Rodrigo Zambrano: “Espero poder aportar riqueza al universo guitarrístico”
El músico venezolano, hijos de los periodistas Nabor Zambrano y Marisela Montes, presenta su primer disco "Gracias, maestro", dedicado a Chucho Valdés
Quienes conocen al periodista cultural Nabor Zambrano, difícilmente se lo pueden imaginar tocando las maracas. Pero para su hijo menor, Rodrigo Zambrano Montes (Caracas, 1989), sería un sueño hecho realidad tocar la guitarra con el acompañamiento de su padre en el instrumento de percusión. Quizás, en la intimidad familiar la escena ya se haya consumado, pues según comenta el guitarrista, su relación con la música está muy vinculada a su papá y a su mamá, la también periodista cultural Marisela Montes.
“Mi padre siempre fue amante de la música clásica y de Los Beatles, y mi madre es una melómana que semanalmente traía a casa de 1 a 3 discos nuevos. Gracias a Dios, ellos trabajan en el mundo del periodismo cultural por lo que siempre tuve la oportunidad de ir a muchos shows de pequeño. Aunque yo no quería ir, quería quedarme jugando, cuando iba a los espectáculos encontraba algo mágico, y todas las magias eran diferentes”, recuerda Rodrigo Zambrano Montes desde Brasil, país en el que reside.
Desde este viernes 10 de febrero, el primer disco de Zambrano Montes está disponible en las principales plataformas de difusión musical. Se titula Gracias, maestro y está dedicado al pianista cubano y fundador del grupo Irakere, Chucho Valdés, a quien el guitarrista vio en una presentación, junto a Diego el Cigala, en el Teatro Teresa Carreño.
Antes de aquella revelación, a la que se sumó, años después, el descubrimiento del recordado Aquiles Báez –“por él decidí dedicarme a la guitarra”, dice el músico–, las inquietudes musicales de Zambrano Montes variaron de querer ser como Michael Jackson a tomar -él y su hermano mayor- clases de piano con la señora Gallone.
“Ella venía de la guerra, era concertista y aquí se dedicaba a dar clases. Recuerdo una en particular: mi hermano estaba durmiendo en el sofá, yo tenía cerca de 6 años y ella me gritaba: ‘¡Estás haciendo la nota equivocada!’. Me golpeaba en el dedo con un lápiz o una regla; no era fuerte, pero sí había mucha violencia en la emoción. Hoy en día tengo manchas de vitíligo y verdaderamente las amo. Evidentemente en algún momento aquello terminó. Después, a los 14 años, empecé a tocar el bajo y me dediqué solamente a eso. Pero como no hice las tareas del colegio, repetí y entonces fue una decisión colectiva no tocar más el bajo. A los 18 comencé a tocar la guitarra y no creo que me detenga, permaneceré haciéndolo hasta el último día que respire porque es divertidísimo”, cuenta el músico.

“Mi padre siempre fue amante de la música clásica y de Los Beatles, y mi madre es una melómana que semanalmente traía a casa de 1 a 3 discos nuevos. Gracias a Dios, ellos trabajan en el mundo del periodismo cultural por lo que siempre tuve la oportunidad de ir a muchos shows de pequeño. Aunque yo no quería ir, quería quedarme jugando, cuando iba a los espectáculos encontraba algo mágico, y todas las magias eran diferentes”, recuerda Rodrigo Zambrano Montes desde Brasil, país en el que reside.
Desde este viernes 10 de febrero, el primer disco de Zambrano Montes está disponible en las principales plataformas de difusión musical. Se titula Gracias, maestro y está dedicado al pianista cubano y fundador del grupo Irakere, Chucho Valdés, a quien el guitarrista vio en una presentación, junto a Diego el Cigala, en el Teatro Teresa Carreño.
Antes de aquella revelación, a la que se sumó, años después, el descubrimiento del recordado Aquiles Báez –“por él decidí dedicarme a la guitarra”, dice el músico–, las inquietudes musicales de Zambrano Montes variaron de querer ser como Michael Jackson a tomar -él y su hermano mayor- clases de piano con la señora Gallone.
“Ella venía de la guerra, era concertista y aquí se dedicaba a dar clases. Recuerdo una en particular: mi hermano estaba durmiendo en el sofá, yo tenía cerca de 6 años y ella me gritaba: ‘¡Estás haciendo la nota equivocada!’. Me golpeaba en el dedo con un lápiz o una regla; no era fuerte, pero sí había mucha violencia en la emoción. Hoy en día tengo manchas de vitíligo y verdaderamente las amo. Evidentemente en algún momento aquello terminó. Después, a los 14 años, empecé a tocar el bajo y me dediqué solamente a eso. Pero como no hice las tareas del colegio, repetí y entonces fue una decisión colectiva no tocar más el bajo. A los 18 comencé a tocar la guitarra y no creo que me detenga, permaneceré haciéndolo hasta el último día que respire porque es divertidísimo”, cuenta el músico.

"Necesito un percusionista y quiero que mi papá toque las maracas”, dice Rodrigo Zambrano Montes (CORTESÍA)
Gracias, maestro contiene nueve piezas de Chucho Valdés interpretadas por Zambrano Montes. “Dos piezas son transcripciones, otras adaptaciones y más de una, relecturas de las técnicas que Valdés usa en el piano para improvisar con arpegios de carácter contemporáneo. Por último, hice dos composiciones para Chucho, las voy a lanzar dos semanas después del álbum, en vivo, en el auditorio donde se graba el CD, en la ciudad de Paraty”, agrega.
-¿Por qué la guitarra?, ¿cree que a los músicos jóvenes les interesa este instrumento?
-La guitarra es como un amigo, como una mujer bonita, como un arpa, como un brazo y como el pecho, como la garganta y las vísceras, es más barata y liviana que un piano y es una pequeña orquesta. Yo espero poder aportar riqueza al universo guitarrístico, al universo latino y a los músicos venezolanos, porque todos ellos de alguna manera me han hecho rico.
“Al hacer esto -prosigue- espero que otros amen, luchen y puedan crear. La guitarra popular erudita latina tiene una difusión muy escasa en el universo caribeño y en el venezolano. En Brasil y Argentina esta manifestación tiene una presencia, una difusión y una diversidad muy vasta, y mucho de esto surgió a partir de adaptaciones de otros instrumentos y de otros géneros a la guitarra. Siempre quise que eso sucediera en la salsa, en el mambo, en el jazz latino, así que este es mi aporte”.
-¿Qué músicos lo han influenciado? ¿De qué manera?
-Todo cambió cuando vi a Chucho Valdés tocando en Caracas. Un par de años después vi a Aquiles Báez, solo con un instrumento de seis cuerdas siendo tan mágico, magnánimo. Django Reinhardt por la fe y la magia, Tito Puente por la gozadera, Héctor Lavoe porque sí, Aldemaro Romero por la osadía… la lista es larga, incluye a Jorge Glem, Hermeto Pascoal, Nina Simone, Yamandu Costa, Juan Luis Guerra, Michel Camilo, Paquito D’ Rivera, Pacho Flores, Freddie Mercury, Louis Armstrong...
-¿Qué quiere expresar con la guitarra?
-Quiero expresar cómo me transformaron Chucho Valdés y Aquiles Báez, un alma gigante, brillante, colorida, apoteósica y gentil como el abrazo de una montaña, como el Ávila. Ese es el sentimiento, las notas tienen mucha importancia, pero son otras cosas: la euforia, el éxtasis, el desaliento, la pérdida, la ternura, la compasión, el coraje, la victoria, el caos, el orden, el sabor, la picardía, el amor…
-¿Le gustaría tocar en Caracas?
-Obviamente. Me gustaría poder tocar con y para grandes músicos de Venezuela que me han inspirado, me gustaría poder llegar a todos los oídos posibles de nuestro país y de otros, y sin duda alguna, me gustaría poder tocar música en la mayor cantidad de lugares para poder dar un pedazo de mí a la mayor cantidad de personas.
@juanchi62
Gracias, maestro contiene nueve piezas de Chucho Valdés interpretadas por Zambrano Montes. “Dos piezas son transcripciones, otras adaptaciones y más de una, relecturas de las técnicas que Valdés usa en el piano para improvisar con arpegios de carácter contemporáneo. Por último, hice dos composiciones para Chucho, las voy a lanzar dos semanas después del álbum, en vivo, en el auditorio donde se graba el CD, en la ciudad de Paraty”, agrega.
-¿Por qué la guitarra?, ¿cree que a los músicos jóvenes les interesa este instrumento?
-La guitarra es como un amigo, como una mujer bonita, como un arpa, como un brazo y como el pecho, como la garganta y las vísceras, es más barata y liviana que un piano y es una pequeña orquesta. Yo espero poder aportar riqueza al universo guitarrístico, al universo latino y a los músicos venezolanos, porque todos ellos de alguna manera me han hecho rico.
“Al hacer esto -prosigue- espero que otros amen, luchen y puedan crear. La guitarra popular erudita latina tiene una difusión muy escasa en el universo caribeño y en el venezolano. En Brasil y Argentina esta manifestación tiene una presencia, una difusión y una diversidad muy vasta, y mucho de esto surgió a partir de adaptaciones de otros instrumentos y de otros géneros a la guitarra. Siempre quise que eso sucediera en la salsa, en el mambo, en el jazz latino, así que este es mi aporte”.
-¿Qué músicos lo han influenciado? ¿De qué manera?
-Todo cambió cuando vi a Chucho Valdés tocando en Caracas. Un par de años después vi a Aquiles Báez, solo con un instrumento de seis cuerdas siendo tan mágico, magnánimo. Django Reinhardt por la fe y la magia, Tito Puente por la gozadera, Héctor Lavoe porque sí, Aldemaro Romero por la osadía… la lista es larga, incluye a Jorge Glem, Hermeto Pascoal, Nina Simone, Yamandu Costa, Juan Luis Guerra, Michel Camilo, Paquito D’ Rivera, Pacho Flores, Freddie Mercury, Louis Armstrong...
-¿Qué quiere expresar con la guitarra?
-Quiero expresar cómo me transformaron Chucho Valdés y Aquiles Báez, un alma gigante, brillante, colorida, apoteósica y gentil como el abrazo de una montaña, como el Ávila. Ese es el sentimiento, las notas tienen mucha importancia, pero son otras cosas: la euforia, el éxtasis, el desaliento, la pérdida, la ternura, la compasión, el coraje, la victoria, el caos, el orden, el sabor, la picardía, el amor…
-¿Le gustaría tocar en Caracas?
-Obviamente. Me gustaría poder tocar con y para grandes músicos de Venezuela que me han inspirado, me gustaría poder llegar a todos los oídos posibles de nuestro país y de otros, y sin duda alguna, me gustaría poder tocar música en la mayor cantidad de lugares para poder dar un pedazo de mí a la mayor cantidad de personas.
@juanchi62
Siguenos en
Telegram,
Instagram,
Facebook y
Twitter
para recibir en directo todas nuestras actualizaciones