"Deadpool vs Wolverine", una oda humorística al escándalo y lo políticamente incorrecto
Ryan Reynolds y su equipo planearon de manera quirúrgica que el film fuese un homenaje al legado de X Men y de los diferentes universos de superhéroes con los que ha crecido la humanidad, a la forma de Deadpool, claro está
Marvel recompensó la espera de seis años de los fanáticos del irreverente superhéroe encarnado por Ryan Reynolds en "Deadpool vs Wolverine". Ni hablar de la resurrección del extinto líder de los X Men, interpretado por Hugh Jackman.
Shawn Levy hizo una mancuerna perfecta con Ryan Reynolds y Rhett Reese para escribir el guion de esta película y desarrolló a sus anchas una nueva aventura de este personaje que se aleja de la perfección, se ríe de sí mismo y de los demás y que, al mismo tiempo, desafía los cánones de belleza y de lo que es políticamente correcto, establecidos hace décadas, en las historias de comics.
De esta manera, "Deadpool vs Wolverine" encuentra a un Wade Wilson (Reynolds) como un vendedor de autos después de que sus días como salvador del día acabaron, situación que cambiará cuando sus seres queridos y su propia existencia sean amenazados por el Sr. Paradox (Matthew MacFayden) y la Autoridad de Variación Temporal, la diferencia es que en esta ocasión, estará escoltado por el mutante con afinados sentidos animales y tres garras retráctiles en cada mano.
Lo que sigue a continuación es un cóctel en el que se unen nuevamente el humor, referencias directas a la cultura pop, ataques a 20th Century Fox y bromas sobre el Universo Cinematográfico de DC Comics; todo esto usando el recurso, muy manoseado en los últimos años, del multiverso. Ni hablar de los inesperados cameos que hacen gritar a quien mira en la sala -¡Dios salve por siempre a Stan Lee!- y del ritmo frenético que marcó Levy.
Aplausos de pie para Emma Corrin, quien con su performance eliminó el recuerdo de los días en los que dio vida en "The crown" a Lady Di para convertirse en Cassandra Nova, hermana gemela de Charles Xavier, que usa sus poderes telequinéticos y telepáticos para otros fines.
Reynolds y su equipo planearon de manera quirúrgica que "Deadpool vs Wolverine" fuese un homenaje al legado de X Men y de los diferentes universos de superhéroes con los que hemos crecido, a la forma de Deadpool, claro está.
¿La guinda de la torta? Una banda sonora que, a ratos, provoca que personas cercanas se olviden que están viendo un largometraje y no en un karaoke, pero ¿Quién puede culparlos? La responsabilidad deberían llevarla los hits de *NSYNC, Avril Lavigne, John Travolta, Olivia Newton-John y de la mismísima Madonna, quien dio autorización por primera vez para que usaran su mítico "Like a Prayer".
¿Blasfemia? Que en medio de su megalomanía, Deadpool se crea "El Jesús de Marvel". ¿Así o más atrevido? ¿Sus adeptos lo venerarán o castigarán? Llegó el momento de saberlo. @yolilu
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