Jean Reno: Exitoso tanto de matón como de bufón
El actor francés, recordado por su papel en “El perfecto asesino”, cumple mañana 70 años
París.- Jean Reno se siente bien con cualquier papel delante de la cámara, ya sea un gangster o un payaso. No se considera ni un héroe de acción, ni un comediante, ni un chico malo. Es simplemente un actor, dijo en una entrevista con Dpa. Simplemente hace lo que en ese momento le parece lo correcto. Y así es como Reno, que mañana lunes 30 de julio cumple 70 años, ha llegado tan lejos en su carrera.
Con Azul profundo y Misión imposible, Reno no solo se convirtió en una estrella en Francia, sino también en el francés más conocido en Hollywood. En una entrevista del año 2000 dijo que, por cada producción de Hollywood en la que participaba, hacía una película francesa.
Si realmente aplicó siempre esa norma, no está claro. Lo que sí es seguro es que con cintas estadounidenses como La pantera rosa, El código Da Vinci y Flyboys se ha convertido en uno de los intérpretes franceses más demandados en la meca del cine norteamericano.
Pero Reno seguramente no estaría ahí si no fuera por Luc Besson. El director y productor francés ha rodado mucho con él. Al principio con papeles secundarios como en el thriller Subway, con Isabelle Adjani y Christopher Lambert, en 1985. Le siguieron Azul profundo, el oscuro thriller Nikita y finalmente Léon (El perfecto asesino), en el que Besson le dio el papel principal de un matón a sueldo.
Reno nació en Casablanca, fruto del matrimonio de dos españoles que huyeron a Marruecos de la dictadura de Francisco Franco y más tarde se trasladaron al protectorado francés. Tras realizar su servicio militar obligatorio en Alemania, Reno marchó a principios de los 70 a París, donde sobrevivía trabajando en obras de teatro y en televisión.
La representación de la brutalidad es parte del negocio para él. Sin embargo, no se ha limitado solo a la imagen de chico malo. Al igual que tampoco lo ha hecho con la de comediante. En la comedia de viajes en el tiempo Los visitantes, de Jean-Marie Poiré, hizo reír a más de 13 millones de personas solo en Francia interpretando al caballero Godefroy junto a Christian Clavier como Jacquouille.
Hoy los dos están considerados como el dúo cómico francés más conocido. "Me gusta reír, hago reír a mi mujer", dijo. Pero "el humor por sí solo no convierte a uno en comediante", destacó.
En El chef, la receta de la felicidad interpreta a Alexandre Lagarde, un cocinero parisino que corre el riesgo de perder sus tres estrellas. Se trata de un papel que le gustó especialmente, no porque sea una comedia, sino porque va de comida y de cocinar.
Con la revista alemana de recetas Essen & Trinken habló sobre su papel y de su afición por la cocina. Huevos, tomates o gambas son suficientes para él para crear un plato, contó. También confesó que conquistó el corazón de su tercera mujer, la modelo y actriz Zofia Borucka, con una tortilla, aunque fue un fracaso de receta.
Según explicó, estaba tan decepcionado consigo mismo que se golpeó con la cuchara. Borucka estuvo un cuarto de hora riendo pero al final se casó con él, continuó.
En la revista francesa Elle también habló de sus cualidades como cocinero. No tiene ninguna estrella, pero puede preparar menús y su especialidad son las sopas calientes.
Dos de sus seis hijos los ha tenido con Borucka, de 46 años. El político francés Nicolas Sarkozy y el cantante de rock Johnny Hallyday, fallecido en diciembre de 2017, fueron los testigos de su boda, en 2006.
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