Van o vienen. Con sus historias a cuestas. Sobrellevando la carga del día a día. Seres anónimos que frente a quienes los observan poseen una existencia efímera, pero también trascendente en la medida que se muestran sin poses. Son Los transeúntes que desde hace ya varios años ha retratado la fotógrafa Astrid Hernández (Caracas, 1984) sin otro interés que el de descubrir en su andar una idiosincrasia, una identidad.
Comunicadora Social egresada de la Universidad Santa María, Hernández presenta su ensayo en los siguientes términos: “Caracas, con mis pasos puedo (re)interpretarte de distintos modos, desde la idiosincrasia de tus habitantes que rápidamente se desvanecen, pero que quedan intactos en mi memoria”.
Un trabajo en desarrollo que comenzó a tomar forma en Guayaquil, Ecuador, en 2013, y que desde entonces, dentro o fuera de Venezuela, no ha cesado de crecer en paralelo a otras investigaciones y proyectos de Hernández. Seguir Los transeúntes de forma cronológica es como trazar el mapa de los viajes de la autora; realizar el mapeo por su geografía personal.
En la actualidad, Astrid Hernández trabaja en Archivos de Fotografía en alianza con Archivo Fotografía Urbana en el área de conservación. Su discurso se centra en la experimentación, entrevistas, aproximación e investigación buscando proyectar su trabajo fotográfico en el desarrollo en medios impresos como fanzines y desplegables.
Asegura la fotógrafa que para alimentar Los transeúntes no sale de forma expresa a capturar a los caminantes. “Mientras cubro eventos, realizo otros proyectos o encargos de trabajo, siempre estoy atenta, a la espera del personaje”. Para ella la fotografía tiene que ver con el instante decisivo de Henri Cartier-Bresson. “Es algo que te mueve, que te lleva y que te dice es por aquí y tú sigues a esa voz que se manifiesta”, explica.
@juanchi62
Comunicadora Social egresada de la Universidad Santa María, Hernández presenta su ensayo en los siguientes términos: “Caracas, con mis pasos puedo (re)interpretarte de distintos modos, desde la idiosincrasia de tus habitantes que rápidamente se desvanecen, pero que quedan intactos en mi memoria”.
Un trabajo en desarrollo que comenzó a tomar forma en Guayaquil, Ecuador, en 2013, y que desde entonces, dentro o fuera de Venezuela, no ha cesado de crecer en paralelo a otras investigaciones y proyectos de Hernández. Seguir Los transeúntes de forma cronológica es como trazar el mapa de los viajes de la autora; realizar el mapeo por su geografía personal.
En la actualidad, Astrid Hernández trabaja en Archivos de Fotografía en alianza con Archivo Fotografía Urbana en el área de conservación. Su discurso se centra en la experimentación, entrevistas, aproximación e investigación buscando proyectar su trabajo fotográfico en el desarrollo en medios impresos como fanzines y desplegables.
Asegura la fotógrafa que para alimentar Los transeúntes no sale de forma expresa a capturar a los caminantes. “Mientras cubro eventos, realizo otros proyectos o encargos de trabajo, siempre estoy atenta, a la espera del personaje”. Para ella la fotografía tiene que ver con el instante decisivo de Henri Cartier-Bresson. “Es algo que te mueve, que te lleva y que te dice es por aquí y tú sigues a esa voz que se manifiesta”, explica.
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