana Díaz, María Alesia Machado y Maga Díaz, creó la productora 4x4, que le permitió realizar obras de teatro en espacios no convencionales; también integró el cast de varias películas venezolanas.
Müller habla aquí sobre su aparición en la serie Sin querer queriendo, su decisión de migrar, su carrera en el país azteca y su maternidad: “Ha sido un proceso de adaptación complejo al inicio, pero luego he disfrutado mi barriga con mucha tranquilidad. Ser madre era un proyecto que tenía pendiente. Me tomaré una pausa, pero mi hija es un motor para seguir adelante y replantearme como actriz”, afirma, quien además se desempeña como gestora cultural en el Festival Venezcine, una muestra de cine venezolano en México.
-¿En qué momento decidió migrar?
-Llevo siete años en México. Siempre sentí la necesidad de hacer carrera fuera de Venezuela. Estoy muy agradecida con México y las oportunidades que me ha dado, es un país donde funciona una industria gigante, al igual que la competencia con colegas de varias partes del mundo, pero es una experiencia muy rica. También hay muchos venezolanos en el área de la actuación, la dirección y la producción. La actuación es un acto de fe, suerte, preparación y resiliencia.

Carla Müller en el personaje de Luzma, la esposa de Godínez en El Chavo del 8 (CORTESÍA IG)
-¿Cómo llegó a la serie Sin querer queriendo?
-El casting empezó en 2021. Al principió mis pruebas eran para el personaje de Florinda Meza, pero a pesar del interés de la productora, el proyecto se apagó por un tiempo, realmente desconozco las razones. En 2023 se reactivó, me llamaron Isabel Cortázar y Andrea Abbiati, me probaron para otros personajes y finalmente quedé en el papel de la cuñada de “Chespirito”, Luzma, la esposa de Horacio Gómez Bolaños, el famoso “Godínez” de El Chavo del 8, quien además de ser un actor invitado en ciertos episodios del El Chavo del 8, era el tour manager de su hermano. Casi no hay información sobre ella, me tocó investigar, además pedí leer los ocho episodios para entender a esta mujer que nunca tuvo una figuración pública. Ella fue una suerte de contención emocional para la familia, que de repente pasó de tener una vida normal a encontrarse con un mundo desconocido: la fama.
-En su caso, ¿recuerda su relación con El Chavo del 8 y El Chapulín Colorado?
-Crecí viendo ambos programas, recuerdo que siempre lo pasaban todas las tardes por televisión. Así que al llegar del colegio, hacia mis tareas y después al prender la tele siempre estaban ahí los personajes de El Chavo y El Chapulín Colorado. La realidad superó a la ficción, nunca me imaginé vivir en México y menos estar en una serie sobre Roberto Gómez Bolaños. La serie es un homenaje de sus hijos a su padre, quien fue un genio al crear una forma de hacer comedia al tiempo que surgía la televisión en México, en este caso Televisa.
-Este año también actúa en la serie Entre paredes, de Disney+.
-Es una comedia donde los protagonistas -Aislinn Derbez y Christian Vásquez- se enamoran por Tinder y descubren que también viven en el mismo edificio. Yo soy una de sus vecinas; mi personaje es una madre soltera, como llaman acá “luchona”. Fue una gran experiencia trabajar con Angélica Aragón, fue una escuela. Recuerdo nuestras conversaciones, generalmente sobre política, cuando supo que era de Venezuela; aunque no conoce el país, sabe del cariño que le tiene el público por sus telenovelas.
-Si bien ha podido labrarse un camino en México, en su caso, ¿cómo ha manejado el tema de la salud mental?
-Es un proceso de mucha paciencia y resiliencia. Se debe asumir que una respuesta negativa no significa algo personal. No se puede vivir con ansiedad, lo mejor es soltar, confiar. A mí me ha funcionado a la par de la actuación seguir creando, buscar proyectos propios, estar activa artísticamente.
Y finalmente, ¿cómo es la ventana por donde mira Carla Müller?
-Con mucha luz, belleza y acompañado con un gran atardecer. Eso me inspira a seguir trabajando, creando artísticamente con la gente que quiero y hablando de mi país.
@DulceMRamosR
-¿Cómo llegó a la serie Sin querer queriendo?
-El casting empezó en 2021. Al principió mis pruebas eran para el personaje de Florinda Meza, pero a pesar del interés de la productora, el proyecto se apagó por un tiempo, realmente desconozco las razones. En 2023 se reactivó, me llamaron Isabel Cortázar y Andrea Abbiati, me probaron para otros personajes y finalmente quedé en el papel de la cuñada de “Chespirito”, Luzma, la esposa de Horacio Gómez Bolaños, el famoso “Godínez” de El Chavo del 8, quien además de ser un actor invitado en ciertos episodios del El Chavo del 8, era el tour manager de su hermano. Casi no hay información sobre ella, me tocó investigar, además pedí leer los ocho episodios para entender a esta mujer que nunca tuvo una figuración pública. Ella fue una suerte de contención emocional para la familia, que de repente pasó de tener una vida normal a encontrarse con un mundo desconocido: la fama.
-En su caso, ¿recuerda su relación con El Chavo del 8 y El Chapulín Colorado?
-Crecí viendo ambos programas, recuerdo que siempre lo pasaban todas las tardes por televisión. Así que al llegar del colegio, hacia mis tareas y después al prender la tele siempre estaban ahí los personajes de El Chavo y El Chapulín Colorado. La realidad superó a la ficción, nunca me imaginé vivir en México y menos estar en una serie sobre Roberto Gómez Bolaños. La serie es un homenaje de sus hijos a su padre, quien fue un genio al crear una forma de hacer comedia al tiempo que surgía la televisión en México, en este caso Televisa.
-Este año también actúa en la serie Entre paredes, de Disney+.
-Es una comedia donde los protagonistas -Aislinn Derbez y Christian Vásquez- se enamoran por Tinder y descubren que también viven en el mismo edificio. Yo soy una de sus vecinas; mi personaje es una madre soltera, como llaman acá “luchona”. Fue una gran experiencia trabajar con Angélica Aragón, fue una escuela. Recuerdo nuestras conversaciones, generalmente sobre política, cuando supo que era de Venezuela; aunque no conoce el país, sabe del cariño que le tiene el público por sus telenovelas.
-Si bien ha podido labrarse un camino en México, en su caso, ¿cómo ha manejado el tema de la salud mental?
-Es un proceso de mucha paciencia y resiliencia. Se debe asumir que una respuesta negativa no significa algo personal. No se puede vivir con ansiedad, lo mejor es soltar, confiar. A mí me ha funcionado a la par de la actuación seguir creando, buscar proyectos propios, estar activa artísticamente.
Y finalmente, ¿cómo es la ventana por donde mira Carla Müller?
-Con mucha luz, belleza y acompañado con un gran atardecer. Eso me inspira a seguir trabajando, creando artísticamente con la gente que quiero y hablando de mi país.
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