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Zapata 666: “Otra vez, me estoy levantando del piso”

Después de un largo silencio, el artista intenta resurgir como el Ave Fénix y retomar su carrera artística

  • DULCE MARÍA RAMOS

03/07/2022 05:00 am

Rubén Zapata, o mejor conocido como “Zapata 666”, se dio a conocer como artista en ámbito musical, más específicamente en el género del rap con el tema Bala perdida, con alto contenido social. Aquí hablaba de la violencia de los barrios y la ciudad: “Bala perdida, violencia expansiva./ Bala perdida en cada esquina”.

Es así que la música le permitió explorar otras área del arte hasta llegar a convertirse en uno de los actores más populares de la segunda edad dorada del cine venezolano, cuando apareció en La hora cero (2010), ópera prima de Diego Velasco y una de las películas más vistas en la historia de la cinematografía local, donde interpretó el personaje de La Parca. Luego apareció bajo el lente de Alejandro Bellame Palacios en la cinta El rumor de las piedras (2011) y protagonizó al lado de Alexandra Braun Hasta que la muerte nos separe (2015), dirigida por Abraham Pulido.



La fama y éxito le sonreían a Zapata 666. Era el chico del barrio que logró superarse. Pero así como en Hollywood, algunos actores brillantes de la noche a la mañana se convierten en un juguete roto por un error que les hace perder su carrera, lo mismo vivió el actor criollo el 3 de marzo de 2019, cuando de forma inesperada vuelve a ser noticia por dirigir un grupo armado de resistencia civil que apoyaba la causa de Juan Guaidó.

Le tocó emigrar a Barranquilla, Colombia. En este proceso experimentó lo que es dormir en las calles, quedarse sin una moneda para comer y cambiar los micrófonos, las cámaras y los autógrafos por una pala para ganarse la vida. Tiempo después salieron del país su pareja y sus hijos.

Desde su estudio, decorado con los afiches de La hora cero, Zapata 666 acepta conversar con El Universal sobre lo que ha sido su vida en los últimos años, con un aspecto físico ajeno a ese hombre que aparece en las fotos, pero manteniendo la esencia, humildad y cercanía que lo caracterizaba cuando compartía con el público en las salas de cine.


Como "La Parca" en La hora cero de Diego Velasco (CORTESÍA)

A pesar de reconocer que está contento de retomar sus sueños en una nueva ciudad, Medellín, a la cual se mudará pronto, en sus ojos hay rastros de melancolía: perdió su casa, su país y también hace poco a su padre. Confesó que está retomando comunicación con sus amigos; recientemente habló con Laureano Olivares. Lo entusiasma la preparación de un nuevo material discográfico, el rodaje de una película autobiográfica y la creación de una escuela de cine y actuación.

Zapata 666, un hombre que habló con orgullo de su barrio, Petare, afirma que gracias al destino encontró en el arte el mejor camino, un rapero que se convirtió en actor: “Otra vez, me estoy levantando del piso”.

-¿Qué nos puede adelantar sobre sus nuevos proyectos artísticos?
-Voy paso a paso. Hago música cuando me siento bien. En mi casa monté un pequeño estudio, las canciones hablan de temas sociales, pero también del día a día en el barrio. La gente piensa que uno es diferente, al final somos humanos: todos nos divertimos, lloramos, sufrimos y amamos. Eso es lo que quiero mostrar con mis temas.

“También hay un proyecto de hacer una película sobre mi historia, no puedo adelantar mucho, apenas vamos en la etapa de preproducción y la productora es mexicana. La idea con la película es participar en festivales y ojalá exhibirla en salas. Ahora se me presentó la posibilidad de mudarme pronto a la ciudad de Medellín y de poder trabajar con las comunas, allá quiero crear una escuela de actuación y cine”, agrega.

"No he regresado a la actuación porque necesito recuperar las condiciones físicas para hacer castings", dice el actor (CORTESÍA IG)

-Luego de estos años aciagos, ¿se siente feliz?
-Los artistas somos personas complicadas. Lo mismo que nos impulsa hacer arte, nos lleva a cometer errores. Yo me he dejado arrastrar por la pasión, por el amor. Cuando veo a la gente de mi barrio pasar hambre, eso hace que a uno se le voltee el cerebro. Aquí estamos. Tenemos la cara en alto, no me he dejado pisotear ni comprar.

-Habla de que los artistas son pasionales y de los errores cometidos, ¿se arrepiente de la posición que asumió en contra del gobierno venezolano?
-Lo volvería a hacer. Sería bien estúpido de mi parte decirle al mundo que estoy arrepentido. Sin capucha, le dije al Presidente que no estaba de acuerdo con su gobierno. Hoy tampoco lo estoy. Si por eso no vuelvo a entrar a Venezuela, ese será el precio que tengo que pagar. En esa época vi cosas fuertes en el barrio, tenía que expresarme, por eso tomé las armas. Perdimos.

-¿Cómo ha sido dejar todo y ser uno de los tantos venezolanos que han abandonado el país?
-No ha sido fácil. Yo cuando llegué acá tenía muchos sueños, tuve que guárdalos en una caja. Fue duro. Me tocó aprender a trabajar, como a la mayoría de los venezolanos, nos tocó dejar nuestras profesiones y agarrar una pala, una escoba o un trapo para sobrevivir. A veces chocamos con la verdad, que es dura y nos hace abrir los ojos.

-¿Qué le diría a ese Zapata que protagonizó una de las películas más exitosa del cine venezolano y que aparece en ese afiche que hoy decora su estudio?
(Por un momento se queda el silencio contemplándose, quizás extrañado de reconocerse en esa imagen que hoy no refleja el espejo). -Evidentemente estoy muy distinto, no tengo la misma contextura, en parte no he regresado a la actuación porque aquí necesito un mánager y recuperar las condiciones físicas para hacer castings. La Parca hoy aprendería mucho de Zapata, salirse de la burbuja de la fama. Quizás debí irme mucho antes del país y desarrollar mi carrera artística afuera.



-¿Para usted que representa ser una persona de barrio?
-Con orgullo te digo: volvería a nacer en Petare. Las personas que crecemos en este contexto somos más luchadoras, sabemos reconocer el valor que tienen las cosas, la gente y tu familia. Si debo sacar algo bueno de todo lo que me ha pasado estos años, y se lo he dicho a mis hijos, es valorar y querer lo que perdimos, lo que añoramos. Hoy estamos luchando, otra vez, para tenerlo de nuevo.

-¿Cómo quisiera ser recordado por la gente de su barrio y su público?
-Como un artista que fue un buen padre.

-Y finalmente, ¿cómo es la ventana por donde mira Zapata 666?
-Miro por la ventana del arte.
@DulceMRamosR



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