Hablan las ganadoras del Concurso de Arte Contemporáneo Creadoras
Gioconda Berríos: “La utilidad del arte es ser alimento para el alma”
Con su obra galardonada con el primer premio en la categoría Arte Utilitario, "Tramando", la artista muestra otras posibilidades del textil
La propuesta de la Bauhaus de recuperar la artesanía como arte, viene a la memoria ante el trabajo de Gioconda Berríos (Caracas, 1964), cuya obra echa por tierra los prejuicios que todavía parecen dividir ambos conceptos.
“Identifico mi trabajo con la Escuela Bauhaus, cuyo manifiesto deja clara su intención de unir arte y artesanía, y rompe la vieja jerarquía del arte, creando la primera escuela de diseño del mundo”, afirma la ganadora del primer premio en la categoría Artes Utilitarias, en el Concurso de Arte Contemporánea de Artes Creadoras.
De su obra Tramando, el jurado destacó su investigación sobre el efecto aditivo del color, “haciendo coincidir diferentes tradiciones culturales y temporalidades entre lo ancestral, lo moderno y lo contemporáneo”.
La artista proviene del mundo audiovisual y la realización de comerciales para televisión y cine. También trabajó en documentales, “de la mano de excelentes profesionales, con quienes aprendí sobre mirar, encuadrar, iluminar, producir”.
Pero su innata curiosidad, y la necesidad de “crear por su cuenta”, la llevan al mundo de las artes del fuego, interesada en la orfebrería, aunque es el vidrio con el que se hará conocida.
“Cuando fui a la Asociación Venezolana de las Artes del Fuego (AVAF), con la intención de estudiar orfebrería, no conocía aún la vitrofusión. De repente, y por sorpresa, quedé cautivada por el vasto y maravilloso abanico de posibilidades que el vidrio me presentó ese día. Y así fue como yo no escogí el vidrio, sino que el vidrio me escogió a mí. Desde entonces, he recorrido un camino en el que la creación con el vidrio me ha dado y continúa dando muchas satisfacciones”.

“Identifico mi trabajo con la Escuela Bauhaus, cuyo manifiesto deja clara su intención de unir arte y artesanía, y rompe la vieja jerarquía del arte, creando la primera escuela de diseño del mundo”, afirma la ganadora del primer premio en la categoría Artes Utilitarias, en el Concurso de Arte Contemporánea de Artes Creadoras.
De su obra Tramando, el jurado destacó su investigación sobre el efecto aditivo del color, “haciendo coincidir diferentes tradiciones culturales y temporalidades entre lo ancestral, lo moderno y lo contemporáneo”.
La artista proviene del mundo audiovisual y la realización de comerciales para televisión y cine. También trabajó en documentales, “de la mano de excelentes profesionales, con quienes aprendí sobre mirar, encuadrar, iluminar, producir”.
Pero su innata curiosidad, y la necesidad de “crear por su cuenta”, la llevan al mundo de las artes del fuego, interesada en la orfebrería, aunque es el vidrio con el que se hará conocida.
“Cuando fui a la Asociación Venezolana de las Artes del Fuego (AVAF), con la intención de estudiar orfebrería, no conocía aún la vitrofusión. De repente, y por sorpresa, quedé cautivada por el vasto y maravilloso abanico de posibilidades que el vidrio me presentó ese día. Y así fue como yo no escogí el vidrio, sino que el vidrio me escogió a mí. Desde entonces, he recorrido un camino en el que la creación con el vidrio me ha dado y continúa dando muchas satisfacciones”.

La pieza Tramando sugiere no solo una trama textil, sino una narrativa en gerundio (CORTESÍA)
-El textil la ha acompañado desde su adolescencia.
-Sí, tengo ascendencia andina tejedora pero era muy pequeña cuando mi abuelo, el viejo Berríos, tejía cobijas y ruanas en un telar construido por él en el patio de su casa, imagen de la cual tengo un recuerdo difuso. Siendo yo aún adolescente, es una tía quien me enseña a tejer a dos agujas, quedando grabado el oficio en mi cabeza y en mis manos, pero como un hobby. Pero actualmente, aunque lo textil tiene mayor peso, me muevo con fluidez entre el vidrio y el tejido.
Explica que en cada década de su vida retomaba el tejido, hasta que dos mudanzas definen su futuro artístico: “Primero, la mudanza a Alemania de un hermano y su familia me dejó, entre desazón y otras cosas, las agujas e hilos de mi cuñada alemana, entre las cuales estaba una aguja de crochet con la que comienzo la búsqueda obsesiva y autodidacta entre una gran variedad de técnicas de tejido”.
“Casi al unísono -prosigue-, mi mudanza a un espacio muy pequeño en la misma Caracas, me obligó a guardar los hornos de vidrio por largo tiempo en un depósito, lo que da pie entonces a desarrollar una investigación sobre color y forma en el tejido hasta llegar a la máquina de tejer con la que hice recientemente la obra Tramando, en la cual plasmo el resultado de esa pesquisa sobre la interacción de los colores en la que Josef Albers y Cruz-Diez juegan un papel muy importante”.
-El tejido es parte de una tradición rescatada por la mujer para el arte contemporáneo.
-El tejido como medio de expresión artística contemporánea ha estado siempre allí, y aunque no sea terreno exclusivo femenino, mujeres como Anni Albers, Louise Bourgeois, Ruth Asawa, Gego, Sheila Hicks, entre otras, dan cuenta de ello y son huellas notorias e importantes de inspiración.
“En ese sentido, mi obra sugiere con su título Tramando, no solo la trama como método textil, sino también una narrativa en gerundio, la de mantenerse enfocado y haciendo, con la mirada puesta hacia adelante”, agrega.
-¿Cuál es su visión de lo “utilitario” en el arte?
-Lo utilitario es un término que también se asimila a la palabra diseño y corresponde a un tema siempre vigente que distingue entre artes aplicadas, utilitarias o menores, y las bellas artes. En todo caso, para mí la clave está en la emoción que causa el objeto creado y no es por el uso que se le da a éste que deba considerarse estrictamente utilitario, como cuando en un plato de cerámica azul, la gran ceramista Josefina Álvarez se inspira en su experiencia con el mar. Considero que la utilidad del arte en general es ser alimento para el alma, tanto para el alma de quien lo crea como para el alma de quien lo observa/usa.
-¿Cómo ve, desde la perspectiva del postfeminismo, la situación de la mujer en el arte, y sus contribuciones a este campo?
-El espíritu creador de la mujer la ha mantenido participando activamente en el arte, generando siempre reflexiones sobre sí misma, sus relaciones con el entorno social en crisis, y su contribución también en relación a la conservación de la naturaleza, del medio ambiente y la defensa del planeta. En cualquiera de los casos, la mujer artista es persistente, y está en un constante haciendo, #tramando.
@weykapu
-El textil la ha acompañado desde su adolescencia.
-Sí, tengo ascendencia andina tejedora pero era muy pequeña cuando mi abuelo, el viejo Berríos, tejía cobijas y ruanas en un telar construido por él en el patio de su casa, imagen de la cual tengo un recuerdo difuso. Siendo yo aún adolescente, es una tía quien me enseña a tejer a dos agujas, quedando grabado el oficio en mi cabeza y en mis manos, pero como un hobby. Pero actualmente, aunque lo textil tiene mayor peso, me muevo con fluidez entre el vidrio y el tejido.
Explica que en cada década de su vida retomaba el tejido, hasta que dos mudanzas definen su futuro artístico: “Primero, la mudanza a Alemania de un hermano y su familia me dejó, entre desazón y otras cosas, las agujas e hilos de mi cuñada alemana, entre las cuales estaba una aguja de crochet con la que comienzo la búsqueda obsesiva y autodidacta entre una gran variedad de técnicas de tejido”.
“Casi al unísono -prosigue-, mi mudanza a un espacio muy pequeño en la misma Caracas, me obligó a guardar los hornos de vidrio por largo tiempo en un depósito, lo que da pie entonces a desarrollar una investigación sobre color y forma en el tejido hasta llegar a la máquina de tejer con la que hice recientemente la obra Tramando, en la cual plasmo el resultado de esa pesquisa sobre la interacción de los colores en la que Josef Albers y Cruz-Diez juegan un papel muy importante”.
-El tejido es parte de una tradición rescatada por la mujer para el arte contemporáneo.
-El tejido como medio de expresión artística contemporánea ha estado siempre allí, y aunque no sea terreno exclusivo femenino, mujeres como Anni Albers, Louise Bourgeois, Ruth Asawa, Gego, Sheila Hicks, entre otras, dan cuenta de ello y son huellas notorias e importantes de inspiración.
“En ese sentido, mi obra sugiere con su título Tramando, no solo la trama como método textil, sino también una narrativa en gerundio, la de mantenerse enfocado y haciendo, con la mirada puesta hacia adelante”, agrega.
-¿Cuál es su visión de lo “utilitario” en el arte?
-Lo utilitario es un término que también se asimila a la palabra diseño y corresponde a un tema siempre vigente que distingue entre artes aplicadas, utilitarias o menores, y las bellas artes. En todo caso, para mí la clave está en la emoción que causa el objeto creado y no es por el uso que se le da a éste que deba considerarse estrictamente utilitario, como cuando en un plato de cerámica azul, la gran ceramista Josefina Álvarez se inspira en su experiencia con el mar. Considero que la utilidad del arte en general es ser alimento para el alma, tanto para el alma de quien lo crea como para el alma de quien lo observa/usa.
-¿Cómo ve, desde la perspectiva del postfeminismo, la situación de la mujer en el arte, y sus contribuciones a este campo?
-El espíritu creador de la mujer la ha mantenido participando activamente en el arte, generando siempre reflexiones sobre sí misma, sus relaciones con el entorno social en crisis, y su contribución también en relación a la conservación de la naturaleza, del medio ambiente y la defensa del planeta. En cualquiera de los casos, la mujer artista es persistente, y está en un constante haciendo, #tramando.
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