La escena de la obra, versionada y dirigida por José Manuel Suárez, se lleva a cabo en una de las salas de ensayos del complejo cultural anclado al final de la avenida del Paseo Colón.

Escobar asegura que el sueño de todo actor es que lo llamen para hacer Shakespeare. En su juventud, protagonizó Sueño de una noche de verano, con la dirección de Gilberto Pinto.

La actriz destaca la propuesta de Suárez. “En la época de Shakespeare las mujeres tenían prohibido actuar en el teatro y algunos actores hacían los personajes femeninos, así que él dijo: ¿Por qué no lo hacemos al revés? Es una tremendura. No es un montaje feminista. No interpretamos a mujeres masculinizadas. Somos actrices interpretando hombres”.

En una mesa, frente a Escobar y Lagatta, observan el realizador, su asistente, Miguel Ángel Moreno, y Alvarado. Cuando, en medio de la complejidad del texto, a una actriz se le traspapela alguna palabra, Moreno apunta inmediatamente. Al fondo de la sala, el resto del elenco también luce franelas, leggins y zapatos deportivos.

Con Hamlet, el realizador va como Moisés en el desierto, en busca de la tierra prometida. Suárez empezó a trabajar en la adaptación de la obra del dramaturgo inglés en junio del año pasado y dándole vueltas a lo que quería hacer encontró su manera de rendirle homenaje a algunas de las grandes actrices que han marcado su vida profesional y personal. Así surgió la idea de que los personajes masculinos fueran abordados solo por mujeres.

“Esta es mi manera de apoyar el movimiento del feminismo positivo sin caer en extremos. Es una mezcla de amor y de admiración. No desde lo feminista sino desde la solidaridad que deberíamos tener entre otros todos para poder levantar nuestras voces”, sostiene.

En otro momento, llega la reina Gertrudis (Nohely Arteaga) para informar que Ofelia se ahogó en un río. La actriz ensaya enfundada en uno de los vestidos que usará durante el montaje y aunque usa unos Converse, casi se cae en el ínterin.



Arteaga habla de la preparación de su personaje. “José Manuel exige al intérprete la letra aprendida. La de Shakespeare no es fácil. Cada actor tiene su metodología. Para mí, fue ver películas sobre Hamlet y leer entre líneas, la pasión, la claridad y la visión. Amén de la mezcla con la música”, apunta refiriéndose al papel que jugará la Sinfónica Mariscal de Ayacucho, bajo la batuta de Elisa Vegas, en el montaje.

Suena Las tumbas, de Ismael Rivera, y se incorporan al ensayo las intérpretes que dan vida a los sepultureros (Stephanie Cardone y Adriana Romero), que cavan la tumba de Ofelia. En medio de la faena, encuentran el cráneo del bufón Yorick y Hamlet le habla.

Polonio, asesor del rey y padre de Ofelia y Laertes, cobra vida gracias a Carmen Julia Álvarez. “Amo a mi personaje. Una de las cosas que me ha costado ha sido enfrentarme al reto. Siento que tengo una doble responsabilidad frente al público y la gente joven que está. Nunca me imaginé que, a esta edad, iba a tener la dicha de hacer este rol y además escrito, creado y dirigido por mi yerno. Me siento orgullosa y sé que Daniela estará extraordinaria. Estoy segura que el público lo va a sentir”.

Los ensayos marchan a toda máquina (CORTESÍA HIRAM VERGANI)

A lo largo del ejercicio, Suárez marca el ritmo y refuerza las reacciones de las actrices, analiza la jornada y traza las líneas de lo que serán los próximos encuentros de cara al estreno.

Alvarado confiesa que todavía está en el proceso de asimilar a su personaje. “Hamlet es complicado. Es un tipo que constantemente está preguntándose sobre la vida y la muerte. Y esa duda y esa nobleza es lo que lo lleva a su final. Creo que será la última semana en la que va a salir; mientras tanto me apoyo en el libreto, en el director y en las compañeras que tengo”.

Entre lo más retador del montaje, la actriz señala la distancias que impone un escenario como el de la sala Ríos Reyna del Teresa Carreño. “Salimos por un lado y entramos por otro e interpretamos a Shakespeare mientras está girando una estructura. Hay dos balcones”.

Finalmente, aparece el cortejo fúnebre de Ofelia, encabezado por Laertes, y Hamlet, en compañía de Horacio, se entera de su muerte. El príncipe pelea con el familiar de su amada sobre quién siente mayor dolor por su pérdida.

La acción avanza y Alvarado y Lagatta, quienes recibieron entrenamiento de la esgrimista Raquel Zapata, recrean el fatídico enfrentamiento entre Hamlet y el hijo de Polonio. El ensayo termina con la entrada en la corte de Fortimbrás, quien ofrece un funeral militar en honor a Hamlet. El elenco aplaude al unísono.
@yolimer