Sonia González, fundadora y directora de Teatro Naku
“En Teatro Naku los procesos de creación siempre fueron muy intuitivos”
La compañía de teatro de títeres, con residencia en México, se presentará en Espacio Plural a partir del 17 de este mes
En 2017, Sonia González y su familia decidieron residenciarse en México. Pero detrás de la fundadora y directora de la compañía de teatro de títeres Naku, hay 23 años de andanzas compartidas con el público venezolano, el adulto y el infantil. Un camino que la distancia no borra.
“No fue fácil. En 2017 migré con mi familia a Querétaro. Ya desde hacía unos años, por la compleja situación de Venezuela, trabajaba para una empresa internacional de forma remota y vimos una oportunidad en México. Así que al mudarme, continué con este trabajo remoto por algunos años, que ocupaba gran parte de mi tiempo. Pero nunca dejé de trabajar con los títeres, así que, viéndolo a la distancia, Teatro Naku logró sobrevivir por varias razones: por mi parte, una pasión ineludible, muchísima constancia y grandes dosis diarias de adaptabilidad, aprendizaje y transformación”, cuenta González, quien sin contener la alegría que la desborda habla de lo que será la gira de su agrupación por Caracas y que tendrá lugar del 17, 18, 19 y 20, y 25, 26, 27 de abril, en Espacio Plural de Trasnocho Cultural. Vendrá acompañada de dos actrices mexicanas, Rocío Guerrero y Gemma Sánchez, para presentar Mujeres a cuatro manos (jueves y viernes, a las 7:30; sábados y domingos, 7:00 pm) y Ñu y el fuego (jueves y viernes, a las 5:00 pm, y sábados y domingos, a las 4:30 pm).
“No fue fácil. En 2017 migré con mi familia a Querétaro. Ya desde hacía unos años, por la compleja situación de Venezuela, trabajaba para una empresa internacional de forma remota y vimos una oportunidad en México. Así que al mudarme, continué con este trabajo remoto por algunos años, que ocupaba gran parte de mi tiempo. Pero nunca dejé de trabajar con los títeres, así que, viéndolo a la distancia, Teatro Naku logró sobrevivir por varias razones: por mi parte, una pasión ineludible, muchísima constancia y grandes dosis diarias de adaptabilidad, aprendizaje y transformación”, cuenta González, quien sin contener la alegría que la desborda habla de lo que será la gira de su agrupación por Caracas y que tendrá lugar del 17, 18, 19 y 20, y 25, 26, 27 de abril, en Espacio Plural de Trasnocho Cultural. Vendrá acompañada de dos actrices mexicanas, Rocío Guerrero y Gemma Sánchez, para presentar Mujeres a cuatro manos (jueves y viernes, a las 7:30; sábados y domingos, 7:00 pm) y Ñu y el fuego (jueves y viernes, a las 5:00 pm, y sábados y domingos, a las 4:30 pm).
Del montaje Mujeres a cuatro manos (CORTESÍA TEATRO NAKU)
Luego de atender convocatorias para concursos y festivales, asegura González que hoy “ya me dedico al 100% a Teatro Naku y eso ha sido increíble. Aún no tenemos sede, ni una gran estabilidad. Toca aplicar a muchísimas convocatorias para ganar unas pocas y eso implica mucho trabajo de oficina. Aprender a diversificar la entrada de recursos ha sido un reto importante, y no dejar nunca de crear e investigar. ¿Qué viene? Me gustaría abrir una escuela para titiriteros. La docencia es una de mis pasiones y es algo que hace muchísima falta”.
-¿Qué significó en lo creativo cambiar la sede de la compañía?
-México es un país muy interesante, y culturalmente… no tiene límites. A nivel personal, me interesaron mucho varias ceremonias indígenas y comencé a asistir movida por la curiosidad y por el deseo de aprender. Los temazcales, los rituales de cacao, café o tabaco, y otras ceremonias. También me adentré aún más en la meditación y otras formas de sanación. Por ejemplo, en la historia de Ñu y el fuego, está el temazcal (es un baño de vapor, pero es un ritual indígena muy bonito)… ¡tenía que estar!
Y agrega: “Todo eso ha influido notablemente en el proceso artístico, sobre todo para afianzar las formas de trabajo que ya traía. En Teatro Naku los procesos de creación siempre fueron muy intuitivos, y con el pasar de los años, lo son más. No escribo los guiones, sino que me dejo llevar por un tema, o una idea, o una historia. Y es a través de la experimentación con los materiales, con los títeres, o simplemente cada obra tiene un camino”.
Luego de atender convocatorias para concursos y festivales, asegura González que hoy “ya me dedico al 100% a Teatro Naku y eso ha sido increíble. Aún no tenemos sede, ni una gran estabilidad. Toca aplicar a muchísimas convocatorias para ganar unas pocas y eso implica mucho trabajo de oficina. Aprender a diversificar la entrada de recursos ha sido un reto importante, y no dejar nunca de crear e investigar. ¿Qué viene? Me gustaría abrir una escuela para titiriteros. La docencia es una de mis pasiones y es algo que hace muchísima falta”.
-¿Qué significó en lo creativo cambiar la sede de la compañía?
-México es un país muy interesante, y culturalmente… no tiene límites. A nivel personal, me interesaron mucho varias ceremonias indígenas y comencé a asistir movida por la curiosidad y por el deseo de aprender. Los temazcales, los rituales de cacao, café o tabaco, y otras ceremonias. También me adentré aún más en la meditación y otras formas de sanación. Por ejemplo, en la historia de Ñu y el fuego, está el temazcal (es un baño de vapor, pero es un ritual indígena muy bonito)… ¡tenía que estar!
Y agrega: “Todo eso ha influido notablemente en el proceso artístico, sobre todo para afianzar las formas de trabajo que ya traía. En Teatro Naku los procesos de creación siempre fueron muy intuitivos, y con el pasar de los años, lo son más. No escribo los guiones, sino que me dejo llevar por un tema, o una idea, o una historia. Y es a través de la experimentación con los materiales, con los títeres, o simplemente cada obra tiene un camino”.
Ñu y el fuego habla de la adicción de los niños a los aparatos electrónicos (CORTESÍA TEATRO NAKU)
Mujeres a cuatro manos y Ñu y el fuego son las piezas con las que Naku estará de vuelta. De la primera, estrenada ya hace 30 años, cuenta Sonia González que es un montaje para adultos y explora con humor e ironía las complejidades del universo femenino: dos titiriteras dan vida, a cuatro manos, a un grupo de muñecas que, a través de breves historias, abordan temas como el despecho, la vejez, la soledad y otros aspectos esenciales de la vida de las mujeres.
La segunda pieza, Ñu y el fuego, que se presenta en el país con el apoyo de la Convocatoria 2023 de Fomento a Proyectos y Coinversiones Culturales de la Secretaría de Cultura del Gobierno de México, forma parte de una tetralogía sobre el futuro y trata sobre el abuso de los aparatos electrónicos y el respeto hacia las diferencias. Ñu, un niño diferente, emprende una travesía en busca del fuego y la conexión humana.
@juanchi62
Mujeres a cuatro manos y Ñu y el fuego son las piezas con las que Naku estará de vuelta. De la primera, estrenada ya hace 30 años, cuenta Sonia González que es un montaje para adultos y explora con humor e ironía las complejidades del universo femenino: dos titiriteras dan vida, a cuatro manos, a un grupo de muñecas que, a través de breves historias, abordan temas como el despecho, la vejez, la soledad y otros aspectos esenciales de la vida de las mujeres.
La segunda pieza, Ñu y el fuego, que se presenta en el país con el apoyo de la Convocatoria 2023 de Fomento a Proyectos y Coinversiones Culturales de la Secretaría de Cultura del Gobierno de México, forma parte de una tetralogía sobre el futuro y trata sobre el abuso de los aparatos electrónicos y el respeto hacia las diferencias. Ñu, un niño diferente, emprende una travesía en busca del fuego y la conexión humana.
@juanchi62
Siguenos en
Telegram,
Instagram,
Facebook y
Twitter
para recibir en directo todas nuestras actualizaciones