Su rostro y su voz sugieren a una mujer con la que uno pudiera sentarse a contemplar un atardecer en la Isla de Margarita y cuya conversación de improviso podría ser interrumpida por el vuelo de un ave o la aparición de una lagartija en veloz carrera por entre las piedras. Para ella, aquellos visitantes no serían un pájaro o réptil cualesquiera. Seguramente, esta ilustradora y diseñadora gráfica, nacida en Caracas en 1956, podría decirle a su contertulio a qué especie de aves pertenece el primero y a qué familia de reptiles pertenece la segunda.
Ella es Mercedes Madriz, una mujer que demuestra que los caminos a la felicidad son insondables. Llegó a la ilustración científica porque quería estudiar Biología, pero para conseguirlo debía cursar el ciclo básico en Ciencias; valga decir, cursar las materias de matemáticas, física y química. “A mí me gustaban los animales, las matas. Nosotros nos criamos entre la ciudad y el llano, porque en esa época mi papá había dejado la medicina por la ganadería”, le contó a la psicóloga, podcaster y Directora de la organización Planeta Vital, que promueve la ecología psicosocial, Marisela Valero.
A pesar de gustarle tanto la ciencia, sobre todo la Biología, estudió Humanidades, días en los que descubrió el diseño gráfico, que decidió estudiar en la escuela en la que juntaban esfuerzos educativos el Instituto de Diseño de la Fundación Neuman y el INCE. Pasó allí cuatro felices años, dibujando.
Al graduarse, uno de sus primeros trabajos fue para Álvaro Sotillo, a quien se le encargó el diseño y diagramación del libro Ictiología marina (Volumen I, 1980), del Doctor Fernando Cervigón. “Tú deberías dedicarte a esto”, le dijo Sotillo a Madriz. Y así lo hizo, luego en la industria petrolera, en las ediciones ambientales. “Poco a poco fui dejando el diseño, que se me daba muy mal, y me concentré en la ilustración, que se me daba muy bien”, comenta Madriz, quien para profesionalizarse incluía en sus propuestas de trabajo la asesoría científica de algún biólogo especialista en la material para la que era buscada. “A partir de ese momento comencé a trabajar como en el paraíso”, relató la artista a Valero.
-En un país donde se depreda la naturaleza de manera inconsciente, ¿qué aporte puede hacer Mercedes Madriz para cambiar mentalidades y conductas destructivas?
-El destino final de mis dibujos siempre es para contribuir con la divulgación de la ciencia, la conciencia y la educación ambiental. Mi misión es presentarles cada una de nuestras maravillas naturales para que las conozcan, por su forma y por su nombre, que es la única vía de amar y respetar nuestro planeta.
-¿Qué vínculos creativos la unen a Pablo Rodríguez, homenajeado en la exposición?
-Desde que comencé a dibujar conocí el trabajo de Pablo Rodríguez a través de sus ilustraciones en la colección de 7 tomos del libro Ictiología marina del Doctor Cervigón. Si trabajo fue siempre y sigue siendo de mucha ayuda para mí. Nos conocimos personalmente aquí en Margarita ya hace años cuando me vine a vivir a la isla.
-¿Qué proyectos la esperan a futuro?
-Actualmente estoy dibujando unas conchas marinas de la Ensenada de La Guardia. Es un libro sobre gastronomía de mi amiga Pilar Cabrera, reconocida chef y su restaurante Casa Mejillón. El libro lo va a editar Editorial Sarrapia y el diseño lo hace Julieta Molina.
@juanchi62
Ella es Mercedes Madriz, una mujer que demuestra que los caminos a la felicidad son insondables. Llegó a la ilustración científica porque quería estudiar Biología, pero para conseguirlo debía cursar el ciclo básico en Ciencias; valga decir, cursar las materias de matemáticas, física y química. “A mí me gustaban los animales, las matas. Nosotros nos criamos entre la ciudad y el llano, porque en esa época mi papá había dejado la medicina por la ganadería”, le contó a la psicóloga, podcaster y Directora de la organización Planeta Vital, que promueve la ecología psicosocial, Marisela Valero.
A pesar de gustarle tanto la ciencia, sobre todo la Biología, estudió Humanidades, días en los que descubrió el diseño gráfico, que decidió estudiar en la escuela en la que juntaban esfuerzos educativos el Instituto de Diseño de la Fundación Neuman y el INCE. Pasó allí cuatro felices años, dibujando.
Al graduarse, uno de sus primeros trabajos fue para Álvaro Sotillo, a quien se le encargó el diseño y diagramación del libro Ictiología marina (Volumen I, 1980), del Doctor Fernando Cervigón. “Tú deberías dedicarte a esto”, le dijo Sotillo a Madriz. Y así lo hizo, luego en la industria petrolera, en las ediciones ambientales. “Poco a poco fui dejando el diseño, que se me daba muy mal, y me concentré en la ilustración, que se me daba muy bien”, comenta Madriz, quien para profesionalizarse incluía en sus propuestas de trabajo la asesoría científica de algún biólogo especialista en la material para la que era buscada. “A partir de ese momento comencé a trabajar como en el paraíso”, relató la artista a Valero.
Tres peces (CORTESÍA ESPACIO ARTE AL CUBO)
Todo este recorrido está a la vista del público en la exposición Natura. Flora y fauna de Venezuela, que desde esta semana y hasta el mes de mayo se presenta en Espacio Arte al Cubo, ubicado en el Centro Banaven (Cubo Negro), nivel SC-3, Av. La Estancia, Chuao, en horario de lunes a viernes, de 10:00 am a 6:00 pm, y los sábados, de 10:00 am a 2:00 pm. La curaduría es de Tahía Rivero. Son más de 90 obras realizadas en acuarela por Mercedes Madriz.
“Desde hace cuatro décadas, Mercedes Madriz se orientó con tenacidad y constancia hacia la ilustración científica. En esta, su segunda exposición individual en Caracas, podremos apreciar un exhaustivo cuerpo de trabajo que incluye especies animales y vegetales de Venezuela, en el que sorprende el verismo de sus dibujos, valiéndose de la técnica de la acuarela”, escribe Rivero en el texto que acompaña la muestra.
-¿Qué características particulares tiene la disciplina de la ilustración científica?
-Este es un oficio poco común en nuestra Venezuela. Sin embargo, existe desde que nosotros existimos y nos desarrollamos. Tengo la certeza que desde aquellos primeros humanos que dibujaron con tanta precisión sobre las piedras, los animales, las plantas, sus costumbres.
“Actualmente, después de la invención de la fotografía y más ahora en la era digital y la IA, seguimos dibujando por muchas razones. A veces las cosas son demasiado grandes, o demasiado pequeñas, o están adentro de algo o afuera en el cosmos. La ilustración científica sigue brindando facilidades de comprensión, educación y divulgación científica”, añade Madriz.
Todo este recorrido está a la vista del público en la exposición Natura. Flora y fauna de Venezuela, que desde esta semana y hasta el mes de mayo se presenta en Espacio Arte al Cubo, ubicado en el Centro Banaven (Cubo Negro), nivel SC-3, Av. La Estancia, Chuao, en horario de lunes a viernes, de 10:00 am a 6:00 pm, y los sábados, de 10:00 am a 2:00 pm. La curaduría es de Tahía Rivero. Son más de 90 obras realizadas en acuarela por Mercedes Madriz.
“Desde hace cuatro décadas, Mercedes Madriz se orientó con tenacidad y constancia hacia la ilustración científica. En esta, su segunda exposición individual en Caracas, podremos apreciar un exhaustivo cuerpo de trabajo que incluye especies animales y vegetales de Venezuela, en el que sorprende el verismo de sus dibujos, valiéndose de la técnica de la acuarela”, escribe Rivero en el texto que acompaña la muestra.
-¿Qué características particulares tiene la disciplina de la ilustración científica?
-Este es un oficio poco común en nuestra Venezuela. Sin embargo, existe desde que nosotros existimos y nos desarrollamos. Tengo la certeza que desde aquellos primeros humanos que dibujaron con tanta precisión sobre las piedras, los animales, las plantas, sus costumbres.
“Actualmente, después de la invención de la fotografía y más ahora en la era digital y la IA, seguimos dibujando por muchas razones. A veces las cosas son demasiado grandes, o demasiado pequeñas, o están adentro de algo o afuera en el cosmos. La ilustración científica sigue brindando facilidades de comprensión, educación y divulgación científica”, añade Madriz.
Turpial (CORTESÍA ESPACIO ARTE AL CUBO)
-Expone en una galería de arte. Le pregunto: ¿cuán cerca o cuán lejos está su trabajo de ser una expresión artística o el sustento del trabajo de expedicionarios, naturalistas, científicos?
-No tengo ningún conflicto con eso de qué es arte y qué no. Yo dibujo principalmente por el placer de dibujar, por eso mayormente sigo usando papel, pincel y acuarela como los antiguos maestros.
-¿Cómo es su proceso de trabajo?
-El proceso de mi trabajo es largo y minucioso, pero muy divertido. Inicialmente, lo que más me gusta, conocer un profesional que sea mi guía hasta el final, generalmente son biólogos especializados en la especie que debo dibujar. Salir al campo, si es posible, a buscar la especie para retratarla, o llevarla a casa. Esta etapa es la mejor, estar afuera en la naturaleza, conocer siempre algo nuevo. Después me vengo a mi estudio y comienzo a dibujar.
-Expone en una galería de arte. Le pregunto: ¿cuán cerca o cuán lejos está su trabajo de ser una expresión artística o el sustento del trabajo de expedicionarios, naturalistas, científicos?
-No tengo ningún conflicto con eso de qué es arte y qué no. Yo dibujo principalmente por el placer de dibujar, por eso mayormente sigo usando papel, pincel y acuarela como los antiguos maestros.
-¿Cómo es su proceso de trabajo?
-El proceso de mi trabajo es largo y minucioso, pero muy divertido. Inicialmente, lo que más me gusta, conocer un profesional que sea mi guía hasta el final, generalmente son biólogos especializados en la especie que debo dibujar. Salir al campo, si es posible, a buscar la especie para retratarla, o llevarla a casa. Esta etapa es la mejor, estar afuera en la naturaleza, conocer siempre algo nuevo. Después me vengo a mi estudio y comienzo a dibujar.
El antes y el después de la ilustración de una Salamanquesa, Tretioscincus Bifasciatus Gecko (2010)
-En un país donde se depreda la naturaleza de manera inconsciente, ¿qué aporte puede hacer Mercedes Madriz para cambiar mentalidades y conductas destructivas?
-El destino final de mis dibujos siempre es para contribuir con la divulgación de la ciencia, la conciencia y la educación ambiental. Mi misión es presentarles cada una de nuestras maravillas naturales para que las conozcan, por su forma y por su nombre, que es la única vía de amar y respetar nuestro planeta.
-¿Qué vínculos creativos la unen a Pablo Rodríguez, homenajeado en la exposición?
-Desde que comencé a dibujar conocí el trabajo de Pablo Rodríguez a través de sus ilustraciones en la colección de 7 tomos del libro Ictiología marina del Doctor Cervigón. Si trabajo fue siempre y sigue siendo de mucha ayuda para mí. Nos conocimos personalmente aquí en Margarita ya hace años cuando me vine a vivir a la isla.
-¿Qué proyectos la esperan a futuro?
-Actualmente estoy dibujando unas conchas marinas de la Ensenada de La Guardia. Es un libro sobre gastronomía de mi amiga Pilar Cabrera, reconocida chef y su restaurante Casa Mejillón. El libro lo va a editar Editorial Sarrapia y el diseño lo hace Julieta Molina.
@juanchi62
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