Auge, caída y resurgimiento parcial de la industria del entretenimiento en Venezuela
El regreso de artistas extranjeros despierta el entusiasmo de venezolanos para salir del aburrimiento global que dejó la pandemia
Alejandra Bermúdez Farreras
Especial para El Universal
Caracas.- Los repetidos anuncios de presentación de espectáculos, a través de diversos medios de comunicación social del país, reviven en la población venezolana el deseo de volver a disfrutar de aquellos famosos intérpretes individuales y grupos musicales que tanto animaron a los distintos públicos del país, según reflejan personas consultadas especialmente a través de la tv.
La añoranza de los musicales
Se recuerda con mucha insistencia, aquellos programas musicales en los que además de exhibirse el talento nacional, dio la oportunidad a los televidentes de disfrutar las estrellas musicales del momento en el ámbito internacional, en programas como aquellos que comenzaron a ser transmitidos, entre otros, a través de Radio Caracas Televisión, desde los primeros años de la década de los 50 con personajes del calibre de Renny Ottolina, con Renny Presenta, y Víctor Saume, con su Show de las 12; al igual Amador Bendayán, a través de Venevisión, desde 1968, con el que hoy se mantiene Sábado Sensacional.
Especial para El Universal
Caracas.- Los repetidos anuncios de presentación de espectáculos, a través de diversos medios de comunicación social del país, reviven en la población venezolana el deseo de volver a disfrutar de aquellos famosos intérpretes individuales y grupos musicales que tanto animaron a los distintos públicos del país, según reflejan personas consultadas especialmente a través de la tv.
La añoranza de los musicales
Se recuerda con mucha insistencia, aquellos programas musicales en los que además de exhibirse el talento nacional, dio la oportunidad a los televidentes de disfrutar las estrellas musicales del momento en el ámbito internacional, en programas como aquellos que comenzaron a ser transmitidos, entre otros, a través de Radio Caracas Televisión, desde los primeros años de la década de los 50 con personajes del calibre de Renny Ottolina, con Renny Presenta, y Víctor Saume, con su Show de las 12; al igual Amador Bendayán, a través de Venevisión, desde 1968, con el que hoy se mantiene Sábado Sensacional.
Vale recordar que artistas de la talla internacional de Julio Iglesias, Sarita Montiel, Rocío Durcal, Raphael, Nat King Cole, Lucho Gaticay, los 5 de Jackson, entre otros, compartieron escenarios con los connacionales de amplia proyección hacia el extranjero, como Alfredo Sadel, Mirla Castellanos y Simón Díaz, por citar solo algunos; además de folcloristas de la talla de Juan Vicente Torrealba, José “Chelique” Sarabia y Hugop Blanco. También se contaba presentaciones especiales de magia, actos extremos, entrevistas, concursos infantiles, y hasta actuaciones de artistas del canal o de Hollywood.
Las novelas: el “plato fuerte”
Y al comentar sobre la televisión venezolana sería un “pecado” dejar de señalar su importancia en la producción de telenovelas, cuyo auge se suele ubicar a partir de los años 60, con énfasis en los 70, cuando tal actividad se convierte en un fenómeno que cautivó al público venezolano, y se extendió hacia distintos países latinoamericanos, entre ellos de manera especial Colombia; y más, a la ciudad norteamericana de Miami, en Estados Unidos.
Y al comentar sobre la televisión venezolana sería un “pecado” dejar de señalar su importancia en la producción de telenovelas, cuyo auge se suele ubicar a partir de los años 60, con énfasis en los 70, cuando tal actividad se convierte en un fenómeno que cautivó al público venezolano, y se extendió hacia distintos países latinoamericanos, entre ellos de manera especial Colombia; y más, a la ciudad norteamericana de Miami, en Estados Unidos.
En esta actividad productora de novelas destacó Radio Caracas Televisión, tanto por por su calidad técnica y de contenidos, como por los actores y actrices en los cuales se apoyó. Los venezolanos de aquellos años, los últimos de la década de los 50 y hasta el cierre de RCTV en 2007, vieron desfilar por sus estudios, personajes como Doris Well, Eva Blanco, Eva Moreno, Lupita Ferrer, Tomás Henrique, Mayra Alejandra, Raúl Amundaray y Jean Carlos Simancas, entre muchos otros. Estaciones de televisión, principalmente Venevisión, Televen y VTV, lo hicieron en menor proporción.
En la década de 1970 la telenovela venezolana ya había tomado su espacio, cuando en 1972, con La Usurpadora, original de Inés Rodena, se logra vender el primer dramático venezolano al mercado internacional.
La telenovela seguía su curso sin mayores contratiempos hasta que, ese mismo año, entra en vigencia la reglamentación oficial que regulaba todo tipo de trasmisión. El carácter cultural de los programas quedó establecido en la Resolución 3.178 en su artículo 9°.
En la década de 2010, por la ausencia de RCTV en Venezuela, debido a que en el año 2007 no fue renovada su concesión, hubo un gran desaliento en cuanto a la producción de telenovelas, reduciendo la industria de las mismas y aquí en adelante Venevisión comenzó a producir más telenovelas.
Con el declive de la producción de telenovelas nacionales, otros países: primero Brasil y luego Colombia, se apoderaron de la audiencia venezolana, hasta que las dificultades económicas se hicieron presentes con mayor énfasis en el país, y el público venezolano se quedó sin producción nacional ni internacional.
Antes de la llegada de la pandemia la televisión venezolana había decaído más que nunca; la situación general de un control cambiario, la inflación y la devaluación, hizo que hubiera una migración de talentos, sin pasar por alto la falta seguridad jurídica para los inversionistas, siendo Venezuela ¨Un espanta capitales¨, según Andrés Openhheimer.
En eso llegó SARS-CoV2
Cuando, a finales del 2019, se hablaba de la aparición de SARS-CoV2 (Covid-19) en Wuham, China, la humanidad no tenía idea de las transformaciones que se registrarían en la sociedad.
La imposición del distanciamiento social y el confinamiento, que trajo aparejado la enfermedad, revolucionaron la forma de comunicarnos. Le correspondió a la industria del arte y entretenimiento, entonces, hacer lo propio también.
Cuando, a finales del 2019, se hablaba de la aparición de SARS-CoV2 (Covid-19) en Wuham, China, la humanidad no tenía idea de las transformaciones que se registrarían en la sociedad.
La imposición del distanciamiento social y el confinamiento, que trajo aparejado la enfermedad, revolucionaron la forma de comunicarnos. Le correspondió a la industria del arte y entretenimiento, entonces, hacer lo propio también.
La llegada del Covid-19, obligó a la industria del arte y espectáculo a reinventarse y redimensionar las formas de hacer negocios con el entretenimiento en Venezuela.
Por lo reciente de la aparición de la pandemia todavía no hay literatura que registre o documente los cambios experimentados para hacer que la población siguiera teniendo entretenimiento a pesar de que no había público ni espacios, ni aforos disponibles para presentar el espectáculo en vivo: teatro, conciertos, cine, museos, galerías, entrevistas en estudios de TV y/o radio, entre otros.
Por lo reciente de la aparición de la pandemia todavía no hay literatura que registre o documente los cambios experimentados para hacer que la población siguiera teniendo entretenimiento a pesar de que no había público ni espacios, ni aforos disponibles para presentar el espectáculo en vivo: teatro, conciertos, cine, museos, galerías, entrevistas en estudios de TV y/o radio, entre otros.
Sin embargo quedó claro que la industria musical y artística en Venezuela se vio notablemente afectada por la pandemia, lo que sumado a la crisis económica consecuencia de la hiperinflación, dificultó la contratación de artistas, en especial, internacionales.
La magia de la flexibilización
Tras la flexibilización sanitaria permitida por el Gobierno nacional, que permitió la concentración de multitudes en espacios cerrados y abiertos, así como las medidas que dieron “puerta franca” a las divisas extranjeras, regresaron los espectáculos públicos.
El presupuesto fijado inicialmente y el acuerdo alcanzado entre artistas y productores no era rentable a la hora de pagar meses después, puesto que la moneda sufría una devaluación.
Tras la flexibilización sanitaria permitida por el Gobierno nacional, que permitió la concentración de multitudes en espacios cerrados y abiertos, así como las medidas que dieron “puerta franca” a las divisas extranjeras, regresaron los espectáculos públicos.
El presupuesto fijado inicialmente y el acuerdo alcanzado entre artistas y productores no era rentable a la hora de pagar meses después, puesto que la moneda sufría una devaluación.
Ese tiempo jugaba en contra, ya que la devaluación del bolívar hacía que el presupuesto fijado inicialmente y el acuerdo alcanzado entre artistas y productores no fuera rentable a la hora de pagar meses después, puesto que la moneda sufría, en el mejor de los casos, pérdidas de valor en porcentajes de hasta cuatro dígitos.
Hoy día la dolarización que se ha asentado en los dos últimos años, y desde octubre pasado han permitido que productores y artistas recuperaran la confianza, tras una etapa crítica en la que tenían garantizadas las pérdidas al programar los eventos con meses de antelación.
Artistas internacionales como Cristian Castro, Alejandro Fernández y los grupos Morat e Il Divo, eligieron a Venezuela para presentar sus conciertos este 2022, luego de varios años de ausencia en los que además de los más recientes problemas citados, les antecedieron situaciones acaecidas en el país como antigubernamentales (2014 y 2017) que impidieron la celebración de eventos musicales de gran escala. En lista para sus próximas presentaciones están confirmados el grupo Piso 21, Ana Torroja, Sin Bandera y Camila entre otros.
Estudiante USM
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