A CONTROL REMOTO
Los 5 pilares de María Teresa
La cantante rendirá tributo en concierto a Chelique Sarabia, Juan Vicente Torrealba, Simón Díaz, Aldemaro Romero y Graterolacho, los compositores que han sido fundamentales en su exitosa carrera de 60 años
Con el nombre de Mis 5 pilares, María Teresa Chacín ofrecerá un concierto antológico, en el cual rendirá homenaje a los cinco compositores venezolanos que han sido fundamentales en su eminente carrera artística de más de 60 años. Se trata de Chelique Sarabia, Juan Vicente Torrealba, Simón Díaz, Aldemaro Romero y Manuel Graterol Santander “Graterolacho”. El espectáculo, a realizarse el domingo 1° de octubre, en el teatro del Centro Cultural BOD, en La Castellana, a las 11:30 de la mañana, será un emotivo encuentro con la música. La ganadora de un Grammy Latino se paseará por un consistente y atractivo repertorio, que incluye notables éxitos suyos como En este país, El piragüero, La paraulata, La potranca zaina, Mi querencia, Como pequeña gota de rocío, De repente, El catire, Romance y Pajarillo, por solo mencionar algunas canciones compuestas para ella por este notable quinteto de autores, indisolublemente ligados a su trayectoria.

La artista comienza su carrera en 1962 de la mano de Chelique Sarabia, quien cinco años antes había catapultado al estrellato a Rosa Virginia, la hermana de María Teresa. Y aunque entonces grabó algunas canciones venezolanas, entre ellas El piragüero, de Chelique, su primer éxito, como ese era también el estilo de Rosa Virginia, entonces el compositor decidió introducirla poco después como intérprete de rock’and roll, baladas y bossa nova. El retorno definitivo como intérprete de nuestros ritmos se produce en 1970, cuando compite en el Festival de la Voz de Oro con el tema La paraulata, de Juan Vicente Torrealba. Le fue tan bien, que grabó un disco con el conjunto del maestro Torrealba y esa canción, que daba título al álbum, se convirtió en un gran éxito. Desde entonces y hasta ahora quedó enganchada en este estilo; tanto que Simón Díaz le daba buena parte de sus canciones para que las estrenara. De esa colaboración surgen temas que hoy forman parte de su repertorio obligado, como Mi querencia, Como pequeña gota de rocío, Corral de ordeño y Todo este campo es mío.
La amistad con Aldemaro Romero se inició cuando ella grabó el clásico Doña Cuatricentenaria en su álbum de 1967, Rosas en el mar y todavía no había cambiado de estilo. En aquella ocasión la respaldaron musicalmente Aldemaro en el piano, el legendario Romerito en el bajo y el “Pavo” Frank Hernández en la batería, instrumentistas originales del ritmo Onda Nueva. Después de ese primer encuentro, la cantante interpretó, en el disco de La Paraulata, una muy particular versión de Sueño de una niña grande, acompañada únicamente por un cuatro. Más tarde, en el álbum Mi querencia, con arreglos y dirección de Alí Agüero, incorporó el tema De repente y lo pegó. Aldemaro quedó tan satisfecho, que le dijo que le gustaría hacer un disco juntos. Fue así como surgió uno de los álbumes más importantes de la discografía venezolana, grabado en 1975 en la capital británica con la Sinfónica de Londres. Allí figuran varios temas venezolanos, como El arreo, Golpe y estribillo, Mi querencia, Campesina y Pajarillo, además de varias canciones de Aldemaro en Onda Nueva, como Así eres tú, Poco a poco, Calor, Tema de amor y Quinta Anauco.
Por otra parte, el poeta Graterolacho se erigió como una figura importante en la carrera de María Teresa, como letrista de varios de sus éxitos, entre ellos Romance y la versión de Pajarillo que la intérprete grabó en Londres con Aldemaro. En cuanto a Chelique, hay que destacar que volvería a producirle otro disco en 1983, con En este país como canción principal, otro título que nunca ha dejado de interpretar, ya que es un himno de esperanza para sus seguidores.
La singularidad de María Teresa viene dada por su capacidad de interpretar los más diversos estilos de nuestra música. Es lo que traducen la Onda Nueva de Aldemaro Romero, las tonadas de Simón Díaz, las canciones románticas de Chelique Sarabia, la poesía en clave musical de Graterolacho y los pasajes llaneros de Juan Vicente Torrealba.
En el recorrido musical que el 1° de octubre ofrecerá, en su concierto del BOD, por algunas de las canciones que estos Cinco pilares compusieron para ella, estarán como invitados especiales, el cuatrista Cheo Hurtado, el grupo Desorden Público y el cantante Jorge Chapellín, ex integrante de los 007, quien recordará con María Teresa sus inicios como cantante de rock, antes de incursionar de lleno en la música venezolana con el rango estelar que la ha caracterizado, desde entonces y hasta ahora, a lo largo de seis décadas. Todo apunta a que será un gran espectáculo. Las entradas ya están a la venta en la web de ticketmundo.com y en las taquillas del Centro Cultural BOD.

La artista comienza su carrera en 1962 de la mano de Chelique Sarabia, quien cinco años antes había catapultado al estrellato a Rosa Virginia, la hermana de María Teresa. Y aunque entonces grabó algunas canciones venezolanas, entre ellas El piragüero, de Chelique, su primer éxito, como ese era también el estilo de Rosa Virginia, entonces el compositor decidió introducirla poco después como intérprete de rock’and roll, baladas y bossa nova. El retorno definitivo como intérprete de nuestros ritmos se produce en 1970, cuando compite en el Festival de la Voz de Oro con el tema La paraulata, de Juan Vicente Torrealba. Le fue tan bien, que grabó un disco con el conjunto del maestro Torrealba y esa canción, que daba título al álbum, se convirtió en un gran éxito. Desde entonces y hasta ahora quedó enganchada en este estilo; tanto que Simón Díaz le daba buena parte de sus canciones para que las estrenara. De esa colaboración surgen temas que hoy forman parte de su repertorio obligado, como Mi querencia, Como pequeña gota de rocío, Corral de ordeño y Todo este campo es mío.
La amistad con Aldemaro Romero se inició cuando ella grabó el clásico Doña Cuatricentenaria en su álbum de 1967, Rosas en el mar y todavía no había cambiado de estilo. En aquella ocasión la respaldaron musicalmente Aldemaro en el piano, el legendario Romerito en el bajo y el “Pavo” Frank Hernández en la batería, instrumentistas originales del ritmo Onda Nueva. Después de ese primer encuentro, la cantante interpretó, en el disco de La Paraulata, una muy particular versión de Sueño de una niña grande, acompañada únicamente por un cuatro. Más tarde, en el álbum Mi querencia, con arreglos y dirección de Alí Agüero, incorporó el tema De repente y lo pegó. Aldemaro quedó tan satisfecho, que le dijo que le gustaría hacer un disco juntos. Fue así como surgió uno de los álbumes más importantes de la discografía venezolana, grabado en 1975 en la capital británica con la Sinfónica de Londres. Allí figuran varios temas venezolanos, como El arreo, Golpe y estribillo, Mi querencia, Campesina y Pajarillo, además de varias canciones de Aldemaro en Onda Nueva, como Así eres tú, Poco a poco, Calor, Tema de amor y Quinta Anauco.
Por otra parte, el poeta Graterolacho se erigió como una figura importante en la carrera de María Teresa, como letrista de varios de sus éxitos, entre ellos Romance y la versión de Pajarillo que la intérprete grabó en Londres con Aldemaro. En cuanto a Chelique, hay que destacar que volvería a producirle otro disco en 1983, con En este país como canción principal, otro título que nunca ha dejado de interpretar, ya que es un himno de esperanza para sus seguidores.
La singularidad de María Teresa viene dada por su capacidad de interpretar los más diversos estilos de nuestra música. Es lo que traducen la Onda Nueva de Aldemaro Romero, las tonadas de Simón Díaz, las canciones románticas de Chelique Sarabia, la poesía en clave musical de Graterolacho y los pasajes llaneros de Juan Vicente Torrealba.
En el recorrido musical que el 1° de octubre ofrecerá, en su concierto del BOD, por algunas de las canciones que estos Cinco pilares compusieron para ella, estarán como invitados especiales, el cuatrista Cheo Hurtado, el grupo Desorden Público y el cantante Jorge Chapellín, ex integrante de los 007, quien recordará con María Teresa sus inicios como cantante de rock, antes de incursionar de lleno en la música venezolana con el rango estelar que la ha caracterizado, desde entonces y hasta ahora, a lo largo de seis décadas. Todo apunta a que será un gran espectáculo. Las entradas ya están a la venta en la web de ticketmundo.com y en las taquillas del Centro Cultural BOD.
@aquilinojmata
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