Pedro Morales: “La tecnología me ha dado la fuerza para hacer mi arte muy humano”
La galería D’Museo, del Centro de Arte Los Galpones, invita a sumergirse en el mundo lúdico del artista venezolano con la exposición "Naturaleza neural", que inaugura hoy 20 de noviembre de 2020, a las 11:00 am
Retomar la pintura para Pedro Morales (Maracaibo, 1958) no significa, para nada, traicionar o dejar a un lado el entorno digital en el que se ha movido este artista desde 1988. Con las obras que expone desde este domingo 20 de noviembre, a partir de las 11:00 am, en la galería D’Museo del Centro de Arte Los Galpones, Morales une tradición y tecnología, dos conceptos que parecen moverse en tiempos distintos, pero que dan soporte, origen, a lo que hace.
La muestra se llama Naturaleza neural, y según Morales quienes vayan a verla en D’Museo encontrarán en ella… “Mis vivencias, mis experiencias desde los comienzos de la pandemia hasta hoy. Resume la libertad de poder escoger la pintura como medio de expresión para representar una obra de arte hermosa y rica en tradición, como es la naturaleza, inspirado y con ayuda de la tecnología de inteligencia artificial”.





La muestra se llama Naturaleza neural, y según Morales quienes vayan a verla en D’Museo encontrarán en ella… “Mis vivencias, mis experiencias desde los comienzos de la pandemia hasta hoy. Resume la libertad de poder escoger la pintura como medio de expresión para representar una obra de arte hermosa y rica en tradición, como es la naturaleza, inspirado y con ayuda de la tecnología de inteligencia artificial”.

Para el artista, cuando se trabaja con tecnología de avanzada, hay que permanecer fiel a la belleza (CORTESÍA GALERÍA D'MUSEO)
“Hay una decisión importante cuando se trabaja con tecnología de avanzada -prosigue el artista-, de permanecer fiel a la belleza y a la búsqueda estética. Hay una intención de utilizar tecnologías aplicadas al uso masivo de la telefonía móvil y la utilización de códigos bidimensionales para la interacción directa con el público a través de sus equipos móviles. Encuentro un interesante juego de palabras en Naturaleza neural, sus varias lecturas se prestan para el carácter lúdico de mi obra”.
-Precisamente, la palabra “neural” se vincula al sistema nervioso y a las neuronas. ¿Cómo llega a vincular este concepto con la naturaleza?
-Una red neuronal es un método de inteligencia artificial que enseña a los ordenadores a procesar datos de una forma inspirada en el cerebro humano. Es un tipo de proceso de aprendizaje automático, llamado aprendizaje profundo, que utiliza nodos o neuronas interconectadas en una estructura de capas que se asemeja al cerebro humano. Los algoritmos utilizados para crear las obras presentes en esta muestra utilizan este tipo de tecnología. La naturaleza de la muestra es entonces neural. La expresión Naturaleza neural como título no solo se refiere a la Natura, sino también describe su condición estructural. La naturaleza es la manera de representar la belleza algorítmica; más allá de lo aparente en este trabajo, cada imagen es un compuesto, un collage de miles de resultados.
Para el curador de la exposición, Gerardo Zavarce, “se trata de una apertura hacia lo múltiple, fractal y diferente, en resistencia a lo que proclama lo único como forma de silencio o terror, tan solo imaginemos un solo color, una sola mirada o una sola voz: ninguna alternativa fundada en la pluralidad (…). Siguiendo los pasos de Humboldt, no resulta extraño que Pedro Morales haya decidido proponer una mirada sobre la naturaleza que involucra la activación de redes neuronales, procesamiento de datos y que brinde a la mirada nuevas especies, generadas mediante procesos de inteligencia artificial”.
“Hay una decisión importante cuando se trabaja con tecnología de avanzada -prosigue el artista-, de permanecer fiel a la belleza y a la búsqueda estética. Hay una intención de utilizar tecnologías aplicadas al uso masivo de la telefonía móvil y la utilización de códigos bidimensionales para la interacción directa con el público a través de sus equipos móviles. Encuentro un interesante juego de palabras en Naturaleza neural, sus varias lecturas se prestan para el carácter lúdico de mi obra”.
-Precisamente, la palabra “neural” se vincula al sistema nervioso y a las neuronas. ¿Cómo llega a vincular este concepto con la naturaleza?
-Una red neuronal es un método de inteligencia artificial que enseña a los ordenadores a procesar datos de una forma inspirada en el cerebro humano. Es un tipo de proceso de aprendizaje automático, llamado aprendizaje profundo, que utiliza nodos o neuronas interconectadas en una estructura de capas que se asemeja al cerebro humano. Los algoritmos utilizados para crear las obras presentes en esta muestra utilizan este tipo de tecnología. La naturaleza de la muestra es entonces neural. La expresión Naturaleza neural como título no solo se refiere a la Natura, sino también describe su condición estructural. La naturaleza es la manera de representar la belleza algorítmica; más allá de lo aparente en este trabajo, cada imagen es un compuesto, un collage de miles de resultados.
Para el curador de la exposición, Gerardo Zavarce, “se trata de una apertura hacia lo múltiple, fractal y diferente, en resistencia a lo que proclama lo único como forma de silencio o terror, tan solo imaginemos un solo color, una sola mirada o una sola voz: ninguna alternativa fundada en la pluralidad (…). Siguiendo los pasos de Humboldt, no resulta extraño que Pedro Morales haya decidido proponer una mirada sobre la naturaleza que involucra la activación de redes neuronales, procesamiento de datos y que brinde a la mirada nuevas especies, generadas mediante procesos de inteligencia artificial”.

Según el curador de la muestra, Gerardo Zavarce, la propuesta de Morales representa "una apertura hacia lo múltiple, fractal y diferente, en resistencia a lo que proclama lo único como forma de silencio o terror" (CORTESÍA GALERÍA D'MUSEO)
En Naturaleza neural se exponen 34 piezas en pequeño y mediano formato.
-¿Recuerda el momento exacto en el que decidió comenzar a trabajar con la tecnología? ¿Qué pasaba en Pedro Morales en ese momento?
-Debido a mi formación técnica y el uso de la informática en mis estudios de ingeniería eléctrica, siempre estuve vinculado al uso de estas tecnologías. En 1988 venía de mi primera gran exposición individual, con casi una centena de obras, acrílicos y pasteles. También ese año tuve mi primer computador XT 8088, y con un software de IBM diseñado para presentaciones a manera de show de diapositivas, me encerré durante 9 meses para investigar qué se podía hacer con aquella novedad, un computador personal. El resultado fue mi primera obra hecha con luz y no con pigmento, La mirada. Maravillado con el aprendizaje y la experiencia, el resultado fue esa animación que presenté en un Salón de Reciclaje en Maracaibo, y obtuve el primer premio con esta obra que reciclaba la memoria, con mi casa de El Saladillo hecha con luz, en pixeles. Ese reconocimiento fue clave, gratificante, me mostraba que iba por buen camino, que explorar lo desconocido permitía innovar, que salir de la zona de confort podría marcar mi camino.
-Las obras que muestra en D’Museo sugieren especies de “bodegones florales”, ¿qué es lo que desea reflejar con este trabajo?
-La belleza del proceso creativo. La belleza implícita en esta obra creada con ayuda de la inteligencia artificial es exquisita, conmovedora. Representar la dualidad entre lo natural y lo imaginario, entre lo físico y lo virtual, a través del imaginario colectivo de ambientes colaborativos.
En Naturaleza neural se exponen 34 piezas en pequeño y mediano formato.
-¿Recuerda el momento exacto en el que decidió comenzar a trabajar con la tecnología? ¿Qué pasaba en Pedro Morales en ese momento?
-Debido a mi formación técnica y el uso de la informática en mis estudios de ingeniería eléctrica, siempre estuve vinculado al uso de estas tecnologías. En 1988 venía de mi primera gran exposición individual, con casi una centena de obras, acrílicos y pasteles. También ese año tuve mi primer computador XT 8088, y con un software de IBM diseñado para presentaciones a manera de show de diapositivas, me encerré durante 9 meses para investigar qué se podía hacer con aquella novedad, un computador personal. El resultado fue mi primera obra hecha con luz y no con pigmento, La mirada. Maravillado con el aprendizaje y la experiencia, el resultado fue esa animación que presenté en un Salón de Reciclaje en Maracaibo, y obtuve el primer premio con esta obra que reciclaba la memoria, con mi casa de El Saladillo hecha con luz, en pixeles. Ese reconocimiento fue clave, gratificante, me mostraba que iba por buen camino, que explorar lo desconocido permitía innovar, que salir de la zona de confort podría marcar mi camino.
-Las obras que muestra en D’Museo sugieren especies de “bodegones florales”, ¿qué es lo que desea reflejar con este trabajo?
-La belleza del proceso creativo. La belleza implícita en esta obra creada con ayuda de la inteligencia artificial es exquisita, conmovedora. Representar la dualidad entre lo natural y lo imaginario, entre lo físico y lo virtual, a través del imaginario colectivo de ambientes colaborativos.

Las obras del artista maracucho van más allá de lo aparente (CORTESÍA GALERÍA D'MUSEO)
“Cuando decido producir arte con ayuda de los algoritmos -agrega Morales-, intento utilizar aquellos de código abierto para entrenar redes de aprendizaje automático, una rama de la inteligencia artificial basada en la idea de que los sistemas pueden aprender de la data, identificar patrones y tomar decisiones con una mínima intervención humana. No poseo ni los recursos necesarios ni quizás tampoco el tiempo para emprender tan gigantesca empresa. Escojo entonces utilizar ambientes colaborativos. En ese mundo, me he preguntado qué puedo plantear con ayuda de la inteligencia artificial que no se haya propuesto, y la respuesta fue mi decisión de pintarla. Inspirado, ayudado por obras que produzco con algoritmos de aprendizaje automático, decido pasar al acto tradicional de pintar para representarlas. Una obra que a simple vista sugiere composiciones gráficas florales pero que en realidad representan mucho más de lo aparente. Al contemplarlas detenidamente encuentras que están creadas a manera de collages de imágenes cuyo origen es una gran base de datos, y están yuxtapuestas de tal manera que sugieren composiciones florales de una belleza insólita, única, que a mi particularmente me conmueven cada vez más”.
-¿Extrañaba el acto tradicional de pintar, el óleo, los pinceles, las telas?
-En 1988, cuando decido dejar a un lado los materiales y técnicas tradicionales que utilicé para expresarme hasta entonces, lo hice convencido de que tenía enfrente una herramienta muy poderosa que me ayudaría a experimentar nuevas formas de creación. Me movía la relación tecnología–belleza, presente desde siempre en las artes. Empecé a recorrer y a explorar un camino desconocido, a veces ingrato, siempre persuadido de poder encontrar un lenguaje estético poderoso, a la vez que innovar con tecnologías que se volvieron de uso masivo que, efectivamente, formarían parte de mi arsenal para la creación. Así, hoy estoy convencido de que la inteligencia artificial bien puede considerarse una herramienta para la creación de piezas muy originales que adopten las innovaciones tecnológicas de nuestro tiempo –el blockchain, la computación en la nube, redes colaborativas, IA– y que he sumado a mi paleta creativa. Desde ese inicio no he hecho otra cosa que explorar, aprender y encontrar nuevos caminos para expresarme a través de nuevas tecnologías, que cambian a un ritmo vertiginoso. Soy también un artista que nace de la tradición de pintar, y para Naturaleza neural he disfrutado mucho retomar acrílicos y pinceles, crear para esta muestra pintando tradicionalmente, esta vez inspirado por nuevas formas de crear, ayudado con algoritmos de aprendizaje automático. Es aquí donde la libertad creativa se manifiesta. He podido parar antes de tomar un pincel, y la muestra hubiese sido tal vez interesante. Quise ir más allá, a mis orígenes, y como consecuencia he pintado la inteligencia artificial. Pinto la inteligencia artificial.
“Cuando decido producir arte con ayuda de los algoritmos -agrega Morales-, intento utilizar aquellos de código abierto para entrenar redes de aprendizaje automático, una rama de la inteligencia artificial basada en la idea de que los sistemas pueden aprender de la data, identificar patrones y tomar decisiones con una mínima intervención humana. No poseo ni los recursos necesarios ni quizás tampoco el tiempo para emprender tan gigantesca empresa. Escojo entonces utilizar ambientes colaborativos. En ese mundo, me he preguntado qué puedo plantear con ayuda de la inteligencia artificial que no se haya propuesto, y la respuesta fue mi decisión de pintarla. Inspirado, ayudado por obras que produzco con algoritmos de aprendizaje automático, decido pasar al acto tradicional de pintar para representarlas. Una obra que a simple vista sugiere composiciones gráficas florales pero que en realidad representan mucho más de lo aparente. Al contemplarlas detenidamente encuentras que están creadas a manera de collages de imágenes cuyo origen es una gran base de datos, y están yuxtapuestas de tal manera que sugieren composiciones florales de una belleza insólita, única, que a mi particularmente me conmueven cada vez más”.
-¿Extrañaba el acto tradicional de pintar, el óleo, los pinceles, las telas?
-En 1988, cuando decido dejar a un lado los materiales y técnicas tradicionales que utilicé para expresarme hasta entonces, lo hice convencido de que tenía enfrente una herramienta muy poderosa que me ayudaría a experimentar nuevas formas de creación. Me movía la relación tecnología–belleza, presente desde siempre en las artes. Empecé a recorrer y a explorar un camino desconocido, a veces ingrato, siempre persuadido de poder encontrar un lenguaje estético poderoso, a la vez que innovar con tecnologías que se volvieron de uso masivo que, efectivamente, formarían parte de mi arsenal para la creación. Así, hoy estoy convencido de que la inteligencia artificial bien puede considerarse una herramienta para la creación de piezas muy originales que adopten las innovaciones tecnológicas de nuestro tiempo –el blockchain, la computación en la nube, redes colaborativas, IA– y que he sumado a mi paleta creativa. Desde ese inicio no he hecho otra cosa que explorar, aprender y encontrar nuevos caminos para expresarme a través de nuevas tecnologías, que cambian a un ritmo vertiginoso. Soy también un artista que nace de la tradición de pintar, y para Naturaleza neural he disfrutado mucho retomar acrílicos y pinceles, crear para esta muestra pintando tradicionalmente, esta vez inspirado por nuevas formas de crear, ayudado con algoritmos de aprendizaje automático. Es aquí donde la libertad creativa se manifiesta. He podido parar antes de tomar un pincel, y la muestra hubiese sido tal vez interesante. Quise ir más allá, a mis orígenes, y como consecuencia he pintado la inteligencia artificial. Pinto la inteligencia artificial.

De la serie Algoritmia (CORTESÍA GALERÍA D'MUSEO)
-Es frecuente escuchar discursos sobre el poder deshumanizador de la tecnología. ¿Qué opina al respecto?
-Es una pregunta que artistas se hacen desde hace siglos, y sin embargo la tecnología no puede dejar de estar presente en la creación estética si el arte es un reflejo de la época que se vive. La respuesta ha pasado exactamente por la exploración de la tecnología. En el renacimiento, por ejemplo, la perspectiva lineal revolucionó la pintura italiana con la noción de puntos de convergencia y la línea del horizonte. La Tavoletta, de Brunelleschi, fue el primer dispositivo de realidad aumentada, esto es en 1415 ¿Dirías que la obra Jan Van Eyck, por ejemplo, se deshumanizó porque el pintor usó la tecnología que tenía a su disposición en 1434, la perspectiva poliscópica, un dispositivo óptico con cuatro óculos, para representar la escena desde diferentes puntos de vista con la menor distorsión de perspectiva posible? Saltando los siglos encontramos la misma pregunta en la fotografía, el cine, la estereografía, el videoarte, nos hemos preguntado si es inhumano el uso de electricidad, luces, nuevos materiales, implementos que vienen con el progreso del hombre y que el arte no puede ignorar. La tecnología es una creación humana, y si su uso deshumanizara el arte, no habríamos salido nunca de las cuevas de Altamira. Mi investigación ha incluido una exploración de la belleza en procesos tecnológicos innovadores que han sido diseñados para funciones utilitarias, la belleza quizás no haya sido parte de su diseño. Busco entonces la calidez en la tecnología, hacerla más cercana, la uso para invitarnos a la contemplación en un mundo de apuros. Quizás sea al contrario, la tecnología me ha dado la fuerza para hacer mi arte muy humano.
-¿Cómo hace para no terminar esclavizado a la tecnología?
-La creación no conoce esclavitud, es sobre todo libertaria. Exploro, aprendo, estudio, encuentro, fracaso, innovo. Gozo buscando la belleza en la tecnología. Mi pasión por las matemáticas y el deseo de entenderla no tiene límites. Disfruto aprendiendo e implementando, generando una obra de arte innovadora, muy original, y tan auténtica que define mi identidad como artista. Cuando se trata de arte digital, los artistas tienen la ventaja de explorar múltiples conceptos e ideas, ampliando el proceso creativo. Tienen la libertad de expresarse de muchas formas. También el espectador, en Naturaleza neural puede -o no- aproximarse a cada obra y apuntarla con su teléfono. Si lo haces, encuentras aún otra ventana a mi mundo. Es una decisión. Crear solo esa parte me costó un esfuerzo inmenso, días de pruebas, dedicación exclusiva, cientos de notas y trasnochos. Y lo disfruté muchísimo. Le añade a la obra un elemento lúdico al que se llega por decisión propia. Los esclavos no toman decisiones.
-Es frecuente escuchar discursos sobre el poder deshumanizador de la tecnología. ¿Qué opina al respecto?
-Es una pregunta que artistas se hacen desde hace siglos, y sin embargo la tecnología no puede dejar de estar presente en la creación estética si el arte es un reflejo de la época que se vive. La respuesta ha pasado exactamente por la exploración de la tecnología. En el renacimiento, por ejemplo, la perspectiva lineal revolucionó la pintura italiana con la noción de puntos de convergencia y la línea del horizonte. La Tavoletta, de Brunelleschi, fue el primer dispositivo de realidad aumentada, esto es en 1415 ¿Dirías que la obra Jan Van Eyck, por ejemplo, se deshumanizó porque el pintor usó la tecnología que tenía a su disposición en 1434, la perspectiva poliscópica, un dispositivo óptico con cuatro óculos, para representar la escena desde diferentes puntos de vista con la menor distorsión de perspectiva posible? Saltando los siglos encontramos la misma pregunta en la fotografía, el cine, la estereografía, el videoarte, nos hemos preguntado si es inhumano el uso de electricidad, luces, nuevos materiales, implementos que vienen con el progreso del hombre y que el arte no puede ignorar. La tecnología es una creación humana, y si su uso deshumanizara el arte, no habríamos salido nunca de las cuevas de Altamira. Mi investigación ha incluido una exploración de la belleza en procesos tecnológicos innovadores que han sido diseñados para funciones utilitarias, la belleza quizás no haya sido parte de su diseño. Busco entonces la calidez en la tecnología, hacerla más cercana, la uso para invitarnos a la contemplación en un mundo de apuros. Quizás sea al contrario, la tecnología me ha dado la fuerza para hacer mi arte muy humano.
-¿Cómo hace para no terminar esclavizado a la tecnología?
-La creación no conoce esclavitud, es sobre todo libertaria. Exploro, aprendo, estudio, encuentro, fracaso, innovo. Gozo buscando la belleza en la tecnología. Mi pasión por las matemáticas y el deseo de entenderla no tiene límites. Disfruto aprendiendo e implementando, generando una obra de arte innovadora, muy original, y tan auténtica que define mi identidad como artista. Cuando se trata de arte digital, los artistas tienen la ventaja de explorar múltiples conceptos e ideas, ampliando el proceso creativo. Tienen la libertad de expresarse de muchas formas. También el espectador, en Naturaleza neural puede -o no- aproximarse a cada obra y apuntarla con su teléfono. Si lo haces, encuentras aún otra ventana a mi mundo. Es una decisión. Crear solo esa parte me costó un esfuerzo inmenso, días de pruebas, dedicación exclusiva, cientos de notas y trasnochos. Y lo disfruté muchísimo. Le añade a la obra un elemento lúdico al que se llega por decisión propia. Los esclavos no toman decisiones.

La IA actúa como un par de ojos extra, asegura Pedro Morales (CORTESÍA GALERÍA D'MUSEO)
-Tenía mucho tiempo sin exponer en el país, ¿con qué expectativas regresa?
-La emoción de volver a mi amada Venezuela y encontrarme con gente muy querida a quienes he extrañado mucho y por mucho tiempo, cumple con mis expectativas. Compartir mi experiencia de aprendizaje utilizando una tecnología que apenas se está dando a conocer es un deseo cumplido. Traerla a mi casa me alegra mucho. Tal vez espero que mi obra sirva para mostrar la importancia de las tecnologías novedosas en todas las áreas del quehacer humano, y he querido un elemento de libertad en mi obra.
Y prosigue: “Quiero mostrar en especial que todas las piezas incluidas en esta muestra son arte de Inteligencia Artificial, irrepetibles, únicas. La mayoría de los aspectos de nuestra vida se rigen ahora por la computación y los algoritmos. La IA no perturbará la industria del arte, no lo destruirá. Si algo, ayuda a corregir errores y permite a los artistas expresarse a fondo. LA IA es una herramienta más que los artistas pueden manejar y afinar. Actúa como un par de ojos extra, ayuda al humano y al arte. Mostrar eso en Venezuela ya es un logro”.
Naturaleza neural, de Pedro Morales, se estará presentado desde el 20 de noviembre de 2022 hasta febrero de 2023, en la galería D’Museo, ubicada en el Centro de Arte Los Galpones, avenida Ávila con 8va. Transversal de Los Chorros, Caracas, de miércoles a sábados, de 11:00 am a 5:30 pm, y los domingos, de 11:00 am a 4:00 pm.
@juanchi62
-Tenía mucho tiempo sin exponer en el país, ¿con qué expectativas regresa?
-La emoción de volver a mi amada Venezuela y encontrarme con gente muy querida a quienes he extrañado mucho y por mucho tiempo, cumple con mis expectativas. Compartir mi experiencia de aprendizaje utilizando una tecnología que apenas se está dando a conocer es un deseo cumplido. Traerla a mi casa me alegra mucho. Tal vez espero que mi obra sirva para mostrar la importancia de las tecnologías novedosas en todas las áreas del quehacer humano, y he querido un elemento de libertad en mi obra.
Y prosigue: “Quiero mostrar en especial que todas las piezas incluidas en esta muestra son arte de Inteligencia Artificial, irrepetibles, únicas. La mayoría de los aspectos de nuestra vida se rigen ahora por la computación y los algoritmos. La IA no perturbará la industria del arte, no lo destruirá. Si algo, ayuda a corregir errores y permite a los artistas expresarse a fondo. LA IA es una herramienta más que los artistas pueden manejar y afinar. Actúa como un par de ojos extra, ayuda al humano y al arte. Mostrar eso en Venezuela ya es un logro”.
Naturaleza neural, de Pedro Morales, se estará presentado desde el 20 de noviembre de 2022 hasta febrero de 2023, en la galería D’Museo, ubicada en el Centro de Arte Los Galpones, avenida Ávila con 8va. Transversal de Los Chorros, Caracas, de miércoles a sábados, de 11:00 am a 5:30 pm, y los domingos, de 11:00 am a 4:00 pm.
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