Isabel Palacios: “La Camerata es un árbol con buenas raíces”
La fundadora y directora de la agrupación dedicada a la investigación, ejecución y difusión de la música antigua de América y Europa, celebra en la Sala José Félix Ribas, del TTC, los 45 años de esta institución
Escuchar la voz de Isabel Palacios, así sea en la fría distancia de un mensaje de voz de WhatsApp, significa devolverse a los tiempos en los que la música académica era un fenómeno televisivo que acaparaba audiencias un día a la semana a través del programa de RCTV, Clásicos dominicales.
Oírla es también confirmar la certeza de que el trabajo que esta mezzosoprano y directora coral venezolana inició en 1978 sigue, de que su creación, la Camerata de Caracas, está ahí, existe, vive en ella, en quienes forman parte de sus filas y en un público siempre ávido de escuchar alguna de las agrupaciones que se desprenden de esa matriz: la Camerata Renacentista, la Barroca, la Orquesta de Cámara, el grupo de ópera, la Camerata Infantil, la Camerata Ilustrada…
La Camerata de Caracas cumple 45 años, y Palacios ha querido celebrarlo con dos conciertos este fin de semana. El primero se realizó ayer y el segundo tendrá lugar hoy, domingo 8 de octubre de 2023, a las 6:00 pm, en la Sala José Félix Ribas del Teatro Teresa Carreño.

Oírla es también confirmar la certeza de que el trabajo que esta mezzosoprano y directora coral venezolana inició en 1978 sigue, de que su creación, la Camerata de Caracas, está ahí, existe, vive en ella, en quienes forman parte de sus filas y en un público siempre ávido de escuchar alguna de las agrupaciones que se desprenden de esa matriz: la Camerata Renacentista, la Barroca, la Orquesta de Cámara, el grupo de ópera, la Camerata Infantil, la Camerata Ilustrada…
La Camerata de Caracas cumple 45 años, y Palacios ha querido celebrarlo con dos conciertos este fin de semana. El primero se realizó ayer y el segundo tendrá lugar hoy, domingo 8 de octubre de 2023, a las 6:00 pm, en la Sala José Félix Ribas del Teatro Teresa Carreño.

Para su fundadora, la Camerata es un espacio emocional donde la palabra música se transforma en la palabra arte. CORTESÍA
-El espectáculo se llama ¡Esto somos! ¿Qué es la Camerata de Caracas?
-La Camerata de Caracas es un espacio para hacer arte, no solamente un espacio físico, sino un espacio emocional donde la palabra música se transforma, tal vez, en la palabra arte, y por eso el nombre que escogimos, que es Camerata, un grupo que en la Florencia del Renacimiento estaba lleno de poetas, de artistas, no solamente de músicos, había de todas las artes allí metido, como era el hombre renacentista. Entonces, sí, creo que del punto de vista que tomemos, la Camerata, que es también un institución cultural donde se estudia, se ensaya, se investiga la música desde la Edad Media hasta el siglo XVIII, es una manera de hacer y de entender la música, donde todas las artes se dan la mano para crear un concepto estético. Nos basamos en la historia y en la estética de cada período; es como un taller de enseñanzas, de experimentación. Todo eso ha sido la Camerata durante estos 45 años.
“Pero como todo grupo que tiene ya tanto tiempo -agrega Isabel Palacios-, hemos evolucionado hacia muchos rincones, hacia los muchos lados a los que nos fue llevando la propia vida. No fue una decisión determinada, sino que la vida nos fue abriendo caminos y con mucha curiosidad y con mucho entusiasmo nos hemos ido metiendo en cada uno de ellos. Esta manera de hacer la música es la Camerata. El que entra en la Camerata sabe que se va a exponer a una experiencia estética bastante diferente, desde las cosas artesanales, desde hacerse los trajes ellos mismos, investigar sobre pintura, sobre poesía, sobre historia… Eso ha sido la Camerata, y lo sigue siendo. ¡Esto somos!, es una manera de decir “aquí hay un poco de lo que somos nosotros”.
El repertorio de ¡Esto somos!, abarca un amplio espectro de piezas que atraviesa desde la Edad Media hasta el Barroco Latinoamericano. Incluye suites como Cantos del peregrino y Cántigas de Santa María, así como una intrigante interpretación de Carmina Burana, donde se exploran tanto la versión original como la célebre adaptación de Carl Orff, destacando la influencia de la fortuna en el destino humano; la misa Messe de Nostre Dame, de Guillaume de Machaut; un fragmento de La Negrina, de Mateo Flecha, “que es la primera pieza que monté en el primer concierto de la Camerata hace 45 años”, recuerda Palacios. En resumen, “momentos emblemáticos con voces de las distintas generaciones de la Camerata y los instrumentos de la Camerata que también cumplen 45 años”.
-Celebran 45 años de la fundación de la Camerata. ¿Cómo se persiste en un país donde las políticas culturales son tan virulentas?
-Creo que persistimos porque en el fondo la Camerata es un grupo que nació por un amor, por una pasión por lo que se hace, por una fe en lo que hacemos, casi una filosofía. Eso nos sostiene y nos permite que tengamos unas raíces muy bien echadas, y aguantemos las tormentas. Al mismo tiempo, nuestras ramas son lo suficientemente flexibles como para doblegarse cuando el viento nos golpea muy duro. Las raíces aguantan y las ramas se mueven con mucha flexibilidad. Nosotros no nos creamos porque queríamos hacer una institución, porque queríamos permanecer en el futuro, no nos creamos porque queríamos tener un gran presupuesto y convertirnos en profesionales que viviéramos de eso, claro, no es que nos pusiéramos bravos si eso ocurría, pero esa no fue la razón de ser. La razón de ser era hacer la música que amamos de la manera en que creemos que ella debe hacerse, en los sitios donde nos gusta hacerlo, rodeados de las personas que nos gusta que nos escuchen.
“Nunca hemos tenido esas ambiciones que podrían ser las que se tambalean a la hora de que las cosas cambiaran o se sacudieran -prosigue-. La Camerata es un árbol con buenas raíces, donde la razón es muy fuerte y la pasión es el amor y el respeto por el arte y por la música, y la flexibilidad han sido los grupos que he ido formando a los largo de 45 años”.

-El espectáculo se llama ¡Esto somos! ¿Qué es la Camerata de Caracas?
-La Camerata de Caracas es un espacio para hacer arte, no solamente un espacio físico, sino un espacio emocional donde la palabra música se transforma, tal vez, en la palabra arte, y por eso el nombre que escogimos, que es Camerata, un grupo que en la Florencia del Renacimiento estaba lleno de poetas, de artistas, no solamente de músicos, había de todas las artes allí metido, como era el hombre renacentista. Entonces, sí, creo que del punto de vista que tomemos, la Camerata, que es también un institución cultural donde se estudia, se ensaya, se investiga la música desde la Edad Media hasta el siglo XVIII, es una manera de hacer y de entender la música, donde todas las artes se dan la mano para crear un concepto estético. Nos basamos en la historia y en la estética de cada período; es como un taller de enseñanzas, de experimentación. Todo eso ha sido la Camerata durante estos 45 años.
“Pero como todo grupo que tiene ya tanto tiempo -agrega Isabel Palacios-, hemos evolucionado hacia muchos rincones, hacia los muchos lados a los que nos fue llevando la propia vida. No fue una decisión determinada, sino que la vida nos fue abriendo caminos y con mucha curiosidad y con mucho entusiasmo nos hemos ido metiendo en cada uno de ellos. Esta manera de hacer la música es la Camerata. El que entra en la Camerata sabe que se va a exponer a una experiencia estética bastante diferente, desde las cosas artesanales, desde hacerse los trajes ellos mismos, investigar sobre pintura, sobre poesía, sobre historia… Eso ha sido la Camerata, y lo sigue siendo. ¡Esto somos!, es una manera de decir “aquí hay un poco de lo que somos nosotros”.
El repertorio de ¡Esto somos!, abarca un amplio espectro de piezas que atraviesa desde la Edad Media hasta el Barroco Latinoamericano. Incluye suites como Cantos del peregrino y Cántigas de Santa María, así como una intrigante interpretación de Carmina Burana, donde se exploran tanto la versión original como la célebre adaptación de Carl Orff, destacando la influencia de la fortuna en el destino humano; la misa Messe de Nostre Dame, de Guillaume de Machaut; un fragmento de La Negrina, de Mateo Flecha, “que es la primera pieza que monté en el primer concierto de la Camerata hace 45 años”, recuerda Palacios. En resumen, “momentos emblemáticos con voces de las distintas generaciones de la Camerata y los instrumentos de la Camerata que también cumplen 45 años”.
-Celebran 45 años de la fundación de la Camerata. ¿Cómo se persiste en un país donde las políticas culturales son tan virulentas?
-Creo que persistimos porque en el fondo la Camerata es un grupo que nació por un amor, por una pasión por lo que se hace, por una fe en lo que hacemos, casi una filosofía. Eso nos sostiene y nos permite que tengamos unas raíces muy bien echadas, y aguantemos las tormentas. Al mismo tiempo, nuestras ramas son lo suficientemente flexibles como para doblegarse cuando el viento nos golpea muy duro. Las raíces aguantan y las ramas se mueven con mucha flexibilidad. Nosotros no nos creamos porque queríamos hacer una institución, porque queríamos permanecer en el futuro, no nos creamos porque queríamos tener un gran presupuesto y convertirnos en profesionales que viviéramos de eso, claro, no es que nos pusiéramos bravos si eso ocurría, pero esa no fue la razón de ser. La razón de ser era hacer la música que amamos de la manera en que creemos que ella debe hacerse, en los sitios donde nos gusta hacerlo, rodeados de las personas que nos gusta que nos escuchen.
“Nunca hemos tenido esas ambiciones que podrían ser las que se tambalean a la hora de que las cosas cambiaran o se sacudieran -prosigue-. La Camerata es un árbol con buenas raíces, donde la razón es muy fuerte y la pasión es el amor y el respeto por el arte y por la música, y la flexibilidad han sido los grupos que he ido formando a los largo de 45 años”.

"Nunca hemos sido personas que queremos vivir a lo antiguo", asegura Isabel Palacios (CORTESÍA)
-Tocan música del pasado pero, ¿tienen la mirada en el futuro?, ¿cómo se conecta la Camerata con las nuevas generaciones de espectadores?
-Ciertamente, nosotros somos un grupo que desde 1978 estamos dedicados a vivir la música antigua, la música del pasado, pero el resultado de trabajar sobre música del pasado y revivirla, casi milagrosamente, no es algo que nos aleja de nuestra época, sino por el contrario es algo que nos explica y nos obliga a penetrar más hondamente en la música, porque mientras más tú conoces tus raíces más entiendes por qué haces lo que haces hoy en día.
-Nosotros trabajamos en estrechísima unión con la historia y al mismo tiempo, en nuestro quehacer artístico siempre relacionamos todo con el arte, la cultura, la geografía… qué está pasando en Francia, en Italia, en América cada vez que hacemos algo. Nuestra visión es completamente panorámica de la historia. Entonces es ver el pasado de una manera global y traerlo al presente. Nunca hemos sido personas que queremos vivir a lo antiguo. No somos unos hippies a destiempo con una flautica, creyendo que somos medievales. Nosotros no podemos ser ni medievales ni renacentistas, nosotros somos de ahora porque yo no me puedo quitar a Gustav Mahler del oído ni me puedo quitar Despacito del oído ni me puedo quitar a Los Beatles del oído; todo eso existe, Brahms existe, así que, por lo tanto, toda visión que yo haga de la música del pasado ya tiene mi oído contaminado con estas maravillas, algunas muy grandes y otras no tanto.
-La rítmica no puede hacer que yo diga déjame pensar que no existe Stravinsky, no. Stravinsky existió, pero tengo que entender la majestuosidad y lo insólitamente difícil que fue la rítmica en todos esos períodos antiguos, sobre todo en épocas como, por ejemplo, la borgoñona, y cómo eso ahora lo entiendo mejor porque tengo una visión contemporánea. Siempre somos personas sumamente de ahora. En estos conciertos se van a encontrar con una computadora, que obviamente no tiene 45 años, pero siempre hemos tenido un trabajo permanente con la tecnología. En el escenario tengo músicos que tocan conmigo y hacen rock o música folclórica; en la Camerata he tenido grupos que son expertos tocando música venezolana, por lo tanto, ahí van a estar esas mezclas metidas. Nos tenemos que conectar con lo que viene, y creo que la gente que nos escucha, la generación joven que ha escuchado la Camerata siempre, encuentra en ella algo que le atrae y por eso mi grupo se mantiene joven. Siempre tengo nuevas generaciones que entran a la Camerata y desean vivir esta evolución, no solamente músicos, también bailarines, personas que hoy en día tienen una carrera en el teatro, han pasado por la Camerata y han vivido esta experiencia.
-¿Planes para lo que viene?
-A mi edad ya no hago tantos planes, pero sí hay planes. Siempre espero que el concierto más bonito sea el que viene. Tenemos planes en las distintas áreas de nuestro quehacer tanto de repertorios, grupos, programas, festivales, repertorios que vamos a empezar a trabajar de músicas de distintos países… La Camerata tiene sus clases, hay cursos importantes, yo tengo uno de apreciación musical que hago los jueves en la Camerata, pero que posiblemente va a tener que abrirse un día más. Pronto vamos a tener dentro de la sede de la Camerata un espacio, el Camerata Café Concert, que creo que va a ser muy agradable, con música en vivo una vez por semana. Vamos a ver cómo nos va con este experimento.
@juanchi62
-Tocan música del pasado pero, ¿tienen la mirada en el futuro?, ¿cómo se conecta la Camerata con las nuevas generaciones de espectadores?
-Ciertamente, nosotros somos un grupo que desde 1978 estamos dedicados a vivir la música antigua, la música del pasado, pero el resultado de trabajar sobre música del pasado y revivirla, casi milagrosamente, no es algo que nos aleja de nuestra época, sino por el contrario es algo que nos explica y nos obliga a penetrar más hondamente en la música, porque mientras más tú conoces tus raíces más entiendes por qué haces lo que haces hoy en día.
-Nosotros trabajamos en estrechísima unión con la historia y al mismo tiempo, en nuestro quehacer artístico siempre relacionamos todo con el arte, la cultura, la geografía… qué está pasando en Francia, en Italia, en América cada vez que hacemos algo. Nuestra visión es completamente panorámica de la historia. Entonces es ver el pasado de una manera global y traerlo al presente. Nunca hemos sido personas que queremos vivir a lo antiguo. No somos unos hippies a destiempo con una flautica, creyendo que somos medievales. Nosotros no podemos ser ni medievales ni renacentistas, nosotros somos de ahora porque yo no me puedo quitar a Gustav Mahler del oído ni me puedo quitar Despacito del oído ni me puedo quitar a Los Beatles del oído; todo eso existe, Brahms existe, así que, por lo tanto, toda visión que yo haga de la música del pasado ya tiene mi oído contaminado con estas maravillas, algunas muy grandes y otras no tanto.
-La rítmica no puede hacer que yo diga déjame pensar que no existe Stravinsky, no. Stravinsky existió, pero tengo que entender la majestuosidad y lo insólitamente difícil que fue la rítmica en todos esos períodos antiguos, sobre todo en épocas como, por ejemplo, la borgoñona, y cómo eso ahora lo entiendo mejor porque tengo una visión contemporánea. Siempre somos personas sumamente de ahora. En estos conciertos se van a encontrar con una computadora, que obviamente no tiene 45 años, pero siempre hemos tenido un trabajo permanente con la tecnología. En el escenario tengo músicos que tocan conmigo y hacen rock o música folclórica; en la Camerata he tenido grupos que son expertos tocando música venezolana, por lo tanto, ahí van a estar esas mezclas metidas. Nos tenemos que conectar con lo que viene, y creo que la gente que nos escucha, la generación joven que ha escuchado la Camerata siempre, encuentra en ella algo que le atrae y por eso mi grupo se mantiene joven. Siempre tengo nuevas generaciones que entran a la Camerata y desean vivir esta evolución, no solamente músicos, también bailarines, personas que hoy en día tienen una carrera en el teatro, han pasado por la Camerata y han vivido esta experiencia.
-¿Planes para lo que viene?
-A mi edad ya no hago tantos planes, pero sí hay planes. Siempre espero que el concierto más bonito sea el que viene. Tenemos planes en las distintas áreas de nuestro quehacer tanto de repertorios, grupos, programas, festivales, repertorios que vamos a empezar a trabajar de músicas de distintos países… La Camerata tiene sus clases, hay cursos importantes, yo tengo uno de apreciación musical que hago los jueves en la Camerata, pero que posiblemente va a tener que abrirse un día más. Pronto vamos a tener dentro de la sede de la Camerata un espacio, el Camerata Café Concert, que creo que va a ser muy agradable, con música en vivo una vez por semana. Vamos a ver cómo nos va con este experimento.
@juanchi62
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