Aroldo Betancourt: “Ponemos un pie adelante para que el país siga creciendo con la cultura”
El actor habla del dios Ra, personaje que interpreta en el montaje "César y Cleopatra", que se presentará en la Sala Ríos Reyna del Teatro Teresa Carreño, 1, 2 y 3 de julio
En César y Cleopatra, original de George Bernard Shaw, el dios egipcio Ra mira al público y habla del conflicto entre César y Pompeyo, la batalla de Farsalia y el asesinato del segundo en Egipto, a manos de Lucio Septimio.
El presentador no es cualquiera. Se trata del mismísimo hacedor del cielo y la tierra, el creador de las aguas, los vientos, la luz, la oscuridad y el río Nilo.
Ciento veintiún años después del estreno de la obra, en Newcastle, Inglaterra, la historia sigue despertando el interés de dramaturgos en el mundo y los venezolanos José Tomás Angola y Elizabeth Yrausquín de Postalian no escaparon de su influjo e hicieron su propia versión, que finalmente llegará a las tablas el próximo 1° de julio en la Sala Ríos Reyna, del Teatro Teresa Carreño.
En el montaje local de César y Cleopatra, Angola interpreta a César; Silvia De Abreu a Cleopatra, y Aroldo Betancourt (Valencia, 1955) al dios Ra.
-¿Cómo ha sido el proceso de construcción de su personaje?
-Es maravilloso poder pensar en este dios antiguo porque tiene muchas ramificaciones. Ha sido una cadena informativa maravillosa; un sueño entrar en ese mundo y conocerlo; una hermosa oportunidad de entrar en un personaje que tenía tanto tiempo que no hacía, de poder disfrutarlo, ver cada uno de sus detalles, sus movimientos, su forma de ver la vida. Llega en un momento idóneo, de la mano de José Tomas Angola, que me da todas las premisas. Ha sido un proceso de investigación y conocimiento. Ha sido hermoso.
El presentador no es cualquiera. Se trata del mismísimo hacedor del cielo y la tierra, el creador de las aguas, los vientos, la luz, la oscuridad y el río Nilo.
Ciento veintiún años después del estreno de la obra, en Newcastle, Inglaterra, la historia sigue despertando el interés de dramaturgos en el mundo y los venezolanos José Tomás Angola y Elizabeth Yrausquín de Postalian no escaparon de su influjo e hicieron su propia versión, que finalmente llegará a las tablas el próximo 1° de julio en la Sala Ríos Reyna, del Teatro Teresa Carreño.
En el montaje local de César y Cleopatra, Angola interpreta a César; Silvia De Abreu a Cleopatra, y Aroldo Betancourt (Valencia, 1955) al dios Ra.
-¿Cómo ha sido el proceso de construcción de su personaje?
-Es maravilloso poder pensar en este dios antiguo porque tiene muchas ramificaciones. Ha sido una cadena informativa maravillosa; un sueño entrar en ese mundo y conocerlo; una hermosa oportunidad de entrar en un personaje que tenía tanto tiempo que no hacía, de poder disfrutarlo, ver cada uno de sus detalles, sus movimientos, su forma de ver la vida. Llega en un momento idóneo, de la mano de José Tomas Angola, que me da todas las premisas. Ha sido un proceso de investigación y conocimiento. Ha sido hermoso.
Para el actor, componer el personaje del dios Ra ha sido un proceso de aprendizaje (YGNACIO NAREA)
-¿Cómo se ha sentido en la piel del dios Ra?
-Maravillosamente bien. Cuando creces dentro de los personajes te sientes maravillosamente bien. Tengo una dupla maravillosa con Luis Vicente (González), el coreógrafo (junto con Carolina Wolf), que hace al otro dios, el otro ego. Somos imagen y semejanza. Me he sentido chévere. Formar los espacios con los personajes es maravilloso. Los personajes se van dando paso a paso, a través de los ensayos, de la formación, del gesto, de lo que te dice el director para que puedas alcanzarlos. Una cosa es estudiarlos y otra, perforar su piel. Ha sido interesante entregarme al proceso e insistir en la búsqueda porque no es fácil. No es un personaje vivo. Es un dios, el dios Ra, que tiene una historia.
-Hizo carrera en dramáticos, si se quiere, entretenimiento masivo, pero las tablas suponen algo más íntimo, ¿cómo lo valora?
-Volver al escenario ha sido maravilloso. Yo realmente nací en el teatro, así que me siento honrado de volver de esta manera, después de estos dos años de pandemia, en los que el público estaba encerrado en sus casas, y más con un clásico. Lo más maravilloso que le puede suceder a mi vida es volver a un escenario con un clásico que ha sido representado muchísimas veces en Broadway y en el cine por Elizabeth Taylor y Vivien Leigh, y así poder entregarle a mi país, arte, una sonrisa y un corazón.
-¿Cómo pondera el interés del teatro venezolano por mirar nuevamente hacia historias clásicas?
-Me llama la atención esta apertura de una manera extraordinaria. Pienso que los actores podemos hacer comedia, monólogos y redes sociales, pero es importante que el pueblo venezolano sepa que podemos rescatar y aprender de los clásicos. Una de las cosas que quiero destacar es la cantidad de gente involucrada en este proyecto. Una vez más, mi agradecimiento para José Tomas Angola, Eduardo Viloria y un gran equipo. Y a todo ello nos sumamos con la Orquesta Sinfónica Venezuela, con música original y dirección de Alfonso López Chollet, y la participación del músico electrónico Miguel Ángel Noya. Se fusiona la magia del teatro y la música. El vestuario está a cargo de Elizabeth Yrausquín de Postalian. La emoción que siento es incalculable. Ponemos un pie adelante para que el país siga creciendo con la cultura.
-¿Cómo se ha sentido en la piel del dios Ra?
-Maravillosamente bien. Cuando creces dentro de los personajes te sientes maravillosamente bien. Tengo una dupla maravillosa con Luis Vicente (González), el coreógrafo (junto con Carolina Wolf), que hace al otro dios, el otro ego. Somos imagen y semejanza. Me he sentido chévere. Formar los espacios con los personajes es maravilloso. Los personajes se van dando paso a paso, a través de los ensayos, de la formación, del gesto, de lo que te dice el director para que puedas alcanzarlos. Una cosa es estudiarlos y otra, perforar su piel. Ha sido interesante entregarme al proceso e insistir en la búsqueda porque no es fácil. No es un personaje vivo. Es un dios, el dios Ra, que tiene una historia.
-Hizo carrera en dramáticos, si se quiere, entretenimiento masivo, pero las tablas suponen algo más íntimo, ¿cómo lo valora?
-Volver al escenario ha sido maravilloso. Yo realmente nací en el teatro, así que me siento honrado de volver de esta manera, después de estos dos años de pandemia, en los que el público estaba encerrado en sus casas, y más con un clásico. Lo más maravilloso que le puede suceder a mi vida es volver a un escenario con un clásico que ha sido representado muchísimas veces en Broadway y en el cine por Elizabeth Taylor y Vivien Leigh, y así poder entregarle a mi país, arte, una sonrisa y un corazón.
-¿Cómo pondera el interés del teatro venezolano por mirar nuevamente hacia historias clásicas?
-Me llama la atención esta apertura de una manera extraordinaria. Pienso que los actores podemos hacer comedia, monólogos y redes sociales, pero es importante que el pueblo venezolano sepa que podemos rescatar y aprender de los clásicos. Una de las cosas que quiero destacar es la cantidad de gente involucrada en este proyecto. Una vez más, mi agradecimiento para José Tomas Angola, Eduardo Viloria y un gran equipo. Y a todo ello nos sumamos con la Orquesta Sinfónica Venezuela, con música original y dirección de Alfonso López Chollet, y la participación del músico electrónico Miguel Ángel Noya. Se fusiona la magia del teatro y la música. El vestuario está a cargo de Elizabeth Yrausquín de Postalian. La emoción que siento es incalculable. Ponemos un pie adelante para que el país siga creciendo con la cultura.
"José Tomás (Angola) es un tipazo sumamente inteligente; Silvia (De Abreu) es una Cleopatra que está formada en el teatro", dice Betancourt (YGNACIO NAREA)
-¿Cómo describe la sinergia que comparte con José Tomás Angola y Silvia De Abreu?
-Hemos tenido un feeling extraordinario. Ellos tienen un espectáculo hermoso, un elenco maravilloso de profesionales. Creo que esa sinergia va a funcionar con el público. José Tomás es un tipazo sumamente inteligente, un creador, al que tengo muchos años conociendo, y Silvia es una Cleopatra que está formada en el teatro, en el caos, como para asumir nuevos retos profesionales.
-¿Cuáles son los mayores retos a los que se enfrentan con la puesta en escena de esta obra?
-Todo es un reto: conseguir el dinero, el apoyo que nos están dando, combinar la música, el cine y el teatro. Somos ciento y pico de personas con la sinfónica, el cuerpo de baile, los trabajadores del Teresa Carreño, aunque el reto más importante es poder llegar al corazón de los venezolanos. Nosotros soñamos con que nos vaya muy bien. Que la gente vaya. Las entradas están accesibles para que el evento mayor sea que el público pueda volver al teatro. Estamos haciendo el trabajo con el corazón en carne en viva. Realmente me emociono. Se me hincha el corazón por poder entregarle a mi país, amor y cultura.
@yolimer
-¿Cómo describe la sinergia que comparte con José Tomás Angola y Silvia De Abreu?
-Hemos tenido un feeling extraordinario. Ellos tienen un espectáculo hermoso, un elenco maravilloso de profesionales. Creo que esa sinergia va a funcionar con el público. José Tomás es un tipazo sumamente inteligente, un creador, al que tengo muchos años conociendo, y Silvia es una Cleopatra que está formada en el teatro, en el caos, como para asumir nuevos retos profesionales.
-¿Cuáles son los mayores retos a los que se enfrentan con la puesta en escena de esta obra?
-Todo es un reto: conseguir el dinero, el apoyo que nos están dando, combinar la música, el cine y el teatro. Somos ciento y pico de personas con la sinfónica, el cuerpo de baile, los trabajadores del Teresa Carreño, aunque el reto más importante es poder llegar al corazón de los venezolanos. Nosotros soñamos con que nos vaya muy bien. Que la gente vaya. Las entradas están accesibles para que el evento mayor sea que el público pueda volver al teatro. Estamos haciendo el trabajo con el corazón en carne en viva. Realmente me emociono. Se me hincha el corazón por poder entregarle a mi país, amor y cultura.
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