Pero antes de enfocarse en su siguiente proyecto, la guionista, directora y productora analiza lo que fueron estos últimos tres años para ella y Ugás, su mancuerna profesional; su traslado a Perú; el tema que abordó en Contactado, y cómo afectó al cine la pandemia, entre otros tópicos.

 
-¿Cómo ha logrado abrirse camino en la industria cinematográfica peruana?
-Siempre me he movido por proyecto y he ido a muchos lugares y hacer Contactado fue una de las razones para ir a Perú. Sudaca Films somos Marité Ugás y yo. Marité es peruana (que vivió acá en Venezuela) así que nuestro trabajo siempre han sido coproducciones entre Perú y Venezuela, incluso seguimos trabajando con el mismo equipo. De manera, que no ha sido difícil integrarnos porque siempre estuvimos ahí.

 
-¿Considera que hay diferencias entre hacer cine en Venezuela y hacer cine en Perú?
-No, porque a nosotros nos pasaba una cosa muy divertida: Cuando filmábamos una historia aquí, que venían los peruanos de la coproducción, siempre traíamos gente de Mérida, y también teníamos nuestro grupo de Caracas. Por esas cosas de la vida, los peruanos se juntaban con los merideños y hacían un bloque y los caraqueños, otro (risas). A pesar de eso, no hay ninguna diferencia, la única que puede haber es el ser latino de la costa o no, por ejemplo, porque el mundo del cine es como una gran familia, donde todos nos conocemos y hablamos un lenguaje común. Sin lugar a dudas, es un universo enorme, muy curioso con cosas que no dejan de sorprenderme, historias, rostros y paisajes fascinantes.

 
-Antes de que el mundo se declarara en pandemia, en 2020, planeaban presentar Contactado en el Festival de Cine de Tribeca.
-Nos bajaron del avión a tres días de irnos a Tribeca. Al año siguiente, hubo una proyección que fue alucinante. El mundo estaba cerrado y el festival abrió la calle a la vida, hicieron proyecciones en unas pantallas maravillosas al aire libre y eso fue muy poderoso, entonces cuando regresamos a Perú (que fue unos de los países con mayor cantidad de muertes por Covid) retomamos la idea de Tribeca y organizamos proyecciones en espacios abiertos de muy buena calidad. Eso fue muy emocionante. La gente iba y la veía varias veces en distintos parques, en distintas plazas como para volver a reencontrarse con la vida. Contactado ha tenido una vida un poco accidentada con lo que fue la pandemia.

Mariana Rondón y Marité Ugás (CORTESÍA)

 
-En Contactado, Marité Ugás y usted plantean varias historias.
-Nos metimos en el mundo de los creyentes, que nos parecía fascinante y partimos del punto que la gente necesita creer. Nos metimos en el mundo de los predicadores y de los abusos que ellos hacen de la gente y, de alguna manera, empezamos a ver cómo esos personajes están llenos de precariedad. Hay gente necesitada creyendo y gente cargada de vanidad, que son los predicadores. Contactado no es más que la historia de las religiones y de los países y terminamos hablando de mesianismo. En algún momento, la película irá a las plataformas digitales.

-¿En qué proyecto se encuentra trabajando actualmente?
-Estamos preparando una película que se llama Safari.

 
-¿Quién la está escribiendo?
-Las dos.

 
-¿Ugás y usted piensan seguir en Perú? ¿En algún momento considerarían volver a establecerse en Venezuela?
- ¡Qué más quisiera yo! Mira… Yo me he ido muchas veces, pero sé que volveré muchas más. Eso no me quita el sueño. Nosotras nos movemos según el proyecto que estemos preparando. Es el proyecto el que lo lleva a uno a los lugares.

 
-¿Cuáles piensa que son las historias que están moviendo al cine actualmente? ¿De qué van?
-Siento que ahora, el cine anda como muy de género, haciendo mucho cine de terror, que es comprensible. Siempre el cine de terror aparece como género, no casualmente, amanece en la Alemania prenazi, anunciando que venía un mundo nazi. A mí me llama mucho la atención. También puede ser producto de la pandemia, que nos puso en un lugar donde todo es posible. Las historias pospandémicas preguntan ¿Quién iba a pensar que el mundo se iba a parar y nos iban a encerrar a todos en las casas? Todos esos son guiones cinematográficos. Creo que la industria anda un poco en eso. Es muy loco porque, al principio de la pandemia, tú ibas a los mercados de cine y pedían comedias románticas, que la gente está desesperada. Mentira. Inmediatamente empezó el cine de terror porque a la gente le pasó la película de terror por la cabeza y el cine estaba actuando así. Por supuesto, que no es lo mismo que pasó en la Alemania prenazi porque el arte lo que estaba haciendo era avisando lo que venía. Quisiera pensar que este cine de terror está contando lo que vivimos y no lo que viene, pero bueno, nosotros estamos en lo particular, en Venezuela, viendo una distopía antes de la pandemia y no sé, el cine no ha tenido la posibilidad de contarlo. Quizás, La familia, Desde allá y Pelo malo… pero todas esas películas pueden haber estado hablando ya de esto, intuyendo una cosa muy áspera que nos estaba dando la vida y que nos deparaba el futuro.