Javier Victorero: “Me interesa todo, la forma, el color, y las sensaciones que puedan producir”
El artista español expone por primera vez en Venezuela en la muestra “El tintero de las transfiguraciones”, que se presenta en la galería Odalys, del Centro Comercial Líder
Geometría y color son los basamentos de la obra del artista Javier Victorero (Oviedo, España, 1967), quien expone por primera vez en Venezuela un conjunto heterogéneo de obras pertenecientes a diversas series pictóricas realizadas entre los años 2009 y 2023. La muestra se titula Javier Victorero. El tintero de las transfiguraciones [Obras 2009-2022] y se presenta en la galería Odalys, ubicada en el Nivel Entretenimiento del Centro Comercial Líder, en La California.
Con esta muestra, explica el propio Victorero desde Guadalajara, España, donde expone actualmente en el Museo Francisco Sobrino, “se busca estimular la mirada del espectador a través de una pequeña panorámica de mi obra, donde la geometría y el color, un color que busca una cierta o incierta luz, sean los ejes vertebradores, precisamente en uno de los países del mundo, como algunos otros pocos de América, donde existe una fuerte y fecunda tradición geométrica, destacando en la actualidad la obra de los maestros Carlos Cruz-Díez y Jesús Soto a nivel mundial. Todo un honor para mi pintura”.
Curada por el teórico y crítico de arte madrileño Alfonso de la Torre, El tintero de las transfiguraciones agrupa 18 pinturas realizadas con acrílico sobre tela y un boceto sobre papel. Un “viaje entre las imágenes mostradas en estas pinturas y dibujos que quedan reveladas ante nosotros manifestando una profundidad interna y una fulgurante intensidad. Silencio iluminado”, escribe De la Torre.
Con esta muestra, explica el propio Victorero desde Guadalajara, España, donde expone actualmente en el Museo Francisco Sobrino, “se busca estimular la mirada del espectador a través de una pequeña panorámica de mi obra, donde la geometría y el color, un color que busca una cierta o incierta luz, sean los ejes vertebradores, precisamente en uno de los países del mundo, como algunos otros pocos de América, donde existe una fuerte y fecunda tradición geométrica, destacando en la actualidad la obra de los maestros Carlos Cruz-Díez y Jesús Soto a nivel mundial. Todo un honor para mi pintura”.
Curada por el teórico y crítico de arte madrileño Alfonso de la Torre, El tintero de las transfiguraciones agrupa 18 pinturas realizadas con acrílico sobre tela y un boceto sobre papel. Un “viaje entre las imágenes mostradas en estas pinturas y dibujos que quedan reveladas ante nosotros manifestando una profundidad interna y una fulgurante intensidad. Silencio iluminado”, escribe De la Torre.
La muestra estará abierta hasta diciembre en la galería Odalys (CORTESÍA GALERÍA ODALYS)
-La geometría y el color son dos elementos fundamentales de su trabajo. ¿Cuál es su relación con uno y con otro?, ¿Qué lenguaje y discurso le han permitido configurar estos elementos?
-La geometría establece un abanico infinito de formas que definen y acotan al color, que busca expandirse, irradiar su energía, de forma centrífuga o centrípeta, según cada caso. La geometría, al darle un espacio concreto al color, no solo lo limita, sino también le imprime cierto carácter, matiza su personalidad concreta dentro de cada forma. Y viceversa, el color influye en el carácter de ciertas formas y su interacción con las limítrofes. Si seguimos complicando el asunto, como cuando realizamos una obra con múltiples formas y colores o tonos, las interacciones de geometría y color pueden generar más intensas y variadas emociones, compleja música. Así vemos que la relación es total, y si la forma geométrica aporta estructura, razón y orden, el color aporta sensibilidad, emoción, sonido... pero siempre teniendo en cuenta una cosa: que el lenguaje también nos limita y engaña, además de ejercer lo contrario, y que tanto lo racional, lo geométrico y analítico formal contiene emociones, y por otra parte, lo sensual del color y lo emocional contiene su inteligencia y racionalidad propios. Por tanto, geometría y color pueden expresar experiencias complejas mentales y/o espirituales.
“Para mí, el proceso analítico y emotivo da solo el comienzo de la obra, pero a medida que va avanzando en las capas, como en un proceso espacio-temporal similar al arqueológico a la inversa o al geológico por estratos, uno ha de ir olvidándose para finalizar la obra solo guiado por la intuición y la imaginación poética, que ha de ir libre hacia lo que aún es desconocido”, agrega.
-Qué le interesa más a Javier Victorero: ¿la forma y el color? O ¿Las sensaciones que pueda estimular en el espectador de su obra?
-Me interesa todo, la forma, el color, y las sensaciones que puedan producir, un todo aunado para que la obra esté viva y pueda transcender más allá del soporte, que sea como un ser vivo que interactúa con otro, el espectador.
-La geometría y el color son dos elementos fundamentales de su trabajo. ¿Cuál es su relación con uno y con otro?, ¿Qué lenguaje y discurso le han permitido configurar estos elementos?
-La geometría establece un abanico infinito de formas que definen y acotan al color, que busca expandirse, irradiar su energía, de forma centrífuga o centrípeta, según cada caso. La geometría, al darle un espacio concreto al color, no solo lo limita, sino también le imprime cierto carácter, matiza su personalidad concreta dentro de cada forma. Y viceversa, el color influye en el carácter de ciertas formas y su interacción con las limítrofes. Si seguimos complicando el asunto, como cuando realizamos una obra con múltiples formas y colores o tonos, las interacciones de geometría y color pueden generar más intensas y variadas emociones, compleja música. Así vemos que la relación es total, y si la forma geométrica aporta estructura, razón y orden, el color aporta sensibilidad, emoción, sonido... pero siempre teniendo en cuenta una cosa: que el lenguaje también nos limita y engaña, además de ejercer lo contrario, y que tanto lo racional, lo geométrico y analítico formal contiene emociones, y por otra parte, lo sensual del color y lo emocional contiene su inteligencia y racionalidad propios. Por tanto, geometría y color pueden expresar experiencias complejas mentales y/o espirituales.
“Para mí, el proceso analítico y emotivo da solo el comienzo de la obra, pero a medida que va avanzando en las capas, como en un proceso espacio-temporal similar al arqueológico a la inversa o al geológico por estratos, uno ha de ir olvidándose para finalizar la obra solo guiado por la intuición y la imaginación poética, que ha de ir libre hacia lo que aún es desconocido”, agrega.
-Qué le interesa más a Javier Victorero: ¿la forma y el color? O ¿Las sensaciones que pueda estimular en el espectador de su obra?
-Me interesa todo, la forma, el color, y las sensaciones que puedan producir, un todo aunado para que la obra esté viva y pueda transcender más allá del soporte, que sea como un ser vivo que interactúa con otro, el espectador.
Las 18 obras expuestas proponen un apretado recorrido por la carrera de Victorero (CORTESÍA GALERÍA ODALYS)
-En definitiva, ¿Qué es para usted la pintura?
-Para mí la pintura es una forma profunda y poética de penetrar el misterio de la vida y el universo de una manera personal y cultural al mismo tiempo. Es transcendencia e inmanencia conviviendo en el mismo espacio pintado. Es un más allá invisible que no existía como visible hasta que deviene objeto tangible, pintado.
“Para llegar a lo pintado es preciso dejarse atravesar por las visiones, las intuiciones, las emociones o el pensamiento sintiente, y olvidarse de uno mismo y de una voluntad apriorística, dejarse atravesar por todo ello y dejarse invadir por una fe completa en la imaginación creativa”, concluye el artista.
@juanchi62
-En definitiva, ¿Qué es para usted la pintura?
-Para mí la pintura es una forma profunda y poética de penetrar el misterio de la vida y el universo de una manera personal y cultural al mismo tiempo. Es transcendencia e inmanencia conviviendo en el mismo espacio pintado. Es un más allá invisible que no existía como visible hasta que deviene objeto tangible, pintado.
“Para llegar a lo pintado es preciso dejarse atravesar por las visiones, las intuiciones, las emociones o el pensamiento sintiente, y olvidarse de uno mismo y de una voluntad apriorística, dejarse atravesar por todo ello y dejarse invadir por una fe completa en la imaginación creativa”, concluye el artista.
@juanchi62
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