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Ana María Hurtado: “Poesía y psiquiatría están vinculadas por el misterio del alma”

Este mes, la autora presenta "El reino" en la Feria Internacional del Libro de Guadalajara y habla sobre Emily Dickinson en el CVA

  • MARITZA JIMÉNEZ

17/11/2024 01:00 am

Médico psiquiatra, poeta, ensayista y psicoterapeuta, el primer acercamiento de Ana María Hurtado a la escritura, en sus años estudiantiles, fue la narrativa, cuya calidad avala el premio Julio Garmendia de la Dirección de Cultura de la UCV.

Sin embargo, los llamados de la poesía son ineludibles, y así ocurrió con esta poeta que hoy, en sus libros publicados, La fiesta de los náufragos (2015); El beso del arcángel (en coautoría con Leonardo Torres, 2018); El árbol que en ella muere, La única inocencia (2023), ha señalado un camino en nuestras letras signado por la búsqueda de la profundidad y el misterio que la palabra entraña.

El reino, su quinto y más reciente título, salió este año con la editorial mexicana Salto Mortal, y será presentado el 30 de este mes en el Salón de la Poesía de la Feria Internacional del Libro de Guadalajara, que se inaugura ese día en la Ciudad de las Rosas.

“Que la poeta y editora mexicana Yolanda Ramírez Michel resonara con este libro y me propusiera su publicación en Guadalajara, fue una sorpresa y un milagro, podríamos decir, para seguir con la metáfora del reino. El grano de mostaza halló tierra fértil en México, que es tierra de grandes mitos”, dice.

Escribirlo fue un riesgo, confiesa. “Intentar cierta configuración del lenguaje que se asimilara a la escritura bíblica, al lenguaje de Jesús y los apóstoles, a una cierta visión del mundo y de la existencia humana en su relación con lo divino, ameritó una extensa investigación poética, teológica, histórica y hasta científica”.

Para el sufismo, la poesía es lenguaje de Dios. Y Ana María Hurtado nos lo recuerda en este volumen de profundo acento espiritual que venía haciéndose lentamente desde principios de siglo y tomó forma en 2020, durante los tiempos de la pandemia, cuando escribió profusamente otros más que continúan inéditos.

“El libro -dice- se centra en vislumbres sobre el llamado Reino de los Cielos, que resulta ser una imagen imprecisa, contradictoria, constituida por paradojas. Me ha interesado adentrarme en ese territorio turbio y también luminoso; por supuesto, sin ninguna restricción dogmática o religiosa. Quise instalarme en la paradoja, que es la protagonista del discurso de Jesús, según los mismos Evangelios”.

Escribir El reino representó para la poeta “intentar cierta configuración del lenguaje que se asimilara a la escritura bíblica" (CORTESÍA)

“Me inspiró mucho una afirmación de Borges sobre la figura de Jesús, que decía que fue un gran poeta y que la única vez que escribió lo hizo sobre la arena y el viento se llevó lo escrito. Jesús no sólo hacía actos poéticos como caminar sobre las aguas, sino que las parábolas son profundas y misteriosas construcciones metafóricas. Y, por supuesto, tengo que mencionar a Armando Rojas Guardia y sus talleres de mística. Las muchas conversaciones que sostuvimos y las visiones que compartíamos sobre el cristianismo, alimentan de manera subterránea este poemario”.

“Pero una cosa es la imagen que adviene en el acontecimiento poético -aclara- y otra el hecho estético que involucra un arduo trabajo con el lenguaje para intentar que diga algo que está más allá de sí mismo. Esta es el ars de todo poeta, por supuesto”.

En ese sentido destaca la obra de una de las grandes voces poéticas del misterio, la norteamericana Emily Dickinson, sobre cuya enigmática poesía, Hurtado hablará precisamente a su regreso a Venezuela, el 11 de diciembre, en una conferencia que tendrá lugar ese día, a las 5:00 pm, en el Centro Venezolano Americano, moderada por Karl Krispin.

-¿Por qué deja la narrativa y empieza a escribir poesía?
-Creo tener algunas respuestas para tratar de comprender esto, pero la verdad es que todavía es una incógnita. He retomado ocasionalmente la narrativa, pero me quedé en la exploración de la expresión poética. Soy consciente de que es una opción mucho más arriesgada que la narrativa, pero trabajar la palabra en función del misterio poético es mi pasión, igual que el ejercicio psiquiátrico.

-La relación entre poesía y psiquiatría es una pregunta a la que tiene que responder con frecuencia.
-Ambas pasiones están vinculadas en profundidad por el cuerpo, el dolor, la finitud, el misterio del alma, y sobre todo por la utilización del lenguaje como vía de acceso a esas tres instancias de la experiencia humana. El acercamiento a la muerte me ubica directamente en un sitio donde confluyen medicina y poesía.

“La figura poética de Emily, en todas sus vertientes, me atrae de manera radical”, señala, por otra parte, sobre la poeta nacida en Amherst, Massachusetts, el 11 de diciembre de 1830.

“Su manera singular de abordar temas trascendentes desde perspectivas sugestivas y originales, el sumergirse en el otro lado de lo visible con la sutileza y profundidad propia de una mirada tan sensible como inteligente, la forma aparentemente simple, juguetona, con la cual se adentra en los misterios medulares de la existencia humana, el uso de un lenguaje oblicuo, que se balancea en el abismo del sentido, todo eso me resulta sobrecogedor.

“Una mística del jardín, de las abejas y las flores, una hacedora de poemas-nido, como me gusta llamarlos. Dickinson es de esa estirpe de poetas inagotables que siempre ofrecen algo por descubrir, nos ofrece en cada lectura un nuevo misterio que se asoma tras la puerta entornada de su palabra. Comulgo con ella en su mirada y en el interés por el más allá -o más acá- de las cosas. Es mi ángel tutelar”.
@weykapu




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