"Los girasoles" de Van Gogh inspiran un cubo de gratitud
El artista caraqueño Rafael Montilla habla de "La danza de la gratitud", su nueva propuesta
Todo comenzó en 1993, cuando Rafael Montilla, artista caraqueño residenciado en Miami, tuvo la oportunidad de viajar a la capital británica. En su agenda de turista no tan accidental había una cita imperdible: visitar la Galería Nacional de Londres. Además de querer apreciar la magnífica colección de la pinacoteca inglesa, Montilla tenía un cuadro en mente: Los girasoles, del pintor holandés Vincent Van Gogh, óleo al que llegó directamente gracias a su amigo Jethro, británico al que conoció en una travesía de Varanasi, en India, a Katmandú, en Nepal.
Aquel óleo de 1888, del que Van Gogh hizo siete versiones de las que sobreviven cinco -cuatro en el Museo Van Gogh de Ámsterdam, la Neue Pinakothek de Múnich, el Museo de Arte de Filadelfia y el Museo Sompo de Tokio, y la quinta en The National Gallery, de Londres- dejaron una honda impresión en Montilla, que hoy integra no solo a su propuesta plástica, sino también a sus reflexiones sobre el arte.
“Las pinturas de girasoles tenían un significado especial para Van Gogh, porque comunicaban ‘gratitud’, según escribió el”, comenta Rafael Montilla, cuyo trabajo se basa en la abstracción geométrica, donde el cubo juega un papel central. “El cubo representa un símbolo de armonía, gratitud, unidad y equilibrio de nuestra vida interna y externa, y la gratitud es la conexión de los girasoles de Van Gogh y mi cubo flotante dorado”, agrega.
Montilla se refiere a su obra en La danza de la gratitud, que consiste en un cubo tridimensional vacío cuyas 12 aristas él ha recubierto con un material reflectante que al exponerse a la luz natural desprende múltiples destellos en los que predomina el color dorado.

Aquel óleo de 1888, del que Van Gogh hizo siete versiones de las que sobreviven cinco -cuatro en el Museo Van Gogh de Ámsterdam, la Neue Pinakothek de Múnich, el Museo de Arte de Filadelfia y el Museo Sompo de Tokio, y la quinta en The National Gallery, de Londres- dejaron una honda impresión en Montilla, que hoy integra no solo a su propuesta plástica, sino también a sus reflexiones sobre el arte.
“Las pinturas de girasoles tenían un significado especial para Van Gogh, porque comunicaban ‘gratitud’, según escribió el”, comenta Rafael Montilla, cuyo trabajo se basa en la abstracción geométrica, donde el cubo juega un papel central. “El cubo representa un símbolo de armonía, gratitud, unidad y equilibrio de nuestra vida interna y externa, y la gratitud es la conexión de los girasoles de Van Gogh y mi cubo flotante dorado”, agrega.
Montilla se refiere a su obra en La danza de la gratitud, que consiste en un cubo tridimensional vacío cuyas 12 aristas él ha recubierto con un material reflectante que al exponerse a la luz natural desprende múltiples destellos en los que predomina el color dorado.

La obra se presentó en la Florida International University de Miami (RAFAEL MONTILLA)
-Exactamente, ¿qué fue lo que le fascinó del cuadro de Van Gogh?
-Más que el óleo, es lo que representan los girasoles. Los girasoles son flores que producen alegría, no solo para mí, sino para muchas personas. Y para mí la alegría es sinónimo de gratitud. Alegría por la vida. Todos tenemos problemas, es parte de la vida del ser humano. Debemos tener gratitud por lo que tenemos, sea salud, un don, familiares, buenos amigos o bienestar económico.
-¿Encuentra alguna conexión entre lo que deseaba transmitir Van Gogh y lo que desea transmitir con su cubo?
-Van Gogh buscaba la evolución del arte, apartando el ego y los intereses propios. A mi juicio, para poder llegar a la evolución del arte debemos llevar nuestra conciencia a un nivel cada vez más superior. Busco la evolución de la conciencia colectiva, cada quien a su nivel. Somos seres humanos en evolución, con muchos bajos sentimientos contra uno mismo y los demás. Aún somos unos monos, pero con celulares.
La danza de la gratitud se exhibió a finales de marzo (del 23 al 25) en la laguna del North Campus de la Florida International University, a propósito de la celebración del Día Internacional de la Felicidad, en Miami. Y posiblemente, en los próximos días se presente -en una versión para piso o para una piscina pequeña- en el Campus Hialeah del Miami Dade College, también el Florida.
En el proceso de concebir su obra, Rafael Montilla escribió un poema. Se titula Volver a nuestras raíces con el apoyo de la tecnología y dice así: “El cubo brilla, brilla gracias a la gratitud de la gente./ El cubo refleja, refleja la luz del corazón de la madre naturaleza./ El cubo baila, baila al ritmo de las danzas de nuestros antepasados indígenas”.
@juanchi62
-Exactamente, ¿qué fue lo que le fascinó del cuadro de Van Gogh?
-Más que el óleo, es lo que representan los girasoles. Los girasoles son flores que producen alegría, no solo para mí, sino para muchas personas. Y para mí la alegría es sinónimo de gratitud. Alegría por la vida. Todos tenemos problemas, es parte de la vida del ser humano. Debemos tener gratitud por lo que tenemos, sea salud, un don, familiares, buenos amigos o bienestar económico.
-¿Encuentra alguna conexión entre lo que deseaba transmitir Van Gogh y lo que desea transmitir con su cubo?
-Van Gogh buscaba la evolución del arte, apartando el ego y los intereses propios. A mi juicio, para poder llegar a la evolución del arte debemos llevar nuestra conciencia a un nivel cada vez más superior. Busco la evolución de la conciencia colectiva, cada quien a su nivel. Somos seres humanos en evolución, con muchos bajos sentimientos contra uno mismo y los demás. Aún somos unos monos, pero con celulares.
La danza de la gratitud se exhibió a finales de marzo (del 23 al 25) en la laguna del North Campus de la Florida International University, a propósito de la celebración del Día Internacional de la Felicidad, en Miami. Y posiblemente, en los próximos días se presente -en una versión para piso o para una piscina pequeña- en el Campus Hialeah del Miami Dade College, también el Florida.
En el proceso de concebir su obra, Rafael Montilla escribió un poema. Se titula Volver a nuestras raíces con el apoyo de la tecnología y dice así: “El cubo brilla, brilla gracias a la gratitud de la gente./ El cubo refleja, refleja la luz del corazón de la madre naturaleza./ El cubo baila, baila al ritmo de las danzas de nuestros antepasados indígenas”.
@juanchi62
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