Enrique Martin Morales, conocido por todos como Ricky Martin, era el Harry Styles de los noventa, aparecía en las tapas de las revistas más famosas del planeta y sus fotos cubrían las paredes de las adolescentes y jóvenes de aquella época. Era el chico roquero de las gafas oscuras de Menudo, Por favor, no soporto censura. /Yo prefiero ver el mundo a través de mis gafas oscuras; movió las caderas de Latinoamérica con María: Un, dos, tres. Un pasito pa´ lante María; hizo bailar a todos los fanáticos del fútbol en el Mundial de Francia 1998 con la Copa de la vida: La vida es competición, hay que soñar ser campeón, y fue el hombre sexy que conquistó el mundo, hasta Madonna, con Livi´n la vida loca: Yo no podré salvarme, ¿podrás salvarte tú?

Si bien a lo largo de su trayectoria artística, donde ha combinado la actuación con la música, ha grabado trece discos, sin lugar a dudas los que lo llevaron a la cima del éxito y al reconocimiento en la industria fueron A medio vivir (1995), Vuelve (1998), Premio Grammy al Mejor Álbum Pop Latino, y Ricky Martin (1999), junto al cantautor Robby Draco Rosa, su compañero de Menudo, quien fue el productor y creador de la mayoría de los temas.

Con casi toda una vida frente a los escenarios, el puertorriqueño ha logrado alejarse de los escándalos, en especial de aquellos relacionados con la boy band Menudo. En 2010 habló abiertamente de su sexualidad, y al año siguiente publicó su autobiografía Yo, convirtiéndose en el primer latino en asumir públicamente su homosexualidad, siendo hoy un referente para la comunidad LGTBIQ+ y que le ha permitido también formar una familia junto a sus cuatro hijos: Matteo, Valentino, Lucía, Renn, y su actual pareja Jwan Yosef, en plena libertad y sin tabúes.

Play: regreso a los escenarios
Después de la pandemia, al igual que muchos artistas, Martin regresa a los escenarios, esta vez de forma tímida y modesta, quizás motivado por la batalla legal que lo involucra con su sobrino Dennis Yadiel Sánchez, quien lo acusa de violencia doméstica y sexual. Su gira que empezó en Estados Unidos y ahora contempla Latinoamérica: Colombia, Argentina y Chile, plazas donde su público más incondicional lo espera con sold out en la mayoría de sus fechas.

“Para mí es importante iniciar esta gira en Bogotá, después de diecisiete años. Ahora en relación al show, no escatimo y trato de brindar un espectáculo de primera. Me gusta que el público me exija como artista. Tengo grandes bailarines de diferentes partes de Latinoamérica y que tienen muchos años trabajando conmigo, un juego de luces espectacular, mucha interacción con mis fans y obviamente cantaré sus canciones favoritas. Quiero que la gente pase un buen rato”, dice.