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Una voz lírica venezolana se oirá en el Maggio Musicale Fiorentino

La soprano Génesis Moreno, triple ganadora del Concurso Internacional de Canto Alfredo Kraus, prepara su agenda para 2024

  • ESPECIAL PARA EL UNIVERSAL

24/12/2023 01:00 am

Por Milvia Piazza

El pasado mes de septiembre la joven soprano venezolana Génesis Moreno (Caracas, 1994) se hizo acreedora de tres de los premios más importantes en la categoría de canto lírico en la novena edición del Concurso Internacional de Canto Alfredo Kraus, además de haber sido seleccionada para cantar cuatro funciones de El elixir de amor en el Palacio de Bellas Artes de México, algo bastante difícil de lograr para una cantante extranjera que está culminando su proceso de formación en el Estudio de Ópera de Bellas Artes (EOBA) del país azteca.

“Buena emisión, sobreagudos, arrojo, histrionismo” se reseñó de su actuación en la prensa especializada mexicana después del estreno de la ópera de Gaetano Donizetti, el pasado 5 de diciembre.

-¿Cómo comenzó en la música?
-Mi primer acercamiento fue con la música popular por mi mamá quien fue por muchos años asistente de la cantante Mirna Ríos; yo tendría en ese entonces unos ocho años y veía a Mirna dar clases en su academia y ella me entusiasmó. Pero en lo que abrieron un núcleo del Sistema en Petare, donde yo vivía, mi mamá nos inscribió inmediatamente a mi hermana y a mí, y el primer filtro fue en la coral infantil, allí van viendo tus capacidades de musicalidad, afinación, predisposición, etc., pero yo escogí el violoncello.

“Tenía 12 años y estaba emocionada de tocar en una orquesta -prosigue-. Sin embargo, los maestros del coro me decían que debía estudiar canto. Cuando salí de bachillerato me presenté en una audición en el coro juvenil de San Agustín con el maestro Luis Barrios. Allí obtuve mi primer trabajo como monitora. A los pocos meses invitaron al coro a participar en la ópera Pagliacci y quedé fascinada al escuchar a la soprano Betzabeth Talavera en el papel principal y todo el movimiento que había encima del escenario: escenografía, vestuario, actuación… quedé totalmente enamorada de la ópera y allí mismo decidí que lo mío era el canto, y justo abrían la cátedra de la maestra Talavera a quien agradezco por haberme iniciado en este camino tan difícil como hermoso. Posteriormente pasé a formar parte del Coro Nacional Simón Bolívar del Sistema Nacional de Orquestas y Coros Juveniles e Infantiles de Venezuela bajo la dirección de Lourdes Sánchez.

-¿Cuál fue el evento que marcó su carrera como solista?
-El Sistema abrió una audición para la cantata Carmina Burana. Yo estaba apenas en mi segundo año de canto en el Conservatorio y tuve la osadía de presentarme, y digo osadía, primero, porque se iba a realizar nada menos que en la Sala Ríos Reyna del Teatro Teresa Carreño, y luego porque cuando llegué a la audición todas las sopranos que se presentaron tenían mucha más experiencia que yo, algunas eran solistas en el Sistema. ¡Cuál sería mi sorpresa cuando supe que me habían escogido! El éxito de esa cantata hizo que muchos maestros me llamaran para cantar en sus producciones.


La soprano participará en el concurso Tenor Viñas, de Barcelona, España (CORTESÍA)

-¿Y cuando llegaron las primeras óperas?
-Ya estando en el coro comencé a participar como solista y cuando el Sistema decide montar El barbero de Sevilla, yo fui la Rosina. Posteriormente volví a la Sala Ríos Reyna cantando el rol de Adina en El elixir de amor.

-¿Y cuándo llegan México y los concursos?
-Llegó un momento que sentí que no avanzaba más y mi mamá se había ido a México por trabajo, eso me ayudó pues ella me reclamó y hace unos 5 años me llegaron los papeles para poder irme. Al comienzo fue bastante duro, tuve que cantar en restaurantes y en espectáculos menores, pero todo lo que ganaba lo invertía en seguir preparándome hasta que encontré al coach ideal, Ángel Rodríguez, quien fue mi repertorista hasta que entré en la EOBA. Luego vinieron los primeros concursos, participé en uno de los más importantes de México: el Linus Lerner en el Festival de Zapopan en el año 2020, en plena pandemia; llegué en segundo Lugar. Al año siguiente volví y lo gané; fue una gran experiencia que me ayudó a prepararme para el siguiente concurso y para el más importante, el Alfredo Kraus que acabo de ganar.

Moreno se prepara para participar en uno de los tres concursos internacionales de canto más importantes: el Tenor Viñas, de Barcelona, España, que concluye el 21 de enero. De allí pasará a Madrid para hacer una audición ante el director de casting del Teatro Real y seguidamente irá a Sevilla para audicionar en la Maestranza.

-Cuéntenos de su experiencia cantando a dúo con Ramón Vargas, uno de los tenores más importantes de México y del mundo.
-Ramón Vargas es el fundador del Estudio de Ópera de Bellas Artes y cuando él vino este año para festejar el 50 aniversario de su carrera y pasó a conocer a los integrantes del EOBA, la directora le pidió que nos escuchara cantar, así que se hizo una especie de Clase Magistral que terminó con una invitación de él para que lo acompañáramos en su concierto; a mí me escogió para que cantáramos el dúo de El elixir de amor.

-¿Tiene compromisos profesionales para 2024?
-Sí, ya tengo contratos para interpretar la Pamina de La flauta mágica en Atlanta y la Musetta de La bohème en Santa Fe, Nuevo México. Y para noviembre tengo un concierto con la prestigiosa Orquesta del Maggio Musicale Fiorentino, en Florencia, Italia.

-Por último, ¿cuál es su mayor deseo en estos momentos?
-Quiero volver a cantar en mi país, ofrecerle al público venezolano todo lo que he aprendido y sentir de nuevo ese calor tropical.
@milviapiazza






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