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Todos los Abilio convergen en la galería Blasini Morrison

El pintor, caricaturista, ilustrador y docente caraqueño sigue activo a sus 93 años, tal como queda demostrado en la exposición “Abilio Padrón. De lo estático a lo dinámico”

  • JUAN ANTONIO GONZÁLEZ

08/12/2024 01:00 am

Abilio Padrón, lo decía el mismo en alguna ocasión, no es un artista de una sola pieza, de una sola preocupación. Su obra abarca la pintura, la ilustración, la caricatura, la escultura y la docencia, área esta de su vida profesional que lo lleva a explicarse de manera tan precisa que cada frase suya parece dirigida a un auditorio de estudiantes.

A sus 93 años -Abilio Padrón nació en Caracas el 22 de febrero de 1931-, este artista no cesa de trabajar y de descubrir nuevas posibilidades en su proceso creativo. Esto se puede verificar en la exposición Abilio Padrón. De lo estático a lo dinámico, que se presenta en la galería Blasini Morrison, de El Bosque, hasta febrero de 2025.

La muestra abarca buena parte de lo realizado por el artista desde los años ochenta hasta el presente. Así, se exhiben en la Blasini Morrison obras del período 1980-82, en la que destacan piezas de carácter lineal en las que, a partir de la síntesis de recursos, el alto contraste y el acuarelado, Padrón aborda temas como la ciudad y sus males urbanos, la miseria y la masificación, muy cercanos a su trabajo como caricaturista. Sobre ellas escribe en el catálogo de la muestra Carlos Maldonado-Bourgoin, miembro de la Asociación Internacional de Críticos de Arte (AICA) Capítulo Venezuela: “El artista realiza trazos que sugieren formas y se relaciona con contenido memorístico, sin llegar a ser escritura automática. Crea personajes, imágenes que evocan de forma anticipada los conocidos avatares, y situaciones que le recuerdan algo concreto y a la vez fabulado”.

La muestra abarca varios períodos del artista (CORTESÍA GALERÍA BLASINI MORRISON)

También se exponen obras del período comprendido entre (1998-2013), “en las que el artista da la oportunidad al espectador de identificar lugares, monumentos icónicos, personajes, contexto histórico, con la obra (...). La composición obedece a ritmos, a elementos orgánicos, objetos, ficciones en un espectáculo armónico de gran belleza. Son caricaturas-pinturas de temática mundial, humor sin palabras, a la interpretación del espectador según su comprensión plástica individual”, agrega Maldonado-Bourgoin.

En Abilio Padrón. De lo estático a lo dinámico se disponen también unos estantes con libros, folletos y catálogos del artista, que dan cuenta de sus aportes en el ámbito editorial -recordemos que las ilustraciones y caricaturas de Padrón han aparecido en publicaciones como la Revista Shell, El Farol, Elite, La Sápara Panda y El Sádico Ilustrado, entre otras, así como en medios de Alemania, Francia y República Checa-.

Y no puede faltar en esta muestra el acercamiento, la exploración de Abilio Padrón al Arte Óptico y el Cinetismo, con las llamadas Cajas Caleidoscópicas Anamórficas, con las que el artista concede al espectador la posibilidad de completar sus obras.

Lo que mueve al creador que es Abilio Padrón es la libertad. La libertad de asumir el arte sin categorizaciones, sin etiquetas, como la expresión más genuina de su mundo interior, de su juego permanente con la forma, el color y el movimiento. Para él, la exposición de la galería Blasini Morrison no obedece a un impulso curatorial, sino, en principio, a la necesidad de mostrar obras nunca antes expuestas y de acercar al público a lo hecho por él en más de sesenta años de trayectoria.

Cajas Caleidoscópicas Anamórficas (CORTESÍA GALERÍA BLASINI MORRISON)

Asume su oficio sin egos y hasta se permite dejar en el pasado -que no en el olvido- la crítica política y social de buena parte de su obra, sobre todo en la caricatura.

Abilio Padrón cursó estudios de arquitectura en la UCV (1951-1954), pero por el cierre de la universidad en su contexto histórico, decidió inscribirse en la Escuela de Artes Plásticas y Aplicadas (1951-1956), época en la que empezó a trabajar en el taller de afiches dirigido por Spezky Noske.

En un viaje a París, en 1956, descubre el movimiento cinético y al año siguiente asiste al Centro Artístico Internacional de Roma. A su regreso a Venezuela participa en salones como el II Salón de la Joven Pintura (Caracas, 1957), XVI Salón Arturo Michelena (1958), Salón Planchart (1958), Salón Julio T. Arze (1960), Salón Nacional del Dibujo y el Grabado (1961 y 1962) y Salón de Dibujo Humorístico (Facultad de Arquitectura y Urbanismo, UCV, 1961). A principios de la década de los sesenta presentó sus primeras individuales de dibujo entre 1962 y 1969.

En el catálogo de la muestra Pictoensamblajes, presentada en la Galería 5 en 1990, escribe Élida Salazar: “(la propuesta de Padrón) fluctúa entre lo fantástico y lo surrealista, de carácter lírico y subjetivo, en donde solo un ojo de pintor, ajeno a los esquemas de la razón, es capaz de advertir. Cuadros con resonancias de riesgo, de aventura, de movimientos de la sensibilidad, formados por capas de reminiscencias entretejidas, con colores imprecisos y precisos a la vez, con detalles y sin ellos”.

“En mí convergen dos Abilios. Dos maneras de ser. De repente tengo un lado en el que soy, por así decirlo, un ciudadano venezolano que intenta a través de parte de su trabajo exponer los problemas que nos afectan a todos, día a día. Por otro lado, tengo un lado como más experimental que lo llevo a cabo, de repente, cuando soy pintor, y sobre todo en los últimos tiempos con una serie de trabajos que vengo realizando donde exploro problemas que tienen que ver con la luz y con las superficies que produce reflejos, cambios en las imágenes”, ha dicho el artista (entrevista en www.unminutoconlasartes.com. 2020).
@juanchi62




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