Espacio publicitario

El nacimiento de los detectives fashionistas

"Miami Vice" cumple 40 años de su irrupción en las pantallas chicas de todo el mundo. La serie de NBC de los 80 cambió la forma de mirar a los agentes antinarcóticos

  • JUAN ANTONIO GONZÁLEZ

22/09/2024 01:00 am

Antes de su aparición en las pantallas de televisión de todo el mundo, los personajes de detectives, aún los más excéntricos, eran presentados a los espectadores como unos señores serios y estrictos que pocas veces sonreían, clásicos en su forma de vestir e incapaces de ostentar una vida de lujos, si es que la tuvieran.

A partir de ellos, la mirada hacia los agentes e investigadores de la policía cedió ante la moda impuesta por la cultura y la música new wave, y hasta las oscuras callejuelas y los pasillos en penumbra por donde los detectives perseguían a los malhechores, fueron sustituidos por las asoleadas calles de Miami, sus edificios de estilo Art Déco y los esculturales y semidesnudos cuerpos de las bañistas que correteaban por South Beach.

Ellos eran los MTV Cops, James “Sonny” Crockett y Ricardo “Rico” Tubbs, encarnados respectivamente por los actores Don Johnson y Philip Michael Thomas en la serie Miami Vice, que la cadena de televisión estadounidense NBC emitió por primera vez el 28 de septiembre de 1984. Los venezolanos de entonces éramos los del “ta’ barato dame dos”.

Sonny y Rico llegaban a la escena del crimen montados en un Ferrari, bien fuera del modelo Daytona o Testarossa. El primero optaba, casi siempre, por vestir blazer y pantalones blancos, una camisa con motivos de flores tropicales o franelas unicolor (de tonos pasteles preferiblemente); el segundo, más sobrio, se inclinaba por sacos de cuatro botones en colores contrastantes con los pantalones. Cada capítulo llevaba implícita una pasarela que terminaba siendo tendencia entre los seguidores de la serie.

Ex profeso, la construcción de los personajes los alejó de cualquier coincidencia con los detectives creados en la literatura y trasladados luego al formato audiovisual. Por ejemplo, originalmente, antes de convertirse en un agente fashionista, Crockett era bebedor, mujeriego, rudo, violento, inestable, divorciado; es decir, se parecía más de lo que se deseaba a los personajes de ese estilo compuestos, por ejemplo, por un Humphrey Bogart; de allí que los libretistas decidieron ponerlo a vivir en un bote, tener un caimán como mascota y lucir siempre un broceado perfecto.

Por supuesto, frente a tan estudiado despliegue de las formas -personajes, ambientes, vestuario, música, elementos de utilería- no hay análisis de contenido en el que Miami Vice salga bien parada. Ello, básicamente, porque el cómo siempre estuvo por encima del qué. Y esto la convierte en una serie ochentera por antonomasia, pues reflejó el espíritu de una década que prefería lo bonito a lo práctico, lo instantáneo a lo duradero, el futuro sobre el pasado.

Pero no todo en esta serie es desdeñable. Algunos críticos destacan su neutralidad moral, así como su visión -incipiente, eso sí- de la decadente sociedad estadounidense. Y es que en el fondo, lo que subyace en las tramas de Miami Vice es la lucha de una ciudad contra el crimen organizado, una lucha imposibilitada por una ciudadanía que demanda lo prohibido: las drogas, la prostitución y la frivolidad.

Miami Vice tuvo cinco temporadas y se transmitió hasta 1989. Cada episodio contó con un presupuesto de 1,3 millones de dólares. Todo para lograr su objetivo: relanzar la ciudad donde está ambientada e impulsar su economía a través del turismo y de la venta de objetos derivados de la serie.
@juanchi62






Siguenos en Telegram, Instagram, Facebook y Twitter para recibir en directo todas nuestras actualizaciones
-

Espacio publicitario

Espacio publicitario

Espacio publicitario

DESDE TWITTER

EDICIÓN DEL DÍA

Espacio publicitario

Espacio publicitario